São Paulo, 20 de febrero 2020. En el Centro de Estudios de Medios Alternativos Barão de Itararé, se realizó un debate sobre los impactos sociales, económicos y culturales de la epidemia de coronavirus en China, que hasta el momento se han confirmado 74,675 casos de personas infectadas en el país asiático, con 2,121 muertes. Otros 929 casos se registraron en otros países.
En el evento asistieron Alexandre Padilha, ex Ministro de Salud y diputado federal (PT-SP); el abogado Thomas Law, presidente y director del Instituto Sociocultural Brasil-China (Ibrachina); la maestra Maria José Haro, asesora del subsecretario de Relaciones Internacionales de Tucumán, el embajador Pedro Monzón Barata, cónsul general cubano en São Paulo, y Francisco Denes Pereira, vicepresidente de la Asociación Nacional de Profesionales de Relaciones Internacionales (Anapri) .
Francisco Denes Pereira, agradeció la presencia de los invitados e inició el debate convocado por la Anapri.
Maria José Haro, intervino on line desde Argentina y recordó sus experiencias por haber vivido y estudiado en China y como el país ha enfrentado exitosamente la epidemia con un gran despliegue tecnológico, aunque con impactos a corto plazo en la economía, pero seguro que se repondrá y continuará su impetuoso desarrollo.
El presidente de Ibrachina, Thomas Law, hizo una amplia exposición de la manipulación mediática del origen del coronavirtus, las características socio-culturales y económicas de China como segunda potencia mundial y el impacto que esta situación ocasionara en el comercio con Brasil
Por su parte el diputado federal Alexandre Padilha señaló el papel activo del Congreso Nacional en reacción a como Brasil debe enfrentar el coronavius. Recalcó la respuesta inmediata, eficiente, científica, dinámica y con innovaciones tecnológicas de avanzada en el enfrentamiento a este virus, que han logrado detener su propagación, por China. Apuntó el papel que desempeña los organismos internacionales, especialmente la ONU, OMS, OPS para alertar y hacer las recomendaciones oportunas para el enfrentamiento mundial a la epidemia. Hizo énfasis que Brasil y todos los países deben tener un sistema de salud universal, no como mercancía, sino como un derecho del pueblo, que es lo que permite que las epidemias y las enfermedades se combatan preventivamente, refiriéndose al modelo exitoso de salud de Cuba.
El embajador Monzòn expuso los distintos medicamentes de punta de primer mundo que la biotecnología cubana ha creado que funciona como un ciclo cerrado, concretamente el interferón recombinante que actualmente se produce en una empresa china-cubana, que se está utilizando en el tratamiento del coronavirus. Explicó que el papel de Cuba en la biotecnología es el resultado de nuestro sistema de salud y a la voluntad política de desarrollarlo como una contribución al mundo, en un contexto de bloqueo reforzado en estos momentos por parte de Trump, que nos está ocasionando importantes perjuicios en la adquisición de insumos para la producción de nuestros medicamentos.