Todo comenzó allí, en Birán, en la provincia de Holguín, Cuba, donde nació Fidel Alejandro Castro Ruz, más conocido como Fidel Castro, el 13 de agosto de 1926. (Fotos de periódico Granma y fotos originales de José Oriol Marrero Martinez, consejero de la embajada de Cuba en Grecia) En esos campos jugó el niño Fidel, en esa escuela estudio sus primeras letras, y allí comenzó una vida que se ganó un lugar en la historia de Cuba y el mundo.
El joven inteligente e inquieto, atleta perseverante, abogado decidido, se convirtió en el joven rebelde, en el guerrillero, en el estratega, en el visionario profundamente seguidor del pensamiento del héroe nacional cubano José Martí, martiano, que escogió no el lado en que se vive mejor, sino el lado donde está el deber y llevó en si el decoro de muchos hombres. Lideró la Revolución Cubana por los humildes, con los humildes y para los humildes, frente al enemigo más poderoso y luchó por la dignidad del hombre y el goce pleno de los derechos y libertades, contra todo tipo de discriminación.
A lo largo de los años de la Revolución impulsó y dirigió la lucha del pueblo cubano por la consolidación del proceso revolucionario, su avance hacia el Socialismo, la unidad de las fuerzas revolucionarias y de todo el pueblo, las transformaciones económicas y sociales del país, el desarrollo de la educación, la salud, el deporte, la cultura y la ciencia, así como el enfrentamiento de las agresiones externas y la conducción de una activa política exterior de principios.
Su visión martiana de Patria es Humanidad, lo llevo a ser paladín de las causas de los pobres del mundo con los que echo su suerte y su esfuerzo de titán. Su profundo internacionalismo sintió en su mejilla el golpe dado a cualquier mejilla de hombre, y reclamó el derecho a la vida, a la alimentación, a la paz, dijo adiós a las armas y pidió salvar el plantea, brilló como intelectual, como estadista, como estratega, pero sobre todo como ser humano. Su profunda modestia, evadió todo culto, su ansia de saber lo llevo a preguntar y aprender de todo y de todos, y se ganó el amor de su pueblo y de muchos hombres y mujeres en todo el mundo.
Donde quiera que se diga Cuba, se asocia al nombre de Fidel Castro, no importa el credo y la ideología, Fidel entro en la historia, que no solo lo absolvió, sino que lo hizo uno de los más preciados de sus hijos acunado por la eternidad.
Cuando falleció en La Habana, Cuba, el 25 de noviembre de 2016, siguió viviendo para siempre entre nosotros, en su ejemplo y sus ideas que guían a la revolución cubana y a todos los hombres y mujeres de buena voluntad que aspiran a un mundo mejor, que el demostró que es posible.
Nos dejó además, su concepto de revolución, guía permanente en el trabajo de cada día.
“Revolución es sentido del momento histórico; es cambiar todo lo que debe ser cambiado; es igualdad y libertad plenas; es ser tratado y tratar a los demás como seres humanos; es emanciparnos por nosotros mismos y con nuestros propios esfuerzos; es desafiar poderosas fuerzas dominantes dentro y fuera del ámbito social y nacional; es defender valores en los que se cree al precio de cualquier sacrificio; es modestia, desinterés, altruismo, solidaridad y heroísmo; es luchar con audacia, inteligencia y realismo; es no mentir jamás ni violar principios éticos; es convicción profunda de que no existe fuerza en el mundo capaz de aplastar la fuerza de la verdad y las ideas. Revolución es unidad, es independencia, es luchar por nuestros sueños de justicia para Cuba y para el mundo, que es la base de nuestro patriotismo, nuestro socialismo y nuestro internacionalismo.”
Fidel Castro Ruz, 1ro de Mayo de 2000
Celebremos cada día la vida del Comandante en Jefe, eterno ejemplo de la Patria y guía incansable en la lucha por un mundo mejor.
Embacuba Grecia.
