Al acercarse el año 2024, marcado por el próximo cambio de administración en los Estados Unidos, nos mantenemos hombro a hombro con el pueblo cubano, que sigue sufriendo esta política genocida, que no ha cambiado entre la anterior administración republicana trumpista y la próxima por venir, interrumpida por un mandato demócrata, el de la administración Biden, igualmente culpable de múltiples violaciones de los derechos internacionales y humanitarios, entre otros. Ante estas reiteradas violaciones, prerrogativa del imperialismo norteamericano y sus partidarios, nos mantenemos intransigentes y condenamos la voluntad de asfixiar al pueblo cubano para lograr un cambio de gobierno, método al que está acostumbrado desde hace décadas, con un costo en vidas humanas que asciende a varios millones desde el 11 de septiembre de 2001. Estados Unidos no ha aprendido nada de los atentados terroristas que ha sufrido utilizando este pretexto para aplacar sus ansias de hegemonía sobre el mundo. Al tachar a otros de terroristas cuando ellos mismos han apoyado regularmente a organizaciones y grupos terroristas dentro y fuera de su país, han perdido toda credibilidad internacional. A pesar de ello, sus sucesivas administraciones continúan haciéndolo sin tener en cuenta las vidas humanas que están en juego en posibles ataques en su suelo o en el de otros países occidentales cómplices a través de su aprobación o silencio. Al blanquear a los grupos considerados terroristas en Siria mientras mantienen a Cuba en la espuria lista de países que supuestamente apoyan el terrorismo, queda a la vista el doble rasero del que han hecho gala desde el siglo pasado.La marcha del pueblo combatiente que tuvo lugar el 20 de diciembre en Cuba nos recuerda la fuerza de resistencia y resiliencia del pueblo cubano a pesar de más de 60 años de bloqueo genocida.Esta movilización nos obliga: nos unimos al pueblo cubano para exigir el fin de la injerencia, la salida de Cuba de la lista espuria de países que apoyan el terrorismo, la eliminación de todas las medidas coercitivas, el levantamiento del bloqueo económico, comercial y financiero y la devolución de la base naval estadounidense de Guatánamo a territorio nacional.¡Viva Cuba Socialista! ¡Venceremos!