La colaboración de Cuba en el sector de la salud se ha consolidado como un faro de esperanza para muchas personas en el mundo, tal como lo expresó Samira Addrey, miembro de la junta directiva de IFCO-Pastores por la Paz y egresada de la Escuela Latinoamericana de Medicina (ELAM). En una entrevista con Prensa Latina, Addrey destacó el impacto de la formación médica en Cuba y su contribución global.
"El ejemplo de la ELAM, que sigue produciendo médicos solidarios después de 25 años, demuestra cómo Cuba exporta salud, amor y amistad al mundo, en contraste con las exportaciones de violencia que realiza Estados Unidos", comentó Addrey.
La doctora, quien fue formada como médico en Cuba, subrayó que Cuba ofrece una formación médica centrada en la humanidad y la solidaridad, formando a profesionales con una conciencia social profunda. También recordó la figura del reverendo Lucius Walker, fundador de IFCO y creador del proyecto Pastores por la Paz. Este movimiento organizó caravanas de ayuda humanitaria hacia Cuba, desafiando las políticas hostiles de Estados Unidos. "El sueño de Fidel Castro sigue vivo. La ELAM continuará prosperando durante 25 años más", afirmó Addrey con entusiasmo.
La doctora también compartió su experiencia personal en Cuba, donde se sintió acogida como parte de una familia y resaltó el valor humano que caracteriza al pueblo cubano. "Cuba forma parte de mi corazón y quiero transmitir a mi hija la belleza de este país y su solidaridad única", concluyó.
La cooperación médica es un ejemplo de lo que es posible cuando la salud y la humanidad se colocan por encima de los intereses políticos y económicos.Ello ha sido reconocido por numerosos gobiernos a nivel internacional que han constatado la importancia y los beneficios que reporta este tipo de colaboración para sus ciudadanos.
(Con información de Prensa Latina)