Cuba recuerda hoy el aniversario 35 de aquel momento solemne para la Patria en que, bajo el nombre de Operación Tributo, se trasladaron al territorio nacional y se inhumaron los restos de los caídos en la gesta internacionalista en África.
Fueron las exequias de más de 2 mil cubanos que murieron en la lucha por la eliminación del apartheid en ese continente y durante la Operación Carlota y en los 15 años posteriores.
Aquel 7 de diciembre, la ceremonia nacional se desarrolló en El Cacahual, mausoleo que guarda los restos del Lugarteniente General Antonio Maceo y su ayudante, el Capitán Francisco Gómez Toro, caídos en combate en igual fecha, pero de 1896.
No fue casual entonces que el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, líder de la epopeya internacionalista, escogiera ese altar sagrado del país 93 años después para honrar a sus hijos más audaces y acompañar el dolor de las familias que perdieron algún familiar.
También el homenaje se extendió hacia todos los municipios del archipiélago, donde el pueblo se hizo protagonista de una despedida a sus coterráneos a la altura del momento y con la veneración y el merecido respeto a sus mártires.
Han pasado 35 años y en Cuba todavía se habla de aquella gesta en la que cada cubano perdió al menos un hijo, un hermano o un amigo.
El transcurso implacable del tiempo no borrará una de las hazañas más grandes protagonizadas por este pueblo, en que dos de los más grandes valores creados por el hombre, el patriotismo y el internacionalismo, se unieron para siempre en la historia de Cuba.
Al escoger esta fecha para dar sepultura a los restos de nuestros heroicos combatientes internacionalistas, el 7 de diciembre se ha convertido en día de recordación para todos los cubanos que dieron su vida no solo en defensa de su Patria, sino también de la humanidad.