Desde los diferentes territorios del país, el pueblo cubano suma voces para expresar su sentir y tributo al líder indiscutible de la Revolución.
Armando Benito Sáez, periodista del semanario 5 de Septiembre de Cienfuegos y secretario de su núcleo del Partido: “La pérdida es irreparable para nuestro pueblo. Se va el líder, el padre, el hermano, el amigo de todos los cubanos, a quienes nos enseñó a amar y defender la Patria, por arriba de todo. Fue carta náutica, bitácora, capitán en la travesía de nuestro país hacia el Socialismo.
“Los cubanos, dolidos en lo más hondo de nuestro pecho, lo echaremos en falta cada día, pero su ejemplo imperecedero nos alentará a continuar el camino, acumulando victorias, defendiéndonos del enemigo y buscando un mejor mañana para nuestro pueblo y el mundo”.
Lisandra Martínez Acea, trabajadora bancaria de 23 años: “La juventud cubana, por la cual tanto hizo, pierde a su Comandante en el plano físico, pero lo ganará minuto a minuto preservando su legado inmenso en todos los órdenes: ético, moral, patriótico. Observar su actitud será un espejo ante el cual mirarnos para ser mejores y más comprometidos.
“Fidel es y será clarinada, guía, sentimiento de fe en la victoria. Combatió contra todo lo malo de este mundo, incluido el racismo. Por eso se respeta tanto, por eso se le ama de esa manera y tiene tanta importancia proseguir su obra dentro de las nuevas generaciones”.
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Consternación y profundo dolor pudieran ser palabras que describan el reflejo en los rostros de tuneros y tuneras. La inesperada noticia golpeó a todos, y aunque la certeza de su veracidad era innegable, algunos se negaron a creerla. A sus noventa años, falleció quien ha pasado a la historia como uno de los más grandes hombres que jamás parirá la humanidad, Fidel Castro Ruz.
Visiblemente afectada trabajadora de la unidad de alimentos Nuevo Éxito se esfuerza por cumplir con sus tareas cotidianas. Sin embargo, cuando me acerco en busca de sus palabras a penas puede contener el llanto.
“Yo lo supe en el mismo instante en el que dieron la noticia y desde ese momento no pude dormirme. Aun de madrugada toqué la puerta de mi vecina para pedirle flores para él, para mi “viejito querido”, porque así yo lo siento, como un padre. Desde lo más profundo de mi corazón te digo que no me cabe en el pecho tanto dolor. Decir Fidel es decir Cuba, decir hermano, decir el mundo.”
Iraida Martínez Duardo, profesora jubilada camina lentamente por la calle tratando de procesar aun la noticia que la tiene consternada. “Es como si hubiera recibido un enorme impacto, y sé que no fui solo yo, fue todo nuestro pueblo, fue el mundo. Estoy segura de eso por lo que representa Fidel, por sus ideales de lucha, por ser tan solidario y humano. Nos enseñó a darlo todo por otras naciones y esta pérdida ha sido irreparable, sobre todo porque a sus noventa años, conservaba la misma lucidez y espíritu que lo distinguieron siempre. Ahora nos corresponde seguir adelante con su obra, pero este día el pueblo de Cuba nunca lo va a olvidar. Yo, nunca lo voy a olvidar.”
Sus compañeros de trabajo lo llamaron muy temprano, intentando compartir la tristeza, así comenzó el día para Eberto Estrada Sao, director del Instituto Provincial de Meteorología.
“Cuando conocimos de la desaparición física del Comandante en Jefe Fidel Castro nos sentimos muy tristes y ese sentimiento se compartió tanto en el centro de trabajo como en nuestros hogares. Esta es una pérdida muy sensible para el pueblo de Cuba, pero sus ideas, sus razones de lucha y su concepto de Revolución seguirán adelante, en las manos del General de Ejército Raúl Castro, que contará con el apoyo y consagración de todo el pueblo cubano.”
