Martí, en lo alto del Turquino y de cara al sol

Martí, en lo alto del Turquino y de cara al sol

El Pico Turquino es el punto de mayor altitud de la isla de Cuba, con 1974 metros sobre el nivel de mar, está situado en el extremo occidental del municipio Guamá de la provincia de Santiago de Cuba. Allí fue ubicado el 21 de mayo de 1953, un busto de José Martí, a 100 años de su natalicio.

En el Año del Centenario del natalicio de José Martí, en 1953, se organizaron en Cuba numerosas actividades para celebrar esa histórica fecha. Por este motivo la joven maestra Emérita Segredo Carreño, integrante de la Asociación de Antiguos Alumnos del Seminario Martiano, propuso colocar un busto de Martí en el lugar más alto de nuestra Patria, en el Pico Turquino; quien más tarde, expresara «Cuba coloca al Apóstol en su lugar más alto, materialmente, y en lo moral señala que desde allí se encontrará siempre vigilante, como un faro de luz vivísima y ejemplar, para que señale el buen camino a las generaciones de cubanos»

Gonzalo de Quesada y Miranda, quien era el director de la Fragua Martiana, y presidía la Asociación, acogió y apoyó la iniciativa. Contactó con la escultora Jilma Madera y le pidió que hiciera un busto idéntico al que había donado ella a esa institución y que se exhibía en uno de sus salones.

La ejecución del proyecto recibió cooperación técnica del Instituto Nacional de Arqueología (INA), que presidía Roberto Pérez de Acevedo, y del padre de Celia Sánchez Manduley, el doctor Manuel Sánchez Silveira, quien era delegado del INA en Oriente.

El busto de cara al sol y en lo alto del Turquino, es una copia a escala menor del que se inauguró el 28 de enero de 1952 en la Fragua Martiana, y que María Matilla, la niña querida de Martí, dijo que era el más parecido de todos al rostro del Martí que ella recordaba, al visitar La Habana, con 73 años, el 29 de enero de 1953, con motivo de los festejos por el centenario del maestro.

La escultora afirmó a Granma en mayo de 1983 «La participación de Sánchez Silveira fue decisiva, pues él se ocupó de ejecutar la idea de llevar el busto de Martí a la Sierra. Desde entonces se estableció una correspondencia frecuente con él, pues Sánchez Silveira estuvo en varias ocasiones en Ocujal con vista a resolver todo lo referente a la instalación del busto, que le enviamos por ferrocarril a Manzanillo, luego de hacerle llegar los planos, así como los fondos para pagar los salarios a los campesinos que contrató para realizar el trabajo».

En un ómnibus de la línea Santiago-Habana partió el grupo martiano el 17 de mayo. Llegaron a Santiago de Cuba al día siguiente y en la mañana del 19, aniversario de la caída del Maestro, el grupo martiano realizó una guardia  de honor en el Mausoleo de Santa Ifigenia que custodia sus restos. Allí se les unió la compañera Celia Sánchez  Manduley quien tenía a su cargo filmar el  histórico hecho y tomar fotografías.

El doctor Manuel Sánchez Silveira estaba al frente de la expedición que la integraban además: su hija, Celia Sánchez Manduley; la escultora Jilma Madera; y las hermanas Emérita y Cila Segredo Carreño.

Más tarde todos se embarcaron en la goleta Glenda, que enfiló rumbo este, bordeando la costa hasta llegar ya de noche y bajo un torrencial aguacero a Ocujal del Turquino, donde los esperaba el administrador del Aserradero.

Temprano en la mañana el grupo partió en un camión del Aserradero hasta Arroyo Naranjo. Luego comenzó el fatigoso y peligroso ascenso hasta Altos de Babiney, a 1 127,7 metros de altura, después llegaron a Altos de Cardero, a 1 200,9 metros. Más tarde arribaron a la Cueva del Aura, que los campesinos llamaban Campamento Martí, a 1 402 metros, donde hicieron noche.

Al amanecer del 21 de mayo reiniciaron el ascenso. Caminaban en fila india, por un estrecho sendero de tupidas  malezas con la emoción de llegar a la cima del Turquino. La mañana era fría pero soleada, cuando  al fin alcanzaron el firme de la cumbre. Habían llegado al Pico Real de Turquino, a 1 974 metros sobre el nivel del mar.

De inmediato comenzaron a trabajar para terminar la base del monumento, los dos metros más que se la habían añadido al mismo, a la altura del Pico Turquino y a colocar la tarja. A las 12 del día en un asta improvisada, con una rama de un árbol, se izó la bandera cubana y se procedió a develar el busto de Martí. Seguidamente se depositaron las flores donadas por los Grupos Martianos de Santiago de Cuba, y Sánchez Silveira pronunció unas breves pero emotivas palabras.

#EnlaCima  #MartiVive

Fuentes:

http://www.granma.cu/cuba/2018-05-24/quienes-como-y-cuando-colocaron-el-busto-de-marti-en-el-pico-turquino-24-05-2018-13-05-39

http://www.juventudrebelde.cu/cuba/2010-05-03/nuevas-revelaciones-sobre-el-marti-del-turquino

 

 

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