¡Que el premio Nobel de la Paz 2020 sea asignado a las Brigadas Médicas Internacionales Henry Reeve!

Por Fanfan la Tulipe – 3 de junio de 2020.

“La tierra es mi patria y la humanidad, mi familia”.

Khalil Gibran.

 

Al César lo que es del César y para las Brigadas Médicas Internacionales Cubanas Henry Reeve lo que sin duda debería ser suyo: el Premio Nobel de la Paz 2020, por su extraordinario, formidable e incansable internacionalismo médico aplaudido en todo el mundo. El espectacular trabajo humanitario realizado por las batas blancas cubanas se remonta a 1963, cuando La Habana envió a Argelia, apenas independiente, su primera "brigada médica cubana en una misión internacional".

Cincuenta y siete años después, en el contexto de la terrible pandemia de COVID-19, Cuba ofreció los servicios de sus brigadas médicas, desde el comienzo, a más de veinte países. Así, acudió a Italia golpeado masivamente por la plaga, un país más rico; le ofreció, como a otros países, asistencia médica gratuita, yendo en la dirección de su proverbial ayuda mutua internacionalista, sin pedir ningún "intercambio político".

El equipo médico compuesto de 36 médicos, 15 enfermeras y un administrador fue enviado a Italia en marzo, a pedido de las autoridades sanitarias de Lombardía, la región italiana con más víctimas. Debía permanecer en el país durante al menos tres meses. "Todos tenemos miedo, pero tenemos un deber revolucionario que cumplir, así que dejamos de lado el miedo", declaró Leonardo Fernández, especialista en cuidados intensivos, durante una ceremonia que tuvo lugar en La Habana antes de la partida del contingente médico.

Este equipo de médicos cubanos enviado a Italia, debe señalarse que ya había tenido experiencia con epidemias causadas por virus extremadamente peligrosos. De esta manera, treinta miembros de la Brigada Henry Reeve fueron movilizados, en 2014, para combatir con éxito la epidemia de Ébola en África occidental. Cuba fue el primer país en responder al llamamiento urgente de las Naciones Unidas y la OMS para ayudar a combatir este flagelo. El coraje y los sacrificios de los médicos que se enfrentaron a esta terrible enfermedad, la mayoría de los cuales eran cubanos, les valió ser elegidos por la revista Time como las personalidades del año 2014.

La llegada de médicos cubanos ha sido ampliamente elogiada en Italia, según el periódico La Croix del mes de marzo. Así, en un editorial para La Stampa, la escritora Antonella Boraveli escribió: "Los turistas occidentales han visitado Cuba con esta superioridad, disfrazada de empatía, que se esconde detrás de pequeñas frases asesinas como: “Mira cómo viven estas pobres gentes". Las pobres gentes ahora somos nosotros. Nosotros Italia, un país rico. Nosotros que no pudimos detener este virus a tiempo […]. Los médicos cubanos que vinieron a arriesgar sus vidas por nosotros fueron recibidos con aplausos, inicialmente inciertos y después abrumadores".

Reconocidos por su competencia, los cuidadores cubanos también han sido llamados al rescate de varios otros países afectados por la pandemia: Jamaica, Chile, Brasil, Nicaragua fundamentalmente. En la misma Francia, los diputados de todas las tendencias políticas han escrito al Primer Ministro Édouard Philippe para pedir, urgentemente, la ayuda de los médicos cubanos. Por lo tanto, es un trabajo médico / sanitario colosal el que los médicos cubanos están haciendo en todo el mundo.

A finales de 2017, 48 000 cooperantes cubanos trabajaban en 66 países del Sur, un número más elevado que el de todos los cooperantes de "países ricos" combinados. En Venezuela, para la misma fecha, la cooperación cubana había salvado 1,5 millones de vidas en doce años. En el mismo año, la Brigada Médica Cubana "Henry Reeve" fue premiada por la Organización Mundial de la Salud por la atención de más de 3 millones 500,000 personas en 21 países. Es un gran logro.

Más de 4 millones de personas necesitadas de 34 países fueron operados de forma gratuita gracias al programa de solidaridad cubano-venezolano "Operación Milagro". Esto es colosal, magistral, para un pequeño país bajo el impacto de un bloqueo económico mortífero, desde hace más de cincuenta años, el más largo de la historia, por la mayor potencia del "mundo libre".

De manera cruelmente irónica, Mario Terán, un suboficial boliviano retirado que había recibido la orden de sus superiores de ejecutar al Che Guevara, custodiado en la pequeña escuela de La Higuera, pudo beneficiarse del programa "Operación Milagro", en su propio país. Vivía en el anonimato más completo en Santa Cruz, en la miseria total; había perdido la vista, víctima de una catarata para la que no había podido buscar tratamiento por falta de recursos.