“El mejor homenaje que le podemos rendir es el compromiso constante con el avance de nuestra sociedad. Debemos recordarlo siempre como un hombre de bien, de respeto, digno de estos tiempos, líder indiscutible de la Revolución Cubana, de América y del mundo. De cierta forma ahora se multiplicará en cada cubano que se sienta digno continuador de su obra.”
En la mañana de este sábado las educadoras del Círculo infantil Volodia compartieron un sentimiento inexplicable.
“Conocer de la muerte de Fidel – explica Delia Rivero Tour, una de ellas- me produjo un dolor incomparable, una tristeza inmensa, porque él es para nosotros y para el mundo, un ídolo, algo muy especial. Yo no encuentro las palabras correctas para poder expresar lo que significa esta pérdida. Creo que a partir de ahora, nos corresponde mantenerlo vivo, en el corazón de estos pequeños que no tuvieron el privilegio de conocerlo como lo hicimos nosotros. Yo siempre recuerdo su sensibilidad hacia los niños con una frase muy linda suya que dice que “un niño sano lo merece todo, enfermo lo merece más”. Creo que esas palabras dicen mucho del hombre que fue Fidel.”
María Elena Botello Rivero también educadora del mencionado círculo infantil también quiso expresar su sentir.
“Lo que yo sentí al conocer la noticia no puedo expresarlo con palabras porque es un sentimiento demasiado grande. Yo creo que él ha sido una persona especial en la vida de todos los cubanos y cubanas. Hombres como él nacen pocos en el mundo y por siglos se hablará de su grandeza, de su dignidad. Pero sabemos que sus ideales y sus doctrinas jamás morirán, porque estará presente en nuestros corazones. La figura de Fidel quedará siempre grabada en la historia.”
Para Zulema Hernández Silva directora del círculo infantil Volodia, el amanecer de este 26 de noviembre fue muy triste. “Yo creo que es como una especie de padre para todos. Cerca de las cinco de la mañana sentí el murmullo en el barrio y cuando lo escuché traté de convencerme de que era mentira. Voy a donde está mi esposo y le digo, enciende el televisor porque no creo la noticia y cuando lo vimos fue muy duro para nosotros. Unos minutos después llegó a nuestra puerta la organizadora de los CDR, desconsolada, y la abracé y le dije, es muy duro, pero tenemos que seguir adelante, porque sus ideales tienen que pervivir en las presentes y futuras generaciones de cubanos.
Este pueblo, “enérgico y viril” hoy se permite llorar. No para hacer temblar a la injusticia, sino para decirle un hasta siempre a su eterno comandante, para decirle al gigante del turquino que descanse en paz, porque los herederos de su obra, jamás la dejaremos morir.
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El fallecimiento de Fidel ha sido una noticia muy triste y dolorosa para mí. Yo nací en el campo y gracias a Fidel y la Revolución me hice periodista, dice a Granma Antonio Marrero Duvergel, corresponsal de Radio Rebelde en Guantánamo.
Para mí Fidel ha sido el más grande estadista de la historia: estratega militar, político insuperable, conductor de multitudes, estudioso insaciable, conocedor de la ciencia, la economía, el deporte, la cultura, el medio ambiente, excelente orador… paradigma mundial del internacionalismo y con un corazón que siempre latió al lado de los pueblos, de los desposeídos. Por todo ello su obra ha trascendido a todo el orbe y perdurará eternamente entre los revolucionarios.
La mejor manera de rendirle homenaje, de recordarlo perennemente, es dándole continuidad a su obra, a su ejemplo de abnegación, de trabajador incansable, de luchador por el bien común.
Por su parte, José Sánchez Guerra, historiador de esta ciudad, comenta que la muerte de Fidel ha sido una de las peores noticias que he recibido en mi vida. El Comandante en Jefe no solo protagonizó la Revolución cubana, una obra colmada de justicia social, sino que también se convirtió en un paradigma mundial, por su defensa a que los pueblos tengan una vida digna.
