El ministro de Comercio y de Turismo de la República de Djibouti, Sr. Mohamed WARSAMA DIREH, acompañado de varios de sus colaboradores, recibió hoy en su gabinete al embajador cubano Marcelo Caballero Torres.
En el encuentro, que transcurrió en un ambiente amistoso, el ministro se interesó por el desarrollo y funcionamiento de la industria turística de la Isla; los principales países emisores de turistas; las capacidades hoteleras; las posibilidades de que Cuba pueda ofrecer asesoría para el desarrollo del turismo incipiente de Djibouti.
“Se abre una nueva vía de cooperación”. A esa conclusión arribaron los dos interlocutores luego de concluir el fructífero intercambio.
El Sr. WARSAMA DIREH estuvo en una ocasión de visita en Cuba a principio de diciembre del año 2019, entonces en calidad de ministro de Salud, y manifestó el interés de regresar de nuevo para establecer algún tipo de cooperación, esta vez en la esfera del turismo.
Djibouti, pequeño país situado en el Cuerno de África, tiene una superficie total de 23.200 km2 y menos de un millón de habitantes. Hay pocos países que reúnan en tan poco espacio paisajes tan surrealistas como los de Djibouti. En él se encuentra uno de los cuerpos de agua más salados del mundo, el bajo lago Assal, en el desierto de Danakil. Un país realmente auténtico, lleno de sorpresas y fuera de los circuitos turísticos convencionales.
Pero el turismo en Djibouti solo representa el 3% del producto interno Bruto (PIB). Y aunque tiene mucho que ofrecer a los turistas, es necesaria una inversión significativa en infraestructura y complejos turísticos para atraer visitantes y diversificar la economía.
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