En su edición del 15 de marzo de 2015, Cuba Coopération France reportó: "Desde su nacimiento en 2005, por iniciativa del líder histórico de la Revolución cubana, Fidel Castro, la Brigada Internacional de Médicos Cubanos especializada en situaciones de desastres y graves epidemias Henry Reeve, escribió extraordinarias páginas de amor, dignidad humana, internacionalismo."

En 2005, la brigada trató a miles de pakistaníes víctimas del terremoto del mes de octubre y a los damnificados de la temporada de ciclones en América Central. Las "batas blancas" de esta brigada, médicos y enfermeras, permanecieron en Chile durante 8 meses después del terremoto en 2010. Habían llegado pocas horas después de la solicitud de ayuda médica hecha por el gobierno chileno.

Los cooperantes cubanos fueron los primeros en llegar y los últimos en abandonar Chile. "Dejaron tras ellos el amor de un pueblo que les agradecía su dedicación sin límite y que no quería verlos partir". En Haití libraron una verdadera batalla, primero después del fuerte terremoto de 2010 que causó unas 300 000 muertes, luego contra la epidemia de cólera. El presidente fascista de Brasil, Bolsonaro, quien al llegar al poder había considerado indeseable la presencia de la misión médica en su país tuvo que, forzado por la expansión incontrolable del coronavirus, llamar a los médicos cubanos a socorrerlo[1].

En una conferencia en la Facultad de Derecho en 2003, en Buenos Aires, Fidel Castro afirmó: "Nuestro país no lanza bombas contra otros pueblos [...] ¡Médicos, no bombas! Dos años más tarde nacía el contingente internacional de médicos especialistas en catástrofes y epidemias graves Henry Reeve. Desde entonces, terremotos, ciclones, lluvias torrenciales y epidemias han afectado los países de varios continentes, entre otros, Pakistán, Indonesia, Chile, Ecuador, Venezuela, Bolivia, Nicaragua, Haití, Nepal, Guinea, Liberia y Sierra Leona. Un gran número de habitantes afectados fueron atendidos por el contingente, que respondió  a la llamada desde el primer momento.

Decir que Cuba había ofrecido los servicios de la Brigada Reeves a los Estados Unidos durante el desastre climático en Nueva Orleans causado por el huracán Kathrina. El gobierno de los Estados Unidos había dejado en el abandono, en la más grande angustia, a la población pobre, mayoritariamente negra, de esta ciudad. El contingente internacional Henry Reeve podría haber sido un aporte inestimable para ayudar a salvar vidas. Pero, por innoble, baja mezquindad política y cruel inhumanidad, el gobierno estadounidense de entonces trágicamente rechazó el ofrecimiento de Cuba.

Los cooperantes cubanos de la salud han dejado una huella imborrable en muchos países del mundo. Gracias a su trabajo dedicado allí donde los necesitamos, en medio de situaciones dramáticas, han salvado innumerables vidas y han devuelto la esperanza a numerosas personas. Además, señala la asociación francesa Cuba linda, hace algunos años, a nadie le sorprendió la decisión unánime de la Conferencia Anual de sindicalistas noruegos de proponer como candidato al Premio Nobel de la Paz 2015, a la Brigada Internacional de Médicos Cubanos especializada en situaciones de desastre y graves epidemias, Henry Reeve. Esto fue en el contexto de su presencia en África Occidental para luchar contra el virus del Ébola.

Este ejército de batas blancas, lo vemos solicitado en todas partes, hoy empeñado en la batalla contra el Covid-19 en diversos países. Hasta el 1ro de mayo, más de 1 450 miembros del personal médico cubano combaten la Covid-19 en 21 países: Sudáfrica, Angola, Antigua y Barbuda, Barbados, Belice, Cabo Verde, Dominica, Granada, Haití, Honduras, Italia (Lombardía y Piamonte), Jamaica, Nicaragua, Principado de Andorra, Qatar, San Cristóbal y Nieves, San Vicente y las Granadinas, Santa Lucía, Surinam, Togo y Venezuela. Cuba comparte lo que tiene, sin esperar nada a cambio, incluso con países con orientaciones políticas diferentes. Esto es porque su personal de salud, altamente calificado técnica y profesionalmente comparte una noble ética: defender la vida humana.

