Médicos cubanos: un ejemplo de solidaridad y vocación

En medio de feroces campañas mediáticas que intentan desacreditar su labor internacionalista, los médicos cubanos siguen haciendo lo que mejor saben: salvar vidas. Desde hace más de 60 años, han trabajado en los rincones más olvidados del mundo, llevando el acceso a la salud, incluso a lugares donde nunca antes se había visto un profesional médico.

Los excelentes resultados alcanzados durante sus misiones, así como el cariño y el respeto que sean ganado entre los pobladores de disímiles puntos del planeta, son el mejor aval del profesionalismo y la preparación de estos galenos, enfermeras y tecnólogos.

Ellos han atendido a más de 2 300 millones de personas en el mundo, han realizado 17 millones de intervenciones quirúrgicas y han ayudado a nacer a 5 millones de niños. Además, se estima que han salvado aproximadamente 12 millones de vidas. Entre estos más de 600 000 héroes de batas blancas, ha prevalecido siempre el espíritu solidario y la libre voluntad de ayudar con su profesión.

Hoy son proezas reconocidas su participación en el enfrentamiento a las epidemias del ébola en África Occidental y a la de la COVID-19 a nivel internacional; el exitoso programa desarrollado como parte de la Operación Milagro y su apoyo a los sobrevivientes de los potentes terremotos que afectaron a Pakistán en 2005 y a Turquía y Siria en 2023.

Además, muchos líderes de América Latina, el Caribe, Asia y África, han reconocido los esfuerzos de estas brigadas en el perfeccionamiento de sus respectivos sistemas de salud y en la mejoría de las condiciones sanitarias de sus ciudadanos.

Quienes hoy insisten en distorsionar y desacreditar con fines políticos, la cooperación médica internacional de Cuba, los mismos de siempre. Son los que han buscado derrocar la Revolución cubana desde 1959, los que no han podido nunca emular con estos esfuerzos humanistas, los que hoy pretenden asfixiar económicamente al pueblo cubano a cualquier costo y después tratan de presentarse como defensores de los derechos de los colaboradores. Son los mismos que nunca le perdonarán a Cuba su ejemplo y su resistencia.

Frente a estas campañas de odio, donde poco ha importado las consecuencias que pudiese tener la salida de las brigadas médicas cubanas de los países y comunidades más pobres, existen millones de personas que continúan y continuarán manifestando su admiración por la labor que realizan nuestros profesionales de la salud, así como muchísimos los testimonios de médicos cubanos orgullosos de haber podido ayudar a salvar vidas, gracias a los conocimientos aprendidos gratuitamente en su país. Claro, es poco probable que sean estas historias las que encabecen titulares en los grandes medios, donde continúan predominando declaraciones claramente comprometidas con estas campañas y la misma narrativa de siempre.

 

 

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Cooperación
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