Fuertes fueron los vínculos de Fidel con Guantánamo, territorio que visitó en más de 25 ocasiones, la primera el 3 de febrero de 1959. Manifestó un especial interés por la historia y la cultura de esta provincia, la que ha estado en la primera línea en cada instante que la Patria lo ha requerido.
En diferentes momentos aquí compartió con los estudiantes, los trabajadores, los campesinos, con el pueblo que hoy le rinde tributo. En Baracoa entregó el primer título de propiedad de la Ley de Reforma Agraria y en Playita de Cajobabo rindió homenaje a José Martí en el centenario de su desembarco, junto a Máximo Gómez y otros expedicionarios para incorporarse a la Guerra del ‛95.
Fidel ha muerto físicamente, pero su legado, su ejemplo, estará vivo eternamente, por su estatura de estadista inigualable, por su apego al independentismo y al antimperialismo.
Por su parte, Armando Peña Garvey, 56 años, elaborador de alimentos en la unidad La Primada, en la provincia dice: "Nosotros estamos adoloridos totalmente, como cubanos al fin, porque perdimos a nuestro líder; al que nos ha forjado, nos ha guiado en todo momento. Para mí Fidel era un padre, un guía, un hermano, un compañero, un amigo, un todo. Mi esposa me despertó de madrugada y me dijo la noticia, y desde ese momento ya no dormimos más.
"Creo que lo que tenemos es que seguir el camino de él. Y que nadie piense que porque nuestro Comandante ha fallecido esta Revolución se va a caer. Al contrario, ahora es que nos vamos a fortalecer más y más unidos vamos a estar. Hay que seguir pa` alante, y demostrarle al mundo quiénes somos los cubanos".
Leonardo Aguilar, 70 años. Alfabetizador: En lo particular, Fidel era una figura que me dio enseñanzas desde que nací. Yo fui alfabetizador, y he participado en todas las cuestiones que la Revolución ha necesitado. Así me he forjado hasta ahora.
A Fidel lo vi una vez cuando vino a Guantánamo. Pero lo vi de lejos. Y hubiera gustado estrechar su mano... Su muerte es un hecho trascendental. Pero aquí no va a pasar nada. Aquí queda Raúl, y después vendrá el otro y el otro y el otro, para que siga viva la Revolución.
Lidia Eva Ferrer Durruthy, 75 años. Jubilada: Me siento muy mal, muy afligida, y he llorado bastante desde que recibí la noticia esta mañana en la casa del abuelo provincial. Me dijeron: te va a subir la presión, quédate tranquila; y tuve que tomarme mi tableta de la presión y mi tableta de los nervios porque no me siento bien; porque yo he visto las cosas que él ha hecho. Y si mi hijo se hizo un gran enfermero intensivista es gracias a la Revolución, porque yo no podía pagarle la universidad si la hubiera tenido que pagar.
En estos días yo vi a Fidel por la televisión, muy lindo, con su traje de deporte que siempre se ponía. Y yo cómo iba a imaginarme esto, si gracias al Comandante nosotros los ancianos tenemos una casa del abuelo para cuando nos quedamos solos, que nuestros hijos van al trabajo.
Dicen que el promedio de vida es de 70 años. Pero gracias a Dios que Fidel vivió 90, aunque tenía que haber vivido muchos años más.
Rubén Ramos Fernández, 23 años. Técnico medio en Agropecuaria: Por la mañana temprano vi el comunicado que ayer nuestro presidente Raúl Castro leyó, diciendo que había muerto nuestro Comandante. Y fue mi duro, porque él fue quien llevó a cabo la Revolución, y dio pasos importantes contra el analfabetismo, por la salud. Es una muerte muy grande para el mundo entero. Por eso todos los presidentes están mandándole sus condolencias a Raúl, y hay tanta tristeza.
Yo siempre he sido seguidor de él. Siempre lo he admirado. Para mí es un héroe, un ídolo. Porque incluso cuando dejó de ser presidente, siempre estuvo pendiente de todo ahí, con sus consejos, sus indicaciones.
Y si se meten los yanquis aquí, a mí tienen que matarme, porque si Almeida, el Che, Camilo, dieron su vida por nosotros, ahora nosotros los jóvenes tenemos que dar nuestro aporte.
