Tras la implementación, el pasado 6 de febrero, de nuevos protocolos sanitarios para los viajeros que arriban al territorio nacional, Cuba mantiene todas las medidas para el manejo y control de casos importados con la COVID-19.
De las 42 364 personas que arribaron al país desde esa fecha hasta el 16 de abril, 909 personas fueron detectadas con la enfermedad. De ellos 759 son de nacionalidad cubana, con mayor incidencia en los que regresan de Rusia, España y Estados Unidos.
Publica el sitio web del Minsap que a finales del pasado año se decidió el aislamiento de los viajeros en la residencia de los mismos o en la dirección declarada por ellos. Se pudo comprobar en el terreno que algunos viajeros no mantenían el aislamiento dispuesto durante siete días y también había dificultades con la trasmisión de la información de los PCR en tiempo real.
La dirección del país retomó el aislamiento en las instituciones designadas por las autoridades en todas las provincias y se redujo el número de vuelos hacia la Isla, especialmente desde los países con una delicada situación epidemiológica y sanitaria.
Como parte de los procedimientos está la realización del primer examen de PCR en tiempo real a la llegada de los viajeros en el aeropuerto y un segundo al quinto día de su estancia en el centro de aislamiento, lo cual refuerza la vigilancia epidemiológica.
Actualmente el promedio de ciudadanos que llegan al país procedentes del extranjero oscila entre 750 y 800 personas, un control que ha permitido disminuir el número de casos importados, sobre todo, de vuelos procedentes de Estados Unidos, Rusia y algunos países de América Latina.
Los actuales protocolos se mantendrán hasta que el país lo disponga. El cambio de la medida dependerá de la situación epidemiológica nacional e internacional, así como de los signos que muestre el mundo de una verdadera recuperación.