Queridos amigos:
Es un honor asistir a esta nueva edición de la Conferencia internacional sobre normalización entre Cuba y los Estados Unidos. Agradezco a los organizadores del evento por la amable invitación que nos hicieron para estar presentes en este importante evento.
A nombre de la Misión Permanente de Cuba ante Naciones Unidas, deseo trasladarles nuestro más cálido saludo y estima por hacer posible estas jornadas de fraternidad y amistad hacia Cuba.
Agradecemos las innumerables muestras de sensibilidad y humanismo, que valoramos profundamente y que demuestran el deseo de amplios sectores en este país de estrechar sus lazos con Cuba y poner fin a toda la hostilidad hacia nuestra nación.
Tendrán ustedes la oportunidad de intercambiar sobre el enfrentamiento a la pandemia de la COVID19, el cambio climático y el adelanto de la mujer. Son temas de la mayor importancia y en los Cuba realiza ingentes esfuerzos para alcanzar estándares a la par de las naciones más desarrolladas, a pesar del injusto cerco que se nos impone.
El Panel sobre cuestiones de adelanto de la mujer y paridad de género, tendrá entre sus panelistas a la Cra. Teresa Amarelle Boué, Secretaria General de la Federación de Mujeres Cubanas, así como otras integrantes de esta organización surgida como fruto de la Revolución, y sin cuya contribución no hubiera sido posible que la mujer cubana alcanzara el protagonismo que hoy tiene en nuestra sociedad.
En la actualidad, la FMC impulsa mayores derechos para la mujer mediante el Programa Nacional para el adelanto de la Mujer, así como a través del proyecto de Código de las Familias, que se discute por la población cubana en un ejercicio de democracia ampliamente participativa.
Queridos amigos:
Hoy más que nunca cobra especial significado el apoyo que recibimos de ustedes. Cuba se encuentra bajo un asedio sin precedentes. Durante el gobierno del presidente Donald Trump se llevó a cabo una arremetida brutal contra el conocido proceso de mejoría de relaciones entre ambos países emprendido con la administración del Presidente Obama.
Desde entonces, la política de EEUU hacia Cuba ha buscado por todos los medios asfixiar la economía cubana para lo cual se vale de la aplicación de una amplia gama de medidas coercitivas unilaterales, algunas de ellas inéditas. Por citar solo algunos ejemplos, estamos hablando de la persecución internacional al suministro de combustibles a nuestro país, la intimidación y multas a aquellos bancos o entidades financieras que operaran con Cuba, la implementación de crueles restricciones al envío de remesas desde EE.UU. a Cuba, los obstáculos a los viajes entre ambos países, lo cual ha afectado sensiblemente a las familias cubanas.
¿Bajo qué lógica pudiera entenderse la idea de infligir un daño directo a hijos, padres y abuelos mediante medidas como estas? ¿Qué política tan inhumana es aquella que busca dividir a familias y tratar de hacer sucumbir a un pueblo entero por necesidades?
Debe recordarse que durante los cuatro años de la presidencia de Trump se adoptaron más de 240 medidas contra Cuba, incluyendo aquellas que reforzaron el bloqueo. Además de las ya mencionadas, destacan otras como la plena puesta en vigor de la Ley Helms-Burton para extender el alcance extraterritorial del bloqueo, e incluso, la inverosímil y calumniosa inclusión de Cuba en la lista de Estados patrocinadores del terrorismo que elabora el Departamento de Estado de manera unilateral.
Lo que hace más abominable la mencionada embestida contra Cuba, es el contexto en que esta se produjo. Una vez desatada la pandemia de la COVID-19 a nivel mundial y en la medida en que sus efectos comenzaron a ser devastadores sobre la salud y las economías de todos los países, el anterior gobierno estadounidense asumió esto como una oportunidad para que exacerbar aún más los efectos del bloqueo y el sufrimiento sobre el pueblo cubano. De este modo, la COVID-19 se convirtió en una aliada en la política de hostilidad hacia Cuba, en momentos en que el mundo necesita más confraternidad y más solidaridad que nunca.
Las acciones de hostilidad llegaron al punto de obstaculizar que personas y organizaciones solidarias en todo el mundo hicieran llegar a Cuba donaciones e insumos médicos para la respuesta a la COVID-19. No existen calificativos para describir cuan abominable resulta esta política.
Desafortunadamente, el actual gobierno demócrata en los EE.UU. no ha significado cambio alguno en la política estadounidense hacia Cuba. Pese a sus promesas de campaña electoral, el presidente Joe Biden no ha variado en lo absoluto la carga del bloqueo, manteniendo incluso inmutables todas las medidas tomadas por su predecesor.
En lugar de potenciar el intercambio y la cooperación en aras de interés mutuo y de la región, el actual gobierno de EEUU optó por intensificar una campaña de desestabilización interna en Cuba, fomentando falsas matrices de opinión a través de plataformas digitales y dejando que el bloqueo continúe el desgaste sobre la sociedad cubana.
Amigos de Cuba:
El pasado 3 de febrero se cumplieron 60 años desde la promulgación oficial del bloqueo económico, comercial y financiero de los Estados Unidos a Cuba, mediante la firma de un decreto del presidente John F. Kennedy, ese mismo día de 1962. Luego de dicha promulgación, a lo largo de los años el bloqueo fue fortalecido y ampliado con la adopción de legislaciones y nuevas regulaciones. Por tanto, se llega a este vergonzoso aniversario con un bloqueo mucho más recrudecido y que se consolida como el sistema de medidas coercitivas unilaterales más prolongado y abarcador aplicado contra país alguno.
¿Cuántos años más se piensa hacer padecer al pueblo cubano de esta política cruel? ¿Hasta qué punto llegará la inmoralidad e insensibilidad para no comprender que dicho bloqueo causa daños incalculables en seres humanos?
En esta coyuntura, los amigos de Cuba en Estados Unidos y en otras partes del mundo, representan un apoyo indispensable para el pueblo cubano en su resistencia y lucha por la dignidad. Sabemos que ustedes abogan en sus respectivas comunidades porque se haga justicia ante nuestros reclamos y piden de forma decidida el cese inmediato del infame bloqueo. Es por eso y por mucho más, que les debemos una gratitud eterna.
Estimados amigos:
Para concluir, deseo reiterar que el pueblo cubano y su Revolución seguirán defendiendo firmemente el derecho que nos corresponde a ser soberanos. A pesar de bloqueos y agresiones, seguiremos resistiendo.
A pesar de pandemias, seguiremos perseverando. Nuestros esfuerzos nos han permitido la hazaña de desarrollar tres vacunas propias y dos candidatos vacunales contra la COVID-19 en circunstancias sumamente adversas.
No importa cuán grandes sean los desafíos, los superaremos, porque Cuba no está sola.
Les deseamos tengan fructíferas deliberaciones durante esta importancia conferencia. Sabemos que será un exitoso evento.
Muchas gracias
Fuente: Mision Permanente de Cuba ante la ONU