JAPÓN, 26 de febrero de 2018. - El Comité de Solidaridad con Asia, África y América Latina de Japón (AALA, por sus siglas en inglés) y su capítulo de Osaka, encabezados por sus principales directivos, Yasuhiro Tanaka y Michihiro Hasegawa, respectivamente, ratificaron la solidaridad y el apoyo a Cuba, Venezuela y demás gobiernos de izquierda de la región, sometidos al hostigamiento y a la guerra económica y mediática promovida y auspiciada por el gobierno de Estados Unidos.
Durante un seminario organizado el pasado 23, con la presencia de más de 350 afiliados de esa organización, se abordó la situación actual en la región, así como los principales desafíos que enfrentan los gobiernos y las fuerzas progresistas, ante la ofensiva desatada por la Administración del Presidente Trump, en contubernio con algunos gobiernos de derecha.
Las palabras inaugurales del Foro estuvieron a cargo del Embajador del profesor de la Universidad de Kansai, Makoto Azisaka, miembro de la directiva de AALA Osaka, quien destacó la celebración del evento como una excelente oportunidad para dar a conocer a la opinión pública nipona sobre la realidad de lo que acontece en la región, y en particular, en países como Cuba, Venezuela y Nicaragua, convertidos en blancos de la política intervencionista de la actual Administración Trump.
Por su parte, Michihiro Hasegawa, Director de AALA Osaka, reiteró el irrestricto apoyo de los miembros de su organización a la batalla que libran Cuba, Venezuela, Nicaragua y demás gobiernos progresistas en defensa de su soberanía y autodeterminación.
El programa del evento incluyó disertaciones de los embajadores Carlos Miguel Pereira Hernández y Seiko Ishikawa, de Cuba y Venezuela respectivamente, y un mensaje escrito del Embajador de Nicaragua, Saúl Arana.
El primero en hacer uso de la palabra fue el Embajador cubano, quien recordó que la región ha estado sometida a un permanente y pujante cambio en los últimos 20 años, que ha redefinido sustancialmente el mapa geopolítico regional, con avances innegables en materia de redistribución de la riqueza social, la lucha contra la pobreza extrema, la recuperación del papel regulador del Estado, la ampliación de los derechos de las vastas mayorías, y la recuperación de la soberanía y de la solidaridad política.
En su presentación, precisó también que la derecha regional, con el decisivo apoyo de Estados Unidos, redobló sus esfuerzos por recuperar el espacio perdido, acudiendo a todos los medios posibles, incluyendo la estafa de las voluntades electorales mediante el acoso mediático y la distorsión de la verdad. Destacó la conformación de coaliciones con apoyo internacional, recursos ilimitados y financiamiento externo, y un discurso que pretende deslegitimar la década ganada para las mayorías sociales y populares de la región.
El diplomático cubano recordó antecedentes importantes de la llamada restauración conservadora, como el fallido golpe de Estado en Venezuela en el 2002, los intentos desestabilizadores en Bolivia y en Ecuador en el 2008 y 2010, los golpes en Honduras y Paraguay en 2009 y 2012 respectivamente, el golpe parlamentario en Brasil en el 2016, así como el actual acoso y boicot económico y mediático contra Venezuela, los intentos de “criminalización” de líderes progresistas, los intentos de destruir a UNASUR y de neutralizar a la CELAC y al ALBA/TCP, a partir del supuesto fracaso del modelo económico de izquierda y de una pretendida falta de fuerza moral de los gobiernos progresistas.
Pereira rechazó la tesis del llamado “fin del ciclo progresista” en la región, que algunos tratan de acuñar para explicar los triunfos de la derecha en algunos países y el ascenso de un gobierno de centro-derecha en Brasil tras la amañada destitución de su presidenta, y recordó que las últimas elecciones en Honduras, cuyos resultados ni siquiera han podido ser respaldados por la OEA, dieron inicio a un megaciclo electoral de dos años en los que 12 países de América Latina celebrarán elecciones para elegir a sus respectivos presidentes.
