Un grupo de jóvenes, liderados por Fidel Castro, se colocó a la vanguardia de la lucha por la verdadera independencia de Cuba. En el año del centenario del héroe nacional José Martí, el 26 de Julio de 1953, protagonizaron el asalto a los Cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes, en las ciudades de Santiago de Cuba y Bayamo respectivamente.
El asalto al cuartel Moncada concluyó en una derrota militar, sin embargo, tuvo una trascendencia extraordinaria para el pueblo cubano y para el movimiento de liberación nacional que se iniciaba.
Aunque la gesta de ese día terminó en una derrota militar, los hechos que tuvieron lugar fueron trascendentales para el pueblo cubano y para el movimiento de liberación nacional que se iniciaba.
Con esta acción se inició un período de lucha que no terminó hasta la derrota de la tiranía, y creo las bases para la transformación socioeconómica y política que exigía la situación de Cuba.
En su momento, el Comandante en Jefe, Fidel Castro Ruz, sentenció que: “el Moncada nos enseñó a convertir los reveses en victorias…Trincheras de ideas fueron más poderosas que trincheras de piedras…y nos dejó la lección permanente de la perseverancia y el tesón en los propósitos justos”.
El Aniversario 68 del asalto al cuartel Moncada será recordado en Cuba, el próximo 26 de Julio, tal como ocurrió en su auténtico escenario, para rendir homenaje a los caídos en la épica acción dirigida por el joven abogado Fidel Castro Ruz.
Las condiciones de la Covid, no nos impedirá rememorar la poesía “Era la mañana de la Santa Ana”, del Indio Naborí o el poema de Raúl Gómez García “Ya estamos en Combate”, para resaltar la celebración.
La campaña de descrédito contra Cuba, financiada con fondos federales de los Estados Unidos, y del gobierno de la Florida, provocó actos de vandalismo como indica con absoluta precisión el manual de Gene Sharp, una acción bien urdida desde afuera, que contó con alta tecnología, promovida con cientos de cuentas falsas, de bots y trolls, con mentiras y tergiversaciones, para incitar desórdenes y violencia que justificaran una intervención.
La derrota desató la histeria de sus promotores y de sus ideólogos, que de forma deliberada y cruel, dan continuidad a la hostilidad que heredaron del gobierno del presidente estadounidense, Donald Trump, quien identificó a la pandemia de la COVID-19 como una oportunidad para reforzar el genocida bloqueo económico, comercial y financiero.
Las más de 243 medidas aplicadas para asfixiar a la Isla, se mantienen todavía por la presente administración de Biden, que ignora por completo el reclamo mundial de la comunidad internacional que ha demandado en la ONU poner fin al genocidio de seis décadas contra Cuba.
Nuestro pueblo, que ha dado pruebas de heroísmo, de amor y solidaridad, continuará al lado de su Gobierno en defensa de un Estado Socialista de Derecho y Justicia Social, con la capacidad de proteger nuestra nación, nuestra independencia, y nuestra soberanía.
Embajada de Cuba en Dinamarca
@EmbacubaD