Cada vez que recuerdo los pasos de la Revolución por medio siglo, vuelvo a reconocer la excelencia del expresidente Fidel Castro. ¡Cuán difícil es mantener la ideología de construir una sociedad humana bajo situaciones tan difíciles e inimaginables como las llamadas “sanciones” de los Estados Unidos y la desmantelación de la Unión Soviética! En este sentido, recuerdo las palabras de Fidel respecto a la interferencia de los Estados Unidos: “” (Discurso del Primero de Mayo de 2000)
Esta filosofía aún sigue viva, esta vez en las medidas contra el COVID-19, y a pesar de la severa situación económica la primera prioridad fue proteger las vidas humanas, y gobierno, expertos y ciudadanos han cooperado para prevenir la propagación de la infección con el poder del “conocimiento” y el espíritu de la ayuda mutua. El pasado año una nueva Constitución fue promulgada para promover la libertad e igualdad de todos y la participación democrática. No hay necesidad de decir que está dirigida a la realización de las ideas de José Martí, el Padre de la Independencia de Cuba, pero ¿qué tipo de sociedad construirá Cuba en concordancia con este principio básico? Este es el reto que Fidel le encomendó a la generación postrevolucionaria, pero creo que es un reto importante para nosotros ya que países de todo el mundo buscan una “nueva sociedad” para la era post-COVID-19.
Goto Masako (Universidad de Kanagawa)
 
 