Tokio, 21 de enero de 2019-. En la jornada de ayer la ciudad de Nagoya acogió un espectáculo desbordado de cubanía, cuando la compañía “Hermes Dance Company” protagonizó una “Noche de Bailes cubanos y árabes”, una magistral fusión de la música y danza de origen cubano y árabe, regiones que, aunque distantes, comparten y entremezclan influencias.
La ocasión fue propicia para celebrar el aniversario 17mo del proyecto cultural de Hermes Marrero Cabadilla, fundador y director de la compañía danzaria, y quien por más de 20 años, ha promovido la cultura cubana y en particular sus bailes, ante el público japonés y en especial, en la ciudad de Nagoya, la cuarta más grande del país y capital de la prefectura de Aichi.
El embajador cubano, Carlos Miguel Pereira Hernández, felicitó a Hermes y al resto de su colectivo por el éxito del espectáculo, y abogó por que tan hermosa iniciativa se repita en años venideros para disfrute de todo el público nipón. Estuvieron además presentes autoridades del gobierno local y directivos del equipo Dragones de Chunichi, franquicia de béisbol de la ciudad y donde volverán a militar en la próxima temporada destacados peloteros cubanos.
La actividad rindió homenaje también a la amistad entre Cuba y Japón, cuando se conmemora este año el aniversario 90 del establecimiento de sus relaciones diplomáticas.
Los músicos cubanos residentes Alexander Laborde y Carlos Céspedes se unieron a la velada y ofrecieron a los asistentes una muestra del contagioso ritmo de la Mayor de las Antillas.
El evento evidenció una vez más el valor de la cultura como puente para acercar a nuestros pueblos, propósito en el que la comunidad cubana residente en Japón y varios de los destacados artistas que la integran, continúan aportando significativamente. (Embacuba Japón)