A pesar de la persistencia del bloqueo, Cuba continuó avanzando.

PALABRAS DEL EMBAJADOR CARLOS MIGUEL PEREIRA HERNÁNDEZ EN LA ASAMBLEA ANUAL DE LA CONFERENCIA ECONÓMICA JAPÓN-CUBA

Tokio, 20 de marzo del 2018

Estimado amigo y presidente Tomoyoshi Kondo y demás directivos de la Conferencia Económica Japón-Cuba:

Estimados invitados:

Señoras y Señores:

Quisiera agradecer a nuestro querido presidente Kondo-san y demás miembros de la directiva de la Conferencia Económica Japón-Cuba, y a todas las empresas que la integran, por esta valiosa oportunidad para intercambiar con ustedes y actualizarles sobre los principales resultados de la economía cubana al cierre del 2017 y de las perspectivas para el presente año 2018.

Les hago llegar el saludo del Vicepresidente del Consejo de Ministros y Ministro de Economía y Planificación Sr. Ricardo Cabrisas y de nuestro Ministro de Comercio Exterior y la Inversión Extranjera y Copresidente por la parte cubana para esta Conferencia, el Sr. Rodrigo Malmierca Díaz, a la vez que les deseamos éxitos en los resultados de esta asamblea anual.

Dado que el tiempo de que disponemos es limitado y muchos los temas de interés, hemos entregado a la secretaría de la Conferencia una versión más amplia de mis palabras, en idioma japonés, en la que se incluyen datos y comentarios que pudieran resultarles útiles para comprender la actual dinámica de Cuba y de su política exterior, incluyendo la evolución más reciente del proceso bilateral con Estados Unidos.

Quisiera agradecer en este marco a nuestros acreedores, muchos de ellos miembros de esta conferencia y también a NEXI, por la confianza depositada, al tiempo que les ratifico el compromiso de nuestro gobierno de honrar de manera oportuna los compromisos y obligaciones contraídas.

Con satisfacción les decimos que concluimos el año pasado con todos nuestros compromisos cumplidos y la perspectiva hoy es que ese comportamiento se mantendrá porque Japón constituye hoy una de nuestras principales prioridades. 

A pesar de la persistencia del bloqueo estadounidense, Cuba continuó avanzando. Aun cuando no se lograron alcanzar todos los objetivos previstos, los resultados alcanzados al cierre del pasado año en varios de los sectores productivos y de servicios, fueron positivos, lográndose afianzar la tendencia gradual en la dinámica del desarrollo del país, al crecer nuestro PIB un 1,6 %, gracias al aporte decisivo de sectores como el turismo, el transporte, las comunicaciones, la agricultura y la construcción.

A pesar de las tensiones financieras y materiales, se logró garantizar la sostenibilidad de los servicios básicos a la población y sus principales niveles de actividad. Los indicadores sociales no sólo fueron preservados, sino que en algunos casos fueron mejorados, como es el caso de la tasa de mortalidad infantil que registró la cifra más baja de la historia con 4,0 por mil nacidos vivos,

Entre los principales factores adversos, debemos mencionar la reducción significativa de los suministros de petróleo y derivados provenientes de Venezuela, que obligó a buscar soluciones en otros mercados. A partir del mes de julio, se enfrentaron nuevos obstáculos, entre ellos el huracán Irma, el segundo más poderoso en la historia del océano Atlántico, que afectó a 12 provincias del territorio cubano y provocó daños calculados en más de 13 mil millones de pesos. 

Quisiera agradecer a todos por sus cálidos mensajes y muestras de aliento y apoyo concreto recibidas tras el paso de Irma que, junto a la ayuda de emergencia enviada por el gobierno japonés, contribuyó a reforzar nuestra capacidad para superar, en el más breve tiempo posible, las principales afectaciones del mismo, en particular las relacionadas con nuestra población.   

Para el presente año 2018, se espera un crecimiento de 2% en el PIB. Los incrementos sectoriales más significativos deberán concentrarse en la construcción, el comercio y el turismo, sector éste último donde esperamos recibir unos cinco millones de visitantes.

Las exportaciones y las importaciones deberán crecer con un balance comercial positivo mínimo de 54,8 millones de dólares. Para ello, deberán crecer nuestras exportaciones de bienes y servicios y su cobro oportuno, principalmente en el turismo, producciones seleccionadas de la industria, tabaco y bebidas, así como de la producción nacional destinada a la sustitución de importaciones en cualquier magnitud, así como las importaciones que deberán alcanzar 1, 738 millones de dólares, 66 millones más que el estimado para el 2017.

La ejecución de las inversiones asociadas al desarrollo de infraestructuras y a la potenciación de ingresos de divisas, entre ellos, el turismo, las obras en la ZED Mariel, el transporte ferroviario, las fuentes renovables, el sostenimiento a la electricidad, y la ampliación de capacidades de almacenamiento, recibirán una atención priorizada.

