Diplomático cubano: Apuntamos a un récord olímpico en supervivencia
26 de abril de 2024 13:48|
Kristina Lalić Spirković
El director del Centro de Investigaciones de Política Internacional de La Habana, José Ramón Cabanas, conversa con RT Balkan sobre las relaciones con EE.UU., la continuidad de las políticas de Barack Obama, Donald Trump y Joe Biden, y los cambios en el orden mundial.
Diplomático cubano: Apuntamos a un récord olímpico en supervivencia. Getty © Joe Raedle
José Ramón Cabañas
El diplomático habanero José Ramón Cabañas es considerado en Occidente como uno de los diplomáticos cubanos más respetados. Fue el primer embajador de La Habana en Estados Unidos cuando el presidente estadounidense Barack Obama finalmente decidió establecer relaciones diplomáticas con el vecino caribeño. El Centro de Investigación de Política Internacional en La Habana, que él dirige, es el grupo de expertos en política exterior cubana más elitista.
La transición de paradigmas geopolíticos mundiales, las relaciones con EE.UU., la visión cubana de la guerra en Ucrania y Medio Oriente y el nuevo calentamiento de las relaciones con Moscú son algunas de las preguntas respondidas en exclusiva para RT Balcanes por Su Excelencia José Ramón Cabañas.
Los vientos de la multipolaridad "soplan" en todo el mundo. ¿Cómo afectan a la gente, a los diplomáticos y a los políticos de su país?
Estamos en una época de transición del sistema mundial que aún no sabemos cuánto durará, pero que inevitablemente culminará en algún tipo de orden (o falta de orden) diferente al que ha prevalecido desde la Segunda Guerra Mundial. Para algunos países basta con referirse al establecimiento de la multipolaridad, pero esto implicaría la existencia de nuevos centros con nuevas periferias, lo que resulta insuficiente para nosotros, los países con menos recursos, que aspiramos a un multilateralismo inclusivo que nos haga verdaderamente iguales y permitir que la mayoría del mundo pueda vivir en un ambiente de reciprocidad, respeto por los demás y cooperación. Muchos podrán decir que es sólo una fantasía, pero sería un gran error dejar de luchar por ello. Después de todo, Cuba nunca dejó de luchar por el mundo de los justos.
Independencia y dignidad son las palabras más caras del mundo, ¿sueño y realidad demasiado caras?
Si tuviera que bromear, puedo decir que para mi país "apuntamos al récord olímpico en supervivencia". Entre los registros históricos, Europa tiene la guerra de los 30 años como un período muy difícil, así como dos guerras mundiales en zonas europeas que tuvieron un impacto devastador. Pero los cubanos llevamos 65 años enfrentando guerras en todos los frentes, desde el uso de la fuerza, hasta el uso de patógenos y el envenenamiento digital. Nuestro principal enemigo es la principal potencia económico-militar del mundo. Hemos sobrevivido hasta el día de hoy, con muchas heridas y consecuencias sociales. Tenemos una historia muy rica que nos ha hecho crecer y aprender de nuestros errores.
¿Cómo seguiste el ritmo?
Sabemos que la clave está en la unidad y esto aplica tanto para quienes viven en la Isla como para quienes viven en el exterior. Hay un sector minoritario de emigrados afincados en Estados Unidos que ha convertido el odio y la oposición al gobierno cubano en un negocio y se alimenta de grandes presupuestos federales. Pero la mayoría del pueblo cubano es digno, orgulloso de su independencia, de sus raíces, de su cultura. Incluso aquellos que han emigrado no se mezclan con las comunidades latinoamericanas o afrodescendientes en sus destinos, por un cierto sentido de diferencia y "otredad", como dirían los franceses. Los desafíos que tenemos ante nosotros son enormes, pero ¿es nuestro desafío más difícil que el de aquellos hombres que se internaron en la selva para luchar contra España? ¿Es más difícil que los cientos de hombres que en la Sierra Maestra resistieron el embate de todo un ejército de miles de soldados bien equipados y apoyados por Estados Unidos?
La vida en tu isla está estrechamente relacionada con la vida en los Estados Unidos. Hay elecciones en noviembre...
Lamentablemente, Estados Unidos es un país que avanza cada vez más hacia una polarización política extrema, un proceso en el que ya se han producido incidentes aislados de uso de la fuerza para mantenerse en el poder, que podrían convertirse en una constante. Dentro de ese país se enfrentan los grandes perdedores y los grandes ganadores del experimento del libre comercio, aquellos que ganaron mediante el uso de mano de obra extranjera y nuevas tecnologías y sectores como la minería o la agricultura, que sobrevivieron gracias a importantes subsidios federales. Se están acumulando una serie de problemas sociales, desde la desigualdad racial o salarial hasta la garantía de salud sólo para una minoría, y no hay solución para esto a través de las reglas según las cuales funciona su sistema hoy. En la estructura política, de hecho, los partidos tradicionales tal como los conocíamos ya no existen, son hordas unidas en torno a líderes personales, sin una plataforma definida. Quien resulte elegido tendrá que afrontar los mismos problemas.