La comunidad internacional es testigo de la solidaridad de los profesionales de la salud que dejan su país para brindar servicios y compartir experiencias en otras partes del mundo. En la actualidad, además de su misión de ayudar a combatir el  Covid-19, los médicos y enfermeras en Cuba participan en casi 70 misiones en diferentes países del mundo. También, numerosas asociaciones están  pidiendo que se otorgue el Premio Nobel de la Paz a las brigadas médicas cubanas del contingente Henry Reeve, por su enorme contribución a la lucha mundial contra la pandemia del Covid-19.

Además, la iniciativa de nominar a la Brigada Henry Reeve para el Premio Nobel de la Paz, la cual aparecía en las redes sociales desde marzo, se ha materializado en grupos de amistad y solidaridad con Cuba, como la Asociación Cuba Linda; la Asociación Francia-Cuba y Cuba Cooperación de Francia; el Círculo de Granma en Italia; la página creada en la red social Facebook, a nombre de los grupos de solidaridad griegos, por el amigo excepcional de Cuba Velisarios Kossivakis, bajo el nombre de "Premio Nobel para los médicos de Cuba", que tiene más de 13 000 seguidores en Grecia y decenas de miles de mensajes e interacciones; el Comité Internacional para la Paz, Justicia y Dignidad de Brasil; Cubanismo de Bélgica; el Movimiento de Solidaridad y Amistad Mutua Venezuela-Cuba; la Sociedad de Amistad Australia-Cuba, una rama de la ACFS WA; la Asociación de Solidaridad Árabe-Latinoamericana José Martí, del Líbano; y Madres Sabias de España.

Igualmente firmaron la iniciativa de nominación de la Brigada Henry Reeve para el Premio Nobel de la Paz alrededor de 40 organizaciones europeas:

La Unión Departamental de la CGT de Bouches-du-Rhône, el Comité de Toulouse Francia Cuba; por España, Euskadi Cuba, CubainformacionTV, los Comunistas de Cataluña; y por Italia, la Asociación Nacional de Amistad Italia-Cuba, Cuba Cooperación Francia, Cuba Sí Francia, Ardennes-Cuba, Solidaridad Montpellier- Cuba, el Círculo Bolivariano de París, el Colectivo Alba-Francia, Les Enfants de Cuba Marseille, Raíces Cubanas, la ARAC-Cuba-Solidaridad, el Grupo de Amistad Francia-Cuba en la Asamblea Nacional y el PRCF Partido Comunista Revolucionario de Francia.

Los Amigos de Cuba en Charente-Marítimo, el Movimiento contra el Racismo y por la Amistad entre los Pueblos (MRAP), el Comité Parisino de Solidaridad con Lula, el Grupo Comunista y la Célula del Partido de los Trabajadores Brasileños en París, el Comité Internacional de Paz, Justicia y Dignidad de los Pueblos, el Grupo de Apoyo a Cuba (Irlanda) y la Asociación Valenciana de Amistad con Cuba José Martí (España).

Como escribió recientemente Salim Lamrani: "Los pueblos del Norte descubren con asombro que un pequeño país caribeño, constantemente vilipendiado y calumniado por los poderosos por haber cometido el pecado imperdonable de hacer una distribución más equitativa de la riqueza nacional, es el líder mundial en solidaridad médica con presencia en más de cincuenta países... [Y] la primera potencia del mundo en términos de solidaridad. ... Aquellos que tienen en el corazón amor por los oprimidos, aquellos que se preocupan por el destino de los pobres, aquellos que creen que la felicidad solo puede ser colectiva, merecen el reconocimiento de la humanidad y el Premio Nobel de la Paz”.

¡Deseamos sinceramente que el Premio Nobel de la Paz 2020 sea asignado a las Brigadas Médicas Internacionales Henry Reeve! ¡Y qué viva la Revolución cubana!


[1] Se refiere a más de 150 médicos cubanos de aquellos que permanecieron en Brasil luego de que en 2018 se pusiera fin al Programa Más Médicos, lanzado por la presidenta Dilma Rousseff en 2013 para brindar atención médica a la población más desfavorecida de Brasil, debido a las infundadas y duras críticas del ultraderechista Jair Bolsonaro contra dicho programa. Bolsonaro llegó a cuestionar la capacidad y formación de los especialistas cubanos. Si bien la mayoría de los médicos regresaron a Cuba una vez finalizado el programa, muchos decidieron quedarse en Brasil, donde se habían casado y comenzado una familia. En una resolución publicada el lunes 18 de mayo, el gobierno brasileño dio a conocer el nombre de los médicos cubanos autorizados a incorporarse nuevamente al programa luego de que, en un inicio, les habían retirado su licencia, y en momentos en que el sistema de salud brasileño se encuentra al borde del colapso por la pandemia del Covid-19.

 

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Cooperación
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