En un sencillo y emotivo acto, el colectivo de la Embajada de Cuba en Estados Unidos celebró el abrumador respaldo recibido por la resolución cubana presentada ante la Asamblea General de las Naciones Unidas que exige el fin del bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por el gobierno estadounidense contra la Isla.
Durante la jornada, los participantes condenaron enérgicamente la política genocida aplicada por Estados Unidos durante más de seis décadas y destacaron el apoyo mayoritario de la comunidad internacional, reflejado en los 165 votos a favor de la resolución.
En su intervención el Segundo Jefe de Misión, el embajador Alejandro Pila expresó que, pese a las presiones, amenazas e intentos de intimidación sin precedentes ejercidos este año por Washington sobre otros Estados, así como a la intensa campaña de manipulación y desinformación mediática contra Cuba, prevalecieron una vez más la verdad, la dignidad y el decoro de las naciones del mundo.
El funcionario Ariel Vaillant señaló que los resultados de la votación, evidenciaron una vez más el aislamiento internacional y descrédito de la política estadounidense, además de los serios obstáculos que el bloqueo impone a sus relaciones con terceros países. Agregó que a pesar los esfuerzos estadounidenses por negar la existencia del bloqueo y desvirtuar el debate desarrollado en la Asamblea General, en el que intervinieron más de 29 oradores y siete representantes de agrupaciones regionales y políticas, la mayoría de los representantes ofrecieron numerosos ejemplos del negativo impacto de esta política para el pueblo cubano.
Además, hizo referencia al contundente discurso pronunciado ese día por el Ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez Parrilla, sobre los considerables daños que el bloqueo provoca en la economía nacional, la salud, la educación, la infraestructura, el transporte, la cultura, el deporte y la vida cotidiana de los cubanos.
También se mencionó la intervención del Canciller cubano del 28 de octubre, quien, ante las calumnias y falsedades expresadas por el representante permanente de Estados Unidos, recurrió a los artículos 71 y 68 del reglamento de la Asamblea General para solicitar una cuestión de orden y desmentir los argumentos mendaces esgrimidos por éste. El alto diplomático cubano señaló en esa ocasión que el funcionario estadounidense, se había conducido con “una incultura, rudeza y grosería”, que no era admitida en un magno lugar como la Asamblea General de las Naciones Unidas y aclaró que ese recinto no era “un grupo de Signal ni la Cámara de Representantes”.
El acto concluyó con consignas de “Patria o Muerte”, “Viva Cuba” y “Abajo el bloqueo”, mediante los cuales fue reafirmado el compromiso del pueblo cubano y su Revolución de seguir enfrentando y venciendo con valentía los disímiles desafíos que puedan presentarse.