En materia de política exterior, se ha demostrado una vez más que no hay nada más parecido a los demócratas que los republicanos. En relación con Cuba, la continuación de la política de Trump por parte de Biden es obvia, por lo que no esperamos cambios dramáticos en ninguna dirección.
Usted fue el primer embajador cubano en Washington. ¿Cómo era Estados Unidos entonces y cómo es hoy?
No era un país diferente, sólo que algunas de las tendencias que mencionamos no se manifestaban tan claramente. Fue elegido el primer presidente negro de la historia, lo que de por sí podría significar un cambio para algunos miembros de la sociedad, y tenía como tarea principal recuperar al país de la peor crisis económica desde la Gran Depresión de 1929. Barack Obama mantuvo el llamado La guerra contra el terrorismo, como foco principal de su presencia militar en el exterior, pero intentó gestionar algunas prioridades de la política internacional con un enfoque diferente y un mayor uso del llamado poder blando. En ese sentido, su equipo de seguridad nacional se dio cuenta de que el tema cubano provocaba más aislamiento de América Latina que acercamiento con dichos países.
¿Entonces la confluencia de esas circunstancias provocó un cambio en Estados Unidos?
Coincidieron en el tiempo una serie de tendencias que operaban en la sociedad norteamericana, mostrando el agotamiento de una política que se había aplicado durante 50 años y que no significó un éxito claro, salvo el deterioro de la economía cubana y la dificultad de la vida de la población común y corriente. Ciudadanos cubanos.
En resumen, la decisión de restablecer relaciones diplomáticas con Cuba fue una mezcla de ambas consideraciones: un intento de eliminar un tema irritante en las relaciones con terceros y de influir en la situación de la Isla a través del acercamiento en lugar de la confrontación.
Bajo el régimen de Obama, ¿parecía que los dos países finalmente se convertirían en vecinos iguales?
En la relación (o falta de vínculos diplomáticos) entre Cuba y Estados Unidos siempre habrá que tener en cuenta la asimetría entre los países, lo cual es un elemento muy importante a la hora de defender y garantizar la reciprocidad y el respeto mutuo. Desde Estados Unidos, su política imperialista, no imperial, se reflejó en el mundo. Cuba es un país pequeño, víctima del uso de la fuerza por parte de unos pocos agresores, en la confluencia de muchas culturas, que trabaja por el equilibrio del mundo en su política exterior revolucionaria.
¿Entonces el "presidente negro" estaba haciendo marketing?
Como dije antes, la administración de Barack Obama nunca ha propuesto levantar el bloqueo económico-comercial y financiero, nunca ha considerado devolver el territorio ilegalmente ocupado en Guantánamo, ni poner fin a sus programas federales de "cambio de régimen". Simplemente intentaba alcanzar los objetivos de política exterior hacia Cuba, que están codificados en las leyes de ese país, utilizando diferentes herramientas. El cambio bajo Donald Trump consistió, entre otras cosas, en intentar borrar el legado del primer presidente negro de Estados Unidos, aunque fuera contraproducente para el país. Bajo Trump, revanchistas, oligarcas y oportunistas de todo tipo, que temen no sólo el ejemplo de Cuba sino su propia existencia, han tenido acceso excesivo a las decisiones de la Casa Blanca y el Departamento de Estado.
¿Trump insultó a La Habana al ponerla en la lista de Estados patrocinadores del terrorismo?
Este es un claro ejemplo de cómo se deconstruyen las reglas sistémicas del juego para lograr ciertos objetivos políticos. Cuando Mike Pompeo se encerró en su oficina, días después de renunciar, y escribió su memorando burocrático sobre Cuba sin ningún fundamento, lo hizo violando la sagrada "consulta interagencial" codificada para tomar decisiones en asuntos como este. Pero, paradójicamente, ésta fue la primera pregunta que mostró el espíritu de continuidad de Biden.
El colapso del derecho internacional después de la Segunda Guerra Mundial comenzó con Cuba, continuó con Yugoslavia...