El proceso de actualización del modelo económico y social cubano ha entrado ya en su fase más compleja. Se ha trabajado con intensidad en la elaboración de las normas jurídicas que perfeccionan las formas de gestión estatal y no estatal en la economía. Lejos de renunciar, el gobierno cubano seguirá priorizando la atención al sector no estatal asegurando su funcionamiento y desarrollo con estricto apego a la Ley y a las políticas vigentes en el país, asegurando que los cambios en esta esfera se implementen bien, y rectificar resueltamente cualquier desviación que nos aparte del camino escogido.

Se han logrado avances importantes en la definición, actualización y puesta en práctica de las nuevas políticas y estrategias que regirán el proceso de transformaciones estructurales en el país, entre ellas las relacionadas con la transformación paulatina y el perfeccionamiento del sistema empresarial cubano, incluyendo la aprobación y entrada en vigor de las nuevas normas jurídicas encaminadas a separar las funciones estatales de las empresariales e incrementar la eficiencia, la organización y la autogestión empresarial.

Honorables miembros de esta Conferencia:

Como ustedes conocen, desde la llegada al gobierno del Presidente Trump, las relaciones entre Cuba y Estados Unidos han venido deteriorándose como resultado de sus persistentes esfuerzos de su Administración por tratar de revertir la política de su predecesor hacia Cuba, con dos claros propósitos: contrarrestar por un lado el predominio del consenso regional e internacional a favor de Cuba y por otro, intentar desmontar a la Revolución cubana y sus instituciones, aprovechando la cercanía de una transición generacional en el liderazgo cubano.

Sin embargo, a pesar de su agresiva retórica anticubana, lo cierto es que ni Trump ni sus partidarios han logrado revertir en la práctica ninguno de los principales avances conseguidos con Obama, entre los que pudieran mencionarse la existencia misma de relaciones diplomáticas y el funcionamiento de las embajadas en ambos países, así como los más de 20 acuerdos firmados incluyendo el Migratorio cuya implementación se mantiene, los canales de cooperación abiertos en temas de interés mutuo, incluyendo aquellos de seguridad nacional, los vuelos regulares y cruceros, correo postal, y el resto de las medidas para modificar la implementación de algunos aspectos del bloqueo.

Muchas de las medidas anunciadas con fanfarria y agresividad, tales como la prohibición de transacciones financieras con entidades vinculadas a las FAR y al MININT cubanos, o la eliminación de los viajes individuales “pueblo a pueblo” y mayor fiscalización de viajeros, la ampliación de la lista de funcionarios cubanos que no pueden recibir visas y remesas, y la derogación de la Directiva Presidencial de Obama de octubre 2016; son un poco más de lo mismo, y plantean incluso serias interrogantes para su implementación práctica.  

A pesar de las restricciones impuestas a los viajes de estadounidenses a Cuba, estos se triplicaron al cierre del 2017: sumaron 1.17 millones el número de estadounidenses que viajaron a Cuba al cierre del pasado año, lo que representó un crecimiento del 191 %, en relación con 2016. De ellos, 619.523 fueron ciudadanos estadounidenses (217%) y el resto cubanos residentes en ese país (137,8 %).

Por su parte, Cuba mantiene su voluntad de continuar negociando los asuntos bilaterales pendientes con Estados Unidos, sobre la base de la igualdad y el respeto a la soberanía y la independencia de nuestro país, y ha ratificado su disposición a proseguir el diálogo respetuoso y la cooperación en temas de interés común con el gobierno estadounidense.

Estimados miembros:

El próximo 17 de diciembre estaremos celebrando el aniversario 44 de la creación de este importante foro, cuyo aporte ha sido más que decisivo para cosechar lo que hoy tenemos. En los momentos actuales, ante nuevas exigencias y expectativas, su insustituible papel como promotora de nuevas oportunidades de comercio, cooperación, inversiones y negocios conjuntos, no sólo se mantiene, sino que se acrecienta.   

La conclusión satisfactoria del proceso de renegociación de todas las deudas contraídas, incluyendo el importantísimo Acuerdo Bilateral para la deuda de mediano y largo plazo, suscrito en septiembre del 2016, unido al cumplimiento estricto por parte de Cuba de lo acordado, y la ampliación y profundización de los vínculos políticos y estatales; han creado nuevas y poderosas bases para continuar proyectando y expandiendo los vínculos a niveles superiores, particularmente en los ámbitos económico, comercial, financiero y de cooperación.

Las posibilidades reales y crecientes que se derivan del proceso de actualización del modelo económico y social cubano, y el programa de desarrollo hasta el año 2030, cuyas bases, ejes y sectores estratégicos permiten articular mejor las ventajas comparativas, las posibilidades y necesidades de cada país; ofrecen al empresariado de ambas naciones una hoja de ruta bien definida y una proyección clara hacia el futuro.

Componente central de esa proyección estratégica tiene que ver con la renovación tecnológica de su planta industrial y el desarrollo de infraestructuras de calidad, en los que resaltamos el alto nivel alcanzado por Japón y el reconocimiento y prestigio que sus tecnologías tienen en Cuba, lo que se presenta como una buena oportunidad para que Japón se convierta no sólo en un importante socio comercial, sino también en un estratégico socio tecnológico.  

