Fragmentos de discursos del Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, Miguel Díaz-Canel.
Vengo a hablar en nombre de todos los cubanos y las cubanas que hoy iniciamos un nuevo mandato al servicio de una nación cuya historia enorgullece, no solo a los nacidos en esta tierra, sino a millones de hijos de América y del mundo que la aman y respetan como propia.
(…) Todos los revolucionarios cubanos (...) seremos fieles al ejemplar legado del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, líder histórico de nuestra Revolución, y también al ejemplo, el valor y las enseñanzas del General de Ejército Raúl Castro Ruz (…).
Los nombro a ellos y evoco a Martí en su semblanza de Céspedes y Agramonte: «El extraño puede escribir estos nombres sin temblar, o el pedante, o el ambicioso: el buen cubano, no».
(...) Vivimos en una coyuntura mundial caracterizada por crecientes amenazas a la paz y la seguridad, guerras de intervención, peligros para la sobrevivencia de la especie humana y un orden económico internacional injusto y excluyente.
En tal contexto, ratifico que la política exterior cubana se mantendrá inalterable y reiteramos que nadie logrará el propósito de debilitar a la Revolución ni doblegar al pueblo cubano, porque Cuba no hace concesiones contra su soberanía e independencia, no negociará principios ni aceptará condicionamientos.
Continúa la Revolución su curso sin una sola ausencia, porque hasta nuestros muertos nos acompañarán en las horas cruciales, como jamás dejaron de estar Céspedes, Agramonte, Maceo, Gómez, Martí, entre otros tantos, en las más duras batallas.
(...) Actualmente, cuando entre todos discutimos con qué traje vestir al modelo de sociedad que nos debemos, es imprescindible pensar en Céspedes, en los hombres y mujeres que a su lado se convirtieron en próceres y en todo lo que frustró sus sueños, tan cercanos a los nuestros. El quiebre de la unidad fue siempre la causa fundamental de las pérdidas y los retrocesos.
(…) Los hijos más jóvenes de la Patria han ratificado el mensaje a las nuevas generaciones que expresa nuestra firme determinación de que no claudicaremos, no traicionaremos y no nos rendiremos jamás.
Contrario a lo que exponen los enemigos de la Revolución, Cuba ha dado una vez más muestra de que las decisiones fundamentales y el consenso en torno a los temas que definen la vida de la nación se construyen con el aporte decisivo de todos.
En fecha tan entrañable como el 24 de febrero, a 124 años del reinicio de la contienda independentista dirigida por el Héroe Nacional José Martí, los cubanos de estos tiempos, fieles a las tradiciones de luchas, acudiremos a las urnas a aprobar la Constitución, como expresión de firmeza, lealtad al legado del Comandante en Jefe de la Revolución Cubana, el compañero Fidel Castro, y diremos con nuestro voto: Sí a la Revolución, a la soberanía e independencia de la Patria, a la unidad. Sí por el socialismo y por el compromiso con los héroes y mártires en los más de 150 años de luchas por la libertad.
En nombre de una generación orgullosa de ser, no relevo, sino continuidad, quiero expresarles el profundo compromiso que nos mueve a pelear sin descanso por estar a la altura de la historia, de nuestros próceres y del pueblo, inseparables en el sentimiento y la fidelidad.
Vamos a salir adelante. Y vamos a seguir venciendo. A eso nos enseñaron los padres de la nación.
El 24 de febrero, en el Referendo para ratificar la Constitución, Cuba estará tocando un punto culminante de los 150 años que hemos celebrado y los 60 de la Revolución Cubana, la Revolución de Fidel y Raúl (…).
Que cada fibra de nuestra estirpe revolucionaria vibre cuando proclamamos: ¡Yo soy Fidel!
Fuentes: Discursos en la Sesión Constitutiva de la IX Legislatura de la ANPP; en el acto por el Aniversario 150 del inicio de las luchas de independencia; y en la clausura del Segundo Periodo Ordinario de Sesiones de la IX Legislatura de la ANPP; y en la clausura de Pedagogía 2019.