Tokio, 14 de mayo de 2019.- El escritor cubano Leonardo Padura, Premio Nacional de Literatura 2012 y Princesa de Asturias 2015, presentó ayer en la sede del Instituto Cervantes de la capital nipona, la versión japonesa de su novela “El hombre que amaba los perros”, cuya traducción corrió a cargo del destacado hispanista nipón Ryokichi Terao.
Durante el coloquio, organizado conjuntamente por el Instituto Cervantes y la Embajada cubana, el director de la prestigiosa institución, Victor Ugarte, dio la bienvenida al destacado escritor antillano, y se congratuló de su presencia en Japón con motivo de tan importante acontecimiento.
Al hacer uso de la palabra, el Embajador cubano Carlos M. Pereira destacó la trascendencia de Padura en el panorama literario de la isla y su amplio reconocimiento a nivel internacional. Asimismo, expresó su satisfacción por el hecho de que el público nipón podrá disfrutar de una de las creaciones más notorias del escritor cubano, la segunda que se traduce al idioma japonés.
Por su parte, Padura disertó ante el público asistente y respondió a preguntas sobre la novela, su estructura y la profunda y exigente investigación histórica que la precedió, al tener que adentrarse en escenarios tan variados y diversos como Rusia, Turquía, Francia, Noruega, EE.UU., México y Cuba, en contextos profundamente convulsos y contradictorios.
"Es una historia que la persona medianamente informada conoce", explicó Padura a los presentes, al tiempo que resaltó como una de las cualidades principales de la obra su juego con los tiempos narrativos, y la alternancia de dos líneas de tiempo reales, las de la vida de Trotski y la de su asesino, con una ficticia, la del escritor cubano que conoce a Mercader en la costa cubana.
El desconocimiento que existía en Cuba sobre la figura de Trotski, así como su visita a la casa donde murió en México, desataron su deseo de relatar la historia de "uno de los asesinatos más escandalosos del siglo XX", precisó el reconocido intelectual cubano. Asimismo, la cercanía de Ramón Mercader a La Habana, su ciudad natal, donde el catalán residió entre 1974 y 1978.
En la presentación, el traductor de la obra, Ryukichi Terao, se refirió al proceso de gestación de la novela que tomó al autor casi cinco años, desde que comenzó a investigar y a acopiar información sobre el tema, así como la ardua construcción de sus personajes.
Aseguró que su labor de traducir al japonés la novela, de 760 páginas, fue "un trabajo placentero" que sirvió para "por fin" traer a Padura a su país.
La edición japonesa de la novela corrió a cargo de la prestigiosa Editorial nipona Suiseisha, y ya se encuentra a la venta en las librerías del país asiático.
Al concluir el coloquio, que contó con una nutrida participación de amigos japoneses familiarizados con el quehacer político y cultural de la mayor de las Antillas, así como de jefes de misiones y representantes del cuerpo diplomático acreditado, miembros de la comunidad cubana residente y del colectivo de la Embajada cubana, buena parte de los asistentes adquirieron ejemplares del libro que les fueron autografiados por el autor.
Como parte de su programa en Japón, Padura impartirá charlas y conversatorios en las universidades de Tokio, Waseda y de Estudios Extranjeros de Kioto. Su estancia concluirá el próximo 18 de mayo con una velada cultural cubana en la sede de Bodeguita Spot, uno de los sitios emblemáticos de la cultura cubana en Japón (Cubaminrex-Embacuba Japón)