Intervención de la Ministra cubana de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente en la Sesión de Alto Nivel del Simposio de Ciencia y Diplomacia de la Organización del Tratado de Prohibición Completa de Ensayos nucleares CTBTO

Estimado Sr. Lassina Zerbo,

Delegados e Invitados,

Ante todo deseo agradecer a los organizadores del Simposio la posibilidad de compartir con ustedes las experiencias y puntos de vista de Cuba sobre la diplomacia científica.

A nuestro juicio este es un concepto que está estrechamente unido a las relaciones de paz entre los países, pues su atributo principal es hacer uso de la ciencia y aplicarla para promover, mejorar o fortalecer los vínculos entre las sociedades, no para destruir el mundo y la especie humana. 

Significa poner a la ciencia en función de mejorar las políticas internacionales y de establecer nuevos canales de comunicación entre los pueblos. La diplomacia científica constituye una vía para incentivar la cooperación en ciencia, tecnología e innovación en función del desarrollo de los países, lo cual es de especial importancia para los subdesarrollados.

Para Cuba, único país que enfrenta por más de 55 años un férreo bloqueo económico, comercial y financiero, la diplomacia científica ha contribuido a contrarrestar las intenciones de aislarnos e impedir nuestro desarrollo.

Hoy  tenemos relaciones diplomáticas con 195 Estados, lo cual ha constituido una potencialidad para incrementar nuestra colaboración científica con todas las regiones del mundo.

Las principales áreas de intercambio científico y de colaboración que han sido y siguen siendo las abanderadas de nuestra diplomacia científica son: la salud, la biotecnología, la educación y el deporte. Otras áreas priorizadas son el medio ambiente, las ciencias sociales y humanísticas y las ciencias básicas.

En salud, cabe destacar que en 1963 se inició la colaboración médica en Argelia. Desde entonces    407 mil profesionales cubanos han estado presentes en 164 países de todos los continentes, y suman más de 11 mil jóvenes de 126 naciones, los que han estudiado medicina en Cuba.

En el 2005 se creó el Contingente “Henry Reeve” de médicos especializados en situaciones de desastre y graves epidemias, brindando asistencia técnica a más de 3 millones de personas y salvando más de 80 mil vidas. Más de 200 médicos de este contingente, estuvieron en Guinea, Liberia y Sierra Leona para combatir el ébola.

La labor de estos profesionales está respaldada por importantes resultados científicos alcanzados en el país, en particular en la biotecnología y la industria médico-farmacéutica. Estos resultados han permitido, además, la transferencia de tecnologías de productos biotecnológicos cubanos hacia 8 países, entre ellos Brasil, Argelia, China, India y Vietnam.

Entre el 2002 y el 2015, educadores cubanos lograron alfabetizar a más de 8 millones de adultos en más de 20 países de América Latina, el Caribe y África, con un método pedagógico llamado “Yo si puedo”.

El Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente de Cuba cuenta en la actualidad con más de 25 acuerdos internacionales para la colaboración científica, firmados con ministerios homólogos en 16 países. Dentro de ellos se encuentran cinco acuerdos con los Estados Unidos en materia de medio ambiente, que se firmaron como parte del proceso de restablecimiento de las relaciones diplomáticas en el 2014.

Debemos señalar como antecedente a esto, que después del triunfo de la Revolución cubana en 1959, de manera modesta se realizaron intercambios científicos entre Cuba y los Estados Unidos, que también condujeron a la firma de otros memorandos de entendimiento para la colaboración en las ciencias naturales y el medio ambiente entre las academias de ciencias, universidades y centros de investigación de ambos países.

En el año 2017, a pesar de que se configuró un nuevo escenario de retroceso en la relación bilateral, se llevaron a cabo cuatro expediciones científicas marinas conjuntas y, en el presente año se realizaron acciones de intercambio científico en el campo de la sismología.

 

Estimados delegados,

Hoy más que nunca este tipo de diplomacia adquiere particular importancia. Los desafíos que definen al siglo XXI, tales como el desarme nuclear, el cambio climático, la seguridad alimentaria y la reducción de la pobreza tienen dimensiones científicas. Ningún país será capaz de resolver estos problemas por sí solos, ellos son problemas globales que requieren soluciones y colaboración globales.

En su ya legendario discurso ante la Conferencia de Naciones Unidas sobre Desarrollo Sostenible, en 1992 en Rio de Janeiro, el líder histórico de la Revolución Cubana, Fidel Castro Ruz, expresó y cito: “Utilícese toda la ciencia necesaria para un desarrollo sostenido …”. Fin de la cita.

Por eso es tan necesario conferir a la ciencia un papel cada vez más relevante en la formulación de políticas internacionales; en un instrumento catalizador de la paz mundial y del desarrollo. 

Agradezco nuevamente la posibilidad de intervenir en este evento y reitero la voluntad de Cuba de continuar haciendo uso de la diplomacia científica para poner la ciencia al servicio de la humanidad.

 

Muchas gracias.

(Embacuba Austria / Cubaminrex)

 

 

 

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