Compañero Félix Plasencia, Canciller de la República Bolivariana de Venezuela
Compañero Ministro de Cultura, Ernesto Villegas.
Excelentísimo Embajador de la República de Sudáfrica, Joseph Nkosi, y colegas de Cuerpo Diplomático acreditado en Venezuela.
Estimados viceministros de Relaciones Exteriores, Rander Peña, Carlos Ron y Yuri Pimentel.
Estimado Didalco Bolívar, Segundo Vicepresidente de la AN y Presidente de Podemos.
Estimada llenia Medina. Vicepresidenta de la Comisión de Relaciones Exteriores de la AN y Secretaria General del PPT.
Estimada Tania Díaz, diputada a la AN y Vicepresidenta del PSUV.
Estimado Edgardo Ramírez, Presidente del Grupo Parlamentario de Amistad con Cuba de la AN.
Hermanas y hermanos todos:
En nombre de la Embajada de Cuba, agradezco profundamente su presencia en este espacio maravilloso e histórico de La Casona, que nos acoge como lugar ideal para el intercambio de ideas y el fomento del conocimiento mutuo entre nuestros países, amantes de la paz y la solidaridad.
Nos convoca hoy, a iniciativa del hermano embajador Nkosi, la conmemoración del V aniversario de la desaparición física del Comandante en Jefe Fidel Castro. Al hablar del enorme legado que Fidel nos dejó, también lo estamos haciendo de la marca indeleble que otros gigantes, como Nelson Mandela y Hugo Chávez, estamparon en la historia de sus países y del mundo.
La obra revolucionaria de Fidel transformó a Cuba.
Solo una "Revolución de los humildes, por los humildes y para los humildes" podía hacer frente a la crítica situación que atravesaba la Isla hasta 1959, agudizada por la dependencia y la subordinación al gobierno de Estados Unidos. El triunfo revolucionario liderado por Fidel rompió el modelo neocolonial que se había instaurado durante más de medio siglo en el Pals y constituyó un duro golpe a la geopolítica imperial, que vio afectada por primera vez en la historia su hegemonía en America Latina y el Caribe.
Fidel logró materializar la idea de Jose Martí, de "impedir a tiempo con la independencia de Cuba que se extiendan por las Antillas los Estados Unidos y caigan, con esa fuerza más, sobre nuestras tierras de América".
A 90 millas de sus costas, el Comandante en Jefe tuvo que enfrentar con inteligencia a diez gobiernos estadounidenses que emplearon las más diversas tácticas para conseguir sus propósitos.
No existe ninguna otra nación en la historia que haya resistido durante más de 60 años a las agresiones de una potencia tan poderosa como Estados Unidos, en su obsesión de reconquistarla, utilizando todos los métodos, desde los más_ agresivos hasta los más sutiles: realización de acciones de sabotajes; organización de atentados contra sus principales dirigentes, aplicación de un genocida bloqueo económico, comercial y financiero ; ruptura de las relaciones diplomáticas; creación y apoyo a bandas armadas; transmisiones radiales y televisivas ilegales; intromisión en los asuntos internos y ejecución de programas subversivos; ocupación ilegal de parte de su territorio en la Base Naval en Guantánamo. y más reciente, sumado a todo lo anterior, las nuevas tácticas de guerra no convencional, multidimensional y de cuarta generación.
Su figura universal trasciende fronteras, creencias e ideologías. Empleó todas sus energías para combatir la geopolítica imperial contra Nuestra America, y fue un incansable luchador por la unidad e integración de todas las naciones al sur del Río Bravo. Contribuyó con modestia al despertar de sus pueblos que llevaron a la presidencia a hombres y mujeres con posiciones revolucionarias y progresistas.
Junta al Comandante Hugo Chávez Frías, concretó el primer mecanismo de integración basado en la cooperación y solidaridad, para satisfacer las necesidades y anhelos de los países latinoamericanos y caribeños: la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra America Tratado de Comercio de las Pueblos (ALBA-TCP). Se priorizaron múltiples programas sociales, los cuáles permitieron que millones de personas salieran de la extrema pobreza, se alfabetizaran y recuperaran la dignidad como seres humanos.
Fidel siempre estuvo en la primera línea de combate, desde su puesto de Comandante en Jefe o como simple soldado de las ideas.
Así se le recuerda en Cuba y el mundo, con su uniforme verde olivo, con guayabera o traje, defendiendo a las desposeídos, practicando deporte, dialogando siempre con el pueblo, debatiendo, escuchando con atención y quizá sin proponérselo, consolidando la formación de la nación cubana y de la Patria Grande, soñada par los Libertadores.
Casi el 80% de la población cubana actual nació y creció después del triunfo revolucionario, con Fidel siempre al frente, lo que explica el dolor que sentimos con su perdida física. Fidel nunca defraudó a su pueblo. Siempre estuvo junto a él en los momentos más difíciles; de mayores riesgos; de agresiones y amenazas; de sueños y esperanzas; en la construcción de una sociedad más justa "por todos y para el bien de todos"; de sembrar una conciencia revolucionaria y antimperialista, de confiar en los jóvenes; y en forjar un país de hombres y mujeres de pensamiento y acción, con la convicción que "ser cultos es el único modo de ser libres.
Ante los retos y desafíos actuales para los pueblos revolucionarios y progresistas del mundo, el pensamiento del Comandante en Jefe resulta imprescindible. Las semillas sembradas por él han germinado. Las presentes y futuras generaciones tendrán la responsabilidad de seguir forjando la Patria, construyendo una nación soberana, independiente, socialista, democrática, próspera y sostenible.
Su vocación de unidad, su humanismo, su altruismo y sobre todo su luz larga para adelantarse al enemigo nos seguirá guiando. Su convicción de que la cooperación solidaria y el internacionalismo, que lo llevó a protagonizar junto a Nelson Mandela uno de los capítulos más brillantes de la historia de África, continuará siendo un valor moral y ético de la condición humana.
Cuando Cuba hoy enfrenta la terrible pandemia que golpea al mundo, cuando el país es capaz de inmunizar, con vacunas propias, al 100 % de las y los cubanos vacunables, cuando el pueblo sale a las calles a defender la Revolución frente a la provocación imperial, cuando a pesar de las dificultades Cuba comparte con otros países del mundo sus recursos humanos en materia de salud, educación, deportes, etc., cuando enfrentamos al bloqueo de los E.EUU con convicción y seguridad que nada ni nadie detendrá nuestro sueño de construir un país próspero, en cada uno de esos momentos está presente Fidel, encarnado en millones de cubanos, encarnado, como lo están también Chávez y Mandela, en cientos de millones de seres humanos que en el mundo luchan y sueñan por un mundo mejor.
Viva por siempre el legado del Comandante en Jefe, Fidel Castro!
Viva la hermandad entre Fidel, Chávez y Mandela!
Viva la hermandad y la solidaridad entre nuestros países!
Con Fidel decimos: Patria o Muerte, Venceremos!