Los problemas para la civilización humana comenzaron cuando el primer individuo pensó que podía apropiarse de las cosas de otras personas sin consecuencias. Era peor cuando ocurría entre pueblos enteros, cuando las sociedades se dividían en clases, cuando se creaban metrópolis e imperios. Estas divisiones y el dominio de la propiedad de otras personas condujeron a lo que ustedes llaman degradación moral. Alcanzó su apogeo con el advenimiento del imperialismo, con su maquinaria de guerra y su dominio político y cultural. Hoy vivimos en una fase de sofisticación de todos los instrumentos de dominación. Quienes los utilizan intentan que la mayoría de los que producen y consumen vivan una vida alienada, para no reclamar sus derechos.
¿Un poco más específico?
Se sabe que el consumo social de drogas fue inducido por el gobierno, del cual un gran porcentaje de la población mundial está alienada. La instalación de la llamada industria del entretenimiento (de carácter anticultural) es conocida desde multitud de plataformas, para el consumo más amplio posible. Si no tienes la formación adecuada y no tienes cuidado, hoy tienes degradación moral en tu teléfono, o en tu portátil, y puedes compartirla en cualquier momento.
¿Cómo ve las guerras en Ucrania y Palestina desde la "isla"?
El gran escritor colombiano Gabriel García Márquez, valioso amigo de los cubanos, escribió en 1981 una obra monumental llamada "Crónica de la muerte anunciada". Este título se ha convertido en una frase muy utilizada entre los latinoamericanos, cuando se habla de un evento que podría esperarse con base en precedentes.
En el caso de Ucrania, aunque en principio estamos en contra del uso de la fuerza para resolver conflictos internacionales, incluso especialistas militares estadounidenses admiten que la reacción de Rusia era esperada, luego de que la OTAN violara reiteradamente los acuerdos de no proliferación hacia el Este y los acontecimientos ocurridos. en Kiev desde el extranjero, lo que llevaría a ese país a adoptar posiciones antirrusas permanentes.
¿Y Europa?
Las guerras en Ucrania y Palestina son una ecuación geopolítica en la que los dirigentes europeos adoptaron una posición servil en relación con los intereses hegemónicos estadounidenses, pagando en última instancia el precio de su error con el estado de sus economías locales y hundiendo al pueblo europeo en una crisis innecesaria.
¿Parece que las dos guerras están conectadas?
Hay ciertos paralelismos que se pueden establecer con el caso palestino: constante desprecio por los acuerdos internacionales, intereses geoestratégicos estadounidenses, fuerzas ultraconservadoras corruptas que se aferran al poder.
Pero el crimen contra el pueblo palestino es único en su tipo, es una afrenta a la humanidad, un genocidio y una herida que marcará el tiempo antes y después del conflicto.
Síndrome de La Habana otra vez
Los medios occidentales, como CBS y Spiegel, recientemente culparon nuevamente a Rusia por el "Síndrome de La Habana"...
Estaba leyendo de nuevo sobre ese misterioso dolor de oído y de cabeza que supuestamente experimentaron más de 1.500 empleados del gobierno estadounidense en La Habana. De vez en cuando vemos en los medios estadounidenses que estos temas reviven. Como hemos dicho en una ocasión, lo que realmente ocurrió es que un grupo de funcionarios vinculados a las agencias de inteligencia norteamericanas armaron un escándalo en la embajada norteamericana en La Habana, para afectar las relaciones bilaterales. A los funcionarios civiles del Departamento de Estado les costó aceptar esa situación y por eso muchos fueron enviados de regreso a Washington. No existe absolutamente ninguna evidencia científica que sirva de base para determinar el tipo de enfermedad más allá de las condiciones que dichas personas ya padecían antes de viajar a Cuba.
¿Escribiste sobre ese "síndrome"?
He escrito al menos dos artículos en los que entro en detalles y hago preguntas que no han sido respondidas por el lado estadounidense hasta la fecha. Científicos estadounidenses y cubanos trabajaron juntos y llegaron a las mismas conclusiones: no hubo tales "ataques" y no existe ningún tipo de arma que supuestamente los cree. El FBI visitó Cuba cuatro veces en busca de pruebas y llegó a los mismos resultados. Para causar daño a Cuba, se aprobó una ley que prevé una compensación monetaria para quienes resulten "afectados". Como puedes imaginar, la lista será interminable. El supuesto informe de la CBS no aporta ningún elemento nuevo, sólo nuevas especulaciones. El propósito es recrear sospechas y afectar aún más las relaciones con la isla, pero cabe al menos hacerse una pregunta: si los funcionarios estadounidenses dicen que sintieron los efectos del "ataque" en varios lugares, incluso cerca del Congreso de los EE.UU., ¿por qué sólo ¿Afecta las relaciones con Cuba?
(Traducción No Oficial)
(EmbaCubaSerbia)