En su ensayo de 1987, en el que el Premio Nobel colombiano Gabriel García Márquez describe al líder cubano Fidel Castro con tanta ternura como se escribiría sobre un amigo cercano, el autor opta por terminar con la siguiente frase: "Una tarde, mientras tomaba lentas cucharadas de su helado de vainilla, me pareció tan agobiado por el peso de numerosos destinos extranjeros, tan alejado de sí mismo, que por un momento me pareció diferente de lo que siempre había sido. Luego le pregunté qué es lo que más le gustaría hacer en el mundo, e inmediatamente respondió: “Pararme en una esquina'".
Aunque ya han pasado casi seis años desde que pasó a la eternidad, cada 13 de agosto Fidel parece seguir reuniéndose y reuniendo “en una esquina” a cubanos llegados de distintas direcciones y conversar con ellos sobre todo lo importante para su vida y su país.
Lo mismo sucedió el 13 de agosto de este año, cuando se cumplen 96 años del nacimiento de este hombre trascendental que convirtió a la pequeña Cuba en un factor global, el último estratega y pensador de tal envergadura entre los políticos mundiales.
Los cubanos, para quienes sigue siendo un vivo eje de coordenadas morales, inevitablemente rompieron su memoria esta vez por la fuerte ola de solidaridad que unió a la sociedad en los últimos diez días ante la necesidad de superar un cruel accidente que asoló al país. Se trata de un incendio sin precedentes, provocado en instalaciones de almacenamiento de petróleo cercanas a la ciudad de Matanzas tras la caída de un rayo en la zona la noche del 5 de agosto. Con la decidida movilización de toda la sociedad cubana y con la ayuda de equipos especiales enviados desde Venezuela y México, el desastre ha sido superado y se trabaja para recuperarse de los daños.
Así calificó el artículo "La era postcastrista" de la publicación cubana "Cubadebate" la conexión entre este nuevo siniestro en Cuba y la conmemoración de Fidel : "Cubanos de todas las edades, que salieron a enfrentar el accidente, sin importar los riesgos , mencionaban su nombre sin cesar, como si estuviera con ellos. Nuestros detractores de afuera siempre están esperando que nuestro pueblo los culpe por lo que nos falta (tecnología, consumibles, bienes, lujos...), por todo ese sinfín de cosas, cuya falta casi nos mata por el bloqueo. Pero el nombre de Fidel se menciona en otro contexto, cuando hablamos de todo lo que tenemos (salud, educación, cultura, ciencia, conciencia, valentía, unidad) y eso nos salva”.
El artículo recuerda que los vaticinios de los enemigos de la revolución sobre la "era postcastrista" solo hicieron reír a Fidel, y resume: "Lo mejor de la "era postcastrista" es que tiene muchos nombres y una variedad infinita. de genes: de blancos, mulatos y negros, de mujeres y hombres, de jóvenes y viejos. A profesionales, trabajadores, intelectuales, artistas, deportistas, campesinos, empresarios autónomos, inversores extranjeros, incluso emigrantes de todas las épocas. Fidel también dijo que la política es un juego de ajedrez de 500 piezas. No cabe duda que su partido más brillante fue arraigar la unidad como destino irrenunciable de nuestro pueblo en la "era postcastrista". Mate".
En los días cercanos al 13 de agosto, Fidel habló simbólicamente desde "una esquina" y muchas personas en toda América Latina y el mundo honraron su memoria, porque su legado ideológico e intelectual sigue emocionando y siendo actual. La mayoría de las columnas que escribió en sus últimos años bajo el título general de "Piensas" describen con perspicacia los problemas y desafíos que enfrenta la humanidad hoy en día. Al mismo tiempo, la mirada de Fidel ha trazado caminos humanos y solidarios para buscar soluciones que salven al planeta tanto de los desastres naturales como de la locura militar.
Si volvemos nuevamente a Márquez, uno puede recordar otra de sus descripciones de Castro: como "un antidogmático absoluto cuya imaginación creativa vaga por el infinito de lo herético".
El 13 de agosto del presente año fue inaugurada una librería en el Centro de Investigaciones "Fidel Castro Ruz" de La Habana , que ofrecerá publicaciones sistematizando los artículos y discursos del líder de la revolución cubana. Y esta es una tarea verdaderamente ambiciosa, porque hasta el momento no se han recopilado en ediciones separadas. El propio Fidel nunca quiso publicar volúmenes de sus escritos, como sí lo hicieron otras altas figuras que conocemos del antiguo campo social. También insistió explícitamente en que no se erigieran monumentos en su honor, ni calles e instituciones llevaran su nombre. Incluso sobre su tumba en Santiago de Cuba no hay nada más que una imponente piedra monolítica con la lacónica inscripción "Fidel".
Con motivo del 96 aniversario del natalicio de Fidel Castro, ante su sencilla tumba en Santiago de Cuba fueron depositadas ofrendas florales.
Para la creación y denominación del Centro de Investigaciones "Fidel Castro Ruz", el Parlamento cubano adoptó una ley especial a fines de 2016, en la que se le asignó este nombre como una excepción, sólo porque indica de hecho el objeto de la institución y su actividad. Y porque el estudio del legado ideológico de Fidel se realiza en el contexto del papel histórico y desarrollo actual de la Revolución Cubana.
También era simbólico ahora celebrar el 96 aniversario del natalicio de Castro en Colombia, país donde vivió una importante catarsis en 1948, acudiendo allí a participar en un foro estudiantil y cayendo en un torbellino de dramáticos enfrentamientos por el asesinato de un popular local político. En su histórica entrevista con el publicista hispano-francés Ignacio Ramonet, publicada como un grueso libro bajo el título “Cien horas con Fidel”, el líder cubano presta especial atención a su experiencia colombiana y su influencia en su posterior desarrollo político.
Atormentada por casi seis décadas de violencia y una guerra civil no declarada, Colombia ahora está pasando una nueva página con el primer presidente de izquierda en la historia del país, el ex guerrillero Gustavo Petro, quien acaba de asumir el cargo. Y Cuba, que en 2016 ya fue sede de históricas conversaciones de paz entre las fuerzas opuestas en Colombia, ahora se prepara nuevamente para un papel de mediador en la próxima ronda de conversaciones similares entre la Bogotá oficial y otro grupo armado.
El camino de la paz, el diálogo y la fraternidad latinoamericana, trazado por Fidel con especial amplitud en sus últimos años de actividad, continúa...