Saludo de Cuba a la 45ª edición del Festival de las Artes y la Culturas Negra, (FESTAC)

Nigeria, 7 de diciembre de 2022- Cuba y la Casa de las Américas saludan esta nueva edición del Festival de las Artes y la Culturas Negra, FESTAC, una fiesta de las culturas africanas que, 45 años después de su primera convocatoria, continúa apostando a consolidar los intercambios entre África y sus diásporas a través de las artes, la literatura, las ciencias sociales y las humanidades.

Los diálogos interculturales entre la Isla y África datan de hace casi un siglo, cuando placas de acetato de las más afamadas orquestas de música popular cubana comenzaron a llegar a los territorios coloniales del continente, en las valijas de estudiantes, intelectuales y artistas africanos que regresaban a casa desde Europa y Norteamérica. La historiografía musical de nuestro país resalta, de manera especial, la contribución de Arsenio Rodríguez, compositor, arreglista y director de orquesta quien, a finales de los años treinta, comenzó a incorporar el kikongo a algunas de sus letras musicales hasta grabar un disco, en 1963, enteramente dedicado a la africanidad cultural cubana. Su familiaridad con esa lengua de origen bantú se debió a la labor paciente de uno de sus abuelos, un adolescente secuestrado y trasladado a Cuba en condición de esclavizado en el siglo XIX y que, muchos años después, inculcó a sus descendientes el amor y el respeto a sus orígenes.

En los años treinta del pasado siglo, africanos y caribeños de diferentes islas bailaron el son, junto a los cubanos, en sitios como La Cabane Cubaine, un centro nocturno del popular barrio de Montmartre, en París; admiraron la excelencia vocal de Rita Montaner; o construyeron sus primeras representaciones de Cuba bajo la impresión de la pintura de Wifredo Lam. Pero lo más trascendente para todas esas personas fue el descubrimiento de las afectuosidades y sensibilidades que nos enlazaban como una gran familia panafricana, a pesar de las políticas coloniales y divisionistas de las antiguas metrópolis.

Después de 1959, el diálogo entre Cuba y África se hizo más fluido y colectivos artísticos emblemáticos, como el Conjunto Folklórico Nacional y la Orquesta Aragón, encabezaron un reencuentro que nutre y sostiene nuestras culturas nacionales, como poderosos ríos que marchan al encuentro de un mismo mar.

La política cultural de la Revolución Cubana estimuló el conocimiento de la literatura africana. El bebedor de vino de palma, la primera obra publicada apenas diez años después del triunfo, corresponde, precisamente, a un autor nigeriano: Amos Tutuola. También constituyeron acontecimientos relevantes dentro de la política editorial cubana la publicación de un tomo de Poesía anónima africana y sendas antologías, con poemas traducidos del francés y el portugués por Rogelio Martínez Furé, Premio Nacional de Literatura de Cuba y participante, en 1977, en la primera edición de Festac. Este sabio y verdadero griot cubano completó su esfuerzo difusor del pensamiento africano con Pequeño Tarikh. Apuntes para un diccionario de poetas africanos, obra que recoge, en más de tres mil entradas y varios idiomas, los nombres de poetas, filósofos, narradores y ensayistas del continente madre, desde la Antigüedad hasta nuestros días.

En el ámbito musical, las innovaciones protagonizadas por la primera generación de músicos cubanos formados por la Revolución, incorporaron instrumentos de antiguo uso ritual, así como elementos rítmicos y armónicos de matriz africana para producir sonoridades nuevas, en diálogo incesante con las restantes músicas del mundo. Estos procesos creativos –muy perceptibles en la discografía de agrupaciones como Irakere, Síntesis y Oru–, son similares a los que llevan a cabo los músicos africanos contemporáneos.

Durante más de cinco décadas, las políticas públicas de la Revolución Cubana y las de las nuevas repúblicas africanas han coincidido en el reconocimiento de la cultura como arma estratégica para la emancipación. Hoy nuestras útiles y estimulantes experiencias de intercambio se extienden al cine, las artes visuales, la enseñanza artística, la preservación del patrimonio cultural y muchas otras áreas en las que la cooperación fortalece nuestra identidad panafricana y, con ello, nuestra resiliencia frente a nuevas estrategias de colonización.

Casa de las Américas

Diciembre 6 de 2022

(Embajada de Cuba en Nigeria)

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