Atrás quedó la negativa coyuntura que condujo al desplome del comercio bilateral y en su lugar se han abierto nuevas y renovadas posibilidades que debemos aprovechar.  Sólo en el último año, la cooperación económica bilateral se expandió a nuevas modalidades, con la apertura de la Oficina de la Agencia de Cooperación JICA en La Habana, así como la ejecución actual y perspectiva de más de una veintena de proyectos, todos ellos de enorme importancia para el desarrollo económico y social del país.

La visita del Premier Abe abrió hace poco más de un año, una nueva etapa que debe ser aprovechada. La voluntad reiterada una y otra vez en favor del desarrollo de relaciones más amplias, multifacéticas y profundas en todos los terrenos y de apoyar el avance de los intercambios económico-comerciales, suponen un estímulo adicional que el sector empresarial nipón no debería desaprovechar.

En el ámbito económico, los resultados concretos alcanzados hasta ahora están aún muy por debajo de las potencialidades existentes. 

El comercio, básicamente sobre bases aseguradas mediante coberturas de corto plazo otorgadas por NEXI, aunque se amplió promisoriamente a nuevos renglones, disminuyó en términos absolutos al cierre del pasado año, a pesar de haberse utilizado de manera efectiva todas las coberturas de corto plazo ofrecidas por NEXI.

De lo anterior se deriva la importancia y necesidad de continuar ampliando el techo acordado para las mismas, así como la urgencia de acceder a las de mediano y largo plazo y a los fondos reembolsables que ofrece el gobierno nipón, para poder garantizar la ejecución de proyectos priorizados de alto interés para el desarrollo económico y social cubano, en particular aquellos vinculados a los encadenamientos productivos, la agricultura, la industria alimentaria, las energías renovables, la industria textil, entre otros.

El pasado año volvió a registrarse una participación record de empresas japonesas en FIHAV, y Japón se hizo presente por segunda ocasión consecutiva con el pabellón más grande de su historia. Son ya 14 las empresas e instituciones japonesas que cuentan con sus Oficinas de Representación en Cuba. La aprobación expedita de las mismas, incluso de manera diferenciada del tratamiento que reciben habitualmente las solicitudes de otros países, atendiendo a la importancia y prestigio internacional y en Cuba del empresariado nipón, necesita ser reciprocada con resultados concretos y avances en los más diversos terrenos.

El intenso programa de estudios de mercado y de visitas de misiones empresariales niponas a Cuba desarrollado en los últimos dos años (sólo entre 2016 y 2017 se registraron más de 250 delegaciones empresariales a la isla), complementados con las acciones realizadas por los organismos y compañías cubanas, unido a la existencia de una cartera de negocios actualizada año tras año (ahora con más de 420 proyectos con sus correspondientes estudios de factibilidad), y la predisposición favorable de las autoridades políticas y gubernamentales de ambos países; permite concluir que las condiciones ya están maduras para comenzar a concretar y materializar resultados.

Con vistas a continuar reforzando, ampliando y profundizando nuestros intercambios económicos bilaterales, se coordinan hoy importantes visitas a Cuba de autoridades del Ministerio de Economía, Comercio e Industria (METI), del Ministerio de Tierras, Infraestructura, Transporte y Turismo (MTITT) y de NEXI para intercambiar sobre la eventual ampliación de las coberturas de seguro para operaciones de corto, mediano y largo plazo, y sobre otros temas relacionados con la dinamización de las inversiones japonesas en nuestro país.

En breve iniciaremos la negociación de la Agenda Económica Bilateral (AEB), según lo acordado en las pasadas reuniones del II Comité Conjunto sector público – sector privado y de la XIV Reunión de las Conferencias Económicas, celebradas en Tokio en noviembre del 2016, que deberá servir como pauta para potenciar aún más las relaciones económicas entre los dos países, y articular los principales intereses y prioridades bilaterales en lo económico.

Su firma, que esperamos tenga lugar en el marco de las reuniones para el III Comité y la XV Conferencia Económica previstas para el segundo semestre, al igual que la celebración en junio de la II Conferencia Público-Privada sobre Infraestructura entre Cuba y Japón, y el inicio de las negociaciones para suscribir un acuerdo APPRI, en correspondencia con la política aprobada finalmente por nuestro gobierno, constituyen pasos esenciales en el camino de concretar las grandes perspectivas y oportunidades que tenemos por delante.

Las recientes visitas a Cuba del Ministro de Estado de Relaciones Exteriores Masahisa Sato y la del Viceministro Parlamentario de Relaciones Exteriores, Mitsunari Okamoto, en el contexto de las celebraciones por el 120 Aniversario de la presencia japonesa en Cuba y la apertura oficial de la Oficina de JICA en La Habana, unida a otras que deberán producirse en ambos sentidos en lo que resta del año, y la celebración el próximo año del 90 aniversario de los vínculos diplomáticos, confirman el positivo momento que atraviesan nuestras relaciones bilaterales, así como las perspectivas favorables para su expansión y consolidación. El aporte de los miembros de esta Conferencia a ese gran objetivo será fundamental para ello.

 

Muchas Gracias.

Categoría
Relaciones Bilaterales