“Los procesos electorales en países como Venezuela, Colombia, Brasil, México y otros, previstos para este año y el próximo, más allá de sus particularidades, colocan en cuestión la continuidad o el cambio de los gobiernos actuales y la correlación de fuerzas entre la izquierda y la derecha en el conjunto del continente”, aseveró el diplomático antillano.
Respondiendo a preguntas formuladas por los participantes, el jefe de la misión diplomática cubana en Tokio llamó a tener en cuenta además las limitaciones de carácter estructural e internacional que estos procesos han tenido que enfrentar, unido al hecho de tener que actuar en los marcos de un sistema político diseñado para prolongar los privilegios de las oligarquías subordinadas al imperialismo y no precisamente para acometer profundos cambios sociales.
Pereira denunció asimismo los intentos de la actual Administración estadounidense para fabricar un frente común contra la patria bolivariana, así como revivir la "Doctrina Moroe" con su filosofía de desunión y de muerte. Alertó sobre el peligro real de una intervención militar en Venezuela, promovida y aupada por Estados Unidos, con la posible complicidad de gobiernos de derecha en la región, invocando el derecho internacional humanitario y una supuesta crisis humanitaria en ese país, que intentar imponerse al mundo como matriz mediante el bombardeo mediático sistemático de noticias falsas y de desinformación.
Al respecto, señaló que “el desplazamiento hacia la derecha en el escenario político regional hace más complejo el accionar de los gobiernos de izquierda de la región, pero no impide su actuación coordinada en defensa activa de la Revolución Bolivariana y de los gobiernos progresistas de la región".
El Embajador de Nicaragua, Saúl Arana, en su mensaje a los participantes en el evento, dio la bienvenida al simposio, agradeció la solidaridad de organizaciones como AALA, que ha mantenido en alto la antorcha de la paz, la unidad y la solidaridad, y ratificó el compromiso de su país en favor de un mundo más justo, equitativo y solidario, en el cual la solidaridad prevalezca como norma de convivencia para todas las naciones.
Por su parte, el Embajador Sheiko Ishikawa de Venezuela se refirió en su ponencia sobre la situación venezolana, a los continuos ataques contra la Revolución Bolivariana desde la llegada al poder del Presidente Hugo Chávez, la cual señaló “ha sufrido de manera incesante, planificada, sistemática y continúa, cualquier cantidad de agresiones desde todo punto de vista, en los terrenos político-diplomático, económico y muy especialmente en lo mediático”.
El diplomático venezolano rechazó los argumentos esgrimidos por Estados Unidos al considerar a su país una amenaza y expuso a los presentes las verdaderas razones por las cuales la actual Administración Trump persiste en agredir a Venezuela, entre ellas sus grandes reservas petroleras y su posición geopolítica.
Denunció asimismo el acoso múltiple contra su país, intensificado tras la muerte del Presidente Chávez en el 2013 y el triunfo legislativo de la oposición en el 2015. Se refirió asimismo al apoyo público del Secretario de Estado estadounidense Rex Tillerson, a favor de un cambio de régimen en su país, las acciones implementadas por Estados Unidos y la oligarquía colombiana contra la mesa de diálogo en República Dominicana entre el gobierno y la oposición y a la cruzada del actual Secretario General de la OEA, Luis Almagro contra Venezuela.
Por último, al resaltar el positivo papel que ha desempeñado Cuba en defensa de las causas justas, Yasuhiro Tanaka, presidente de AALA Japón, destacó las estrechas e históricas relaciones que unen a su organización con Cuba, Venezuela y demás países progresistas de la región.
AALA, fundada en 1955, es una institución con estatus de observador en el Movimiento de Países No Alineados, que cuenta con 41 filiares a nivel de todo el país y una membresía superior a los 3 mil