Hazañas de batas blancas de Cuba en fronteras venezolanas

Un equipo multidisciplinario compuesto por colaboradores de la misión médica cubana en Venezuela ocupa el primer frente de contención de la pandemia de Covid-19 en la frontera con Brasil, ante la afluencia de miles de migrantes repatriados desde ese país.

Los 21 especialistas de la primera brigada del contingente Ernesto Guevara mantienen sus labores desde hace un mes en el municipio Gran Sabana, al sureste del estado de Bolívar, una vía estratégica para la entrada al país de connacionales provenientes de territorio brasileño, considerado el epicentro de la pandemia en Sudamérica.

Médicos intensivistas, personal de enfermería y de laboratorio clínico, rayos X y electromedicina entregan cuerpo y alma a la misión de reforzar el blindaje sanitario en la línea limítrofe, en un escenario marcado por el retorno al país de alrededor de 55 mil venezolanos durante las últimas semanas.

La labor del personal cubano de la salud en la ciudad de Santa Helena de Uairén -a escasos kilómetros del vecino país- destaca en momentos donde el Ejecutivo bolivariano demanda el estricto cumplimiento del protocolo epidemiológico en las fronteras, ante el aumento de las cifras de repatriados infectados con el coronavirus SARS-Cov-2 a su ingreso al país.

Con cuatro misiones como colaborador internacionalista -Guinea Ecuatorial, Pakistán y dos veces en Venezuela-, el especialista en Medicina General Integral e Higiene y Epidemiología Rafael Sosa reveló a Prensa Latina que su tarea dentro de la brigada resulta la más exigente en todos sus años de experiencia laboral.

“La labor asignada acá en la frontera con Brasil demanda capacitación y superación continua en el afán por procurar una estricta vigilancia epidemiológica mediante la pesquisa activa de casos con pruebas rápidas, el control de focos de transmisión en comunidades y la detección oportuna de repatriados enfermos para evitar el contagio”, subrayó el galeno cubano.

El enfrentamiento cara a cara con pacientes de Covid-19 supone un doble reto para el doctor, natural de la central provincia cubana de Sancti Spíritus; además de evitar la propagación del nuevo coronavirus en la población venezolana, deben garantizar la salud del personal asistencial.

Desde 2006 el doctor Sosa integra el Contingente Internacional de Médicos Especializados en Situaciones de Desastres y Graves Epidemias Henry Reeve; de ahí que siente gran satisfacción al exponer su vida para salvar otras, fiel a los principios humanista y altruista del internacionalismo cubano en el área de la salud.

Tras más de 10 horas de entrega diaria a la batalla de orden, el epidemiólogo se regocija en los aplausos de los venezolanos repatriados al conocer a su llegada al país que serán atendidos por médicos cubanos.

TECNOLOGÍA SANITARIA EN BUENAS MANOS

Con la intrepidez y perseverancia propia de su juventud, el licenciado en Electromedicina Yasel Deliz garantiza el funcionamiento del equipamiento médico en la ciudad fronteriza de Santa Elena de Uairén, con el fin de brindar una atención óptima a los pacientes.

Responsabilidad y experiencia caracterizan la labor del especialista, quien respondió de inmediato a la propuesta de integrar el contingente Ernesto Guevara ante una solicitud de las autoridades gubernamentales del estado más extenso de Venezuela.

“Como profesional de la salud cubana siento mucho orgullo por la confianza depositada en mí para poder representar a mi patria en esta hermana nación, sobretodo en momentos en los que enfrentamos a una peligrosa enfermedad como la Covid-19”, destacó el galeno.

En declaraciones a Prensa Latina, el electromédico cubano precisó que además de procurar el pleno funcionamiento de la tecnología sanitaria, contribuye con la logística de los compañeros de la brigada.

Gracias a labor de los profesionales de electromedicina, el personal de salud puede brindar un servicio de excelencia a la población al mantener el equipamiento en óptimas condiciones, para realizar estudios de confianza a los pacientes y ayudar al país a ahorrar numerosas sumas de dinero en cuanto a reparación y piezas de repuesto.

En tal sentido, Deliz, quien además funge como jefe de perfil de la especialidad al frente de 26 compañeros del estado de Bolívar, manifestó que tuvo la oportunidad de poner en marcha equipos médicos que no contaban con piezas sustitutas y mantener la disponibilidad técnica en más del 97,6 por ciento.

Como un tiempo de aprendizaje y conocimiento dentro de una nueva cultura asume el colaborador internacionalista cubano el actual desafío, el cual afirma “dejará huellas imborrables en mi vida personal y mi carrera profesional”.

DE GIBARA A SANTA HELENA

Además de ejercer las labores correspondientes a su profesión, la enfermera cubana María Nela Bermúdez Saumell ocupa la responsabilidad de jefa de grupo de trabajo en el contingente Ernesto Guevara, retos que califica como primordiales en medio de la batalla contra la enfermedad.

“Este es un trabajo en equipo, consolidado con esfuerzo en uno de los tantos ejemplos de solidaridad y amor que los miembros de la misión médica cubana regalamos a los hermanos venezolanos”, señaló la colaboradora.

Entre la nostalgia de los abrazos familiares y de su añorada ciudad Gibara, en la costa nororiental de Cuba, María Nela, quien ha entregado tres años de su vida al trabajo en el país suramericano, exterioriza felicidad cuando recuerda la satisfacción de los migrantes venezolanos al recibir atención gratuita y de calidad por parte de los cubanos.

“Los atendemos a todos por igual, sean simpatizantes del gobierno o no, religiosos o ateos, nuestro deber como colaboradores es garantizar la salud de los enfermos y que lleguen bien a su lugar de destino”, precisó.

La profesional cubana, con casi dos décadas de experiencia laboral, siente orgullo del tiempo histórico que le ha tocado afrontar desde su aporte al convenio de colaboración en materia de salud que materializaron los líderes revolucionarios Fidel Castro (1926-2006) y Hugo Chávez (1954-2013).

Para los 21 miembros de la brigada que por estos días llega incluso hasta comunidades indígenas de la etnia pemón, en el estado más extenso de Venezuela, resulta reconfortante el aliento y empuje de la enfermera cubana para traducir en éxito la tarea encomendada.

(Tomado de Prensa Latina)

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