Dalila Mustelier Montero, 15 años. Vicepresidenta de la FEEM en la ESBU Ramón Infante García: Mi bisabuelo, desde que yo nací, me hablaba mucho de Fidel; decía que Fidel le había enseñado todo lo que él sabía. Y toda mi familia se ha educado en base a eso: a ese sentimiento de cubanía, de ser revolucionarios, de dejar todo lo que uno tiene por defender la Patria.
Fidel nació en una familia acomodada, así que no tenía necesidad de salir a luchar. Sin embargo, lo dejó todo para que hoy nosotros pudiéramos estudiar gratuitamente, y tener médicos… Él soñó y luchó por lo que nosotros hoy tenemos.
Estoy segura de que en mi escuela se va a hacer todo lo necesario para recordar un día como hoy, tan triste. Y si hubiera que ir a la guerra yo me voy con un fusil. ¿Por qué no? Es verdad que en Cuba no todo es maravilloso, pero todos tenemos que unirnos para mantener el sentimiento del Socialismo, que es ese sentimiento de hermandad, de ayuda mutua, de darle la mano al necesitado.
Manuel de Jesús Catalá Balón, 76 años. Combatiente de la Columna 6, Juan M. Ameijeiras, del Ejército Rebelde: Para mí Fidel era algo sobrenatural, fuera de lo común. Yo era ciego a ese hombre. Al extremo de que, si yo hubiera tenido que matar por él, yo lo hubiera hecho. Sin embargo, nunca lo conocí personalmente. A Raúl sí, porque creamos una escuela de instrucción revolucionaria en la Sierra, y Raúl y Vilma nos daban clases. Vilma de geografía, y Raúl de ética del combatiente.
Pero eso que dicen es mentira. Fidel no ha muerto na`. Lo que murió fue el cuerpo, pero él sigue vivo, porque hay millones de gentes aquí, sobre todo jóvenes, que siguen sus pasos. Aquí, y en el mundo entero.
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Desde que el Comandante enfermó gravemente, uno sabía que este momento iba a llegar más tarde o más temprano, pero no se puede aceptar de plano una noticia como esa: la muerte de un hombre tan inmensamente grande, que ha calado tan profundo en la vida del pueblo cubano y de todos los revolucionarios del mundo. Así relata Nancy Ramírez Morán, maestra jubilada en la provincia de Camagüey.
Algo queda claro: no se puede ser revolucionario si no se es fidelista, como tampoco se puede ser fidelista sin ser revolucionario. Ambas cosas se complementan, porque Fidel es un ejemplo de hombre de historia para este siglo y para el futuro. No es solo cubano, es universal, es como el Martí de esta época.
Como entonces lo hiciera nuestro Héroe Nacional, es un líder que fue capaz de darlo todo por los humildes y de luchar incansablemente por ello. Es un hombre que siempre dijo que toda su existencia estaría al servicio de los más necesitados y lo demostró con su ejemplo y sus actos.
Fidel, sobre todo al pueblo cubano, nos enseñó a ser dignos, humanos y solidarios. A las personas de procedencia humilde nos dio todas las posibilidades para ser hombres y mujeres libres y preparados para conocer y comprender las ideas por las cuales uno consagrar toda la vida.
Es muy profundo el dolor de este momento, pero, a la vez, siento un orgullo tremendo de haber sido contemporánea de una figura como la de ese hombre tan inmenso. En lo que me resta de vida continuaré luchando para preservar la obra que los cubanos hemos construido junto a él.
Lo primero que tenemos que hacer es beber del concepto de Revolución del Comandante y de todo el pensamiento que nos lega. Allí están las pautas a seguir para lograr que la unidad de nuestro pueblo se mantenga en torno a las ideas que él defendió, única manera de ser consecuentes con su ejemplo.
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Fue una persona excepcional. Tuve la oportunidad de compartir con él en varias ocasiones. Incluso fui uno de los 30 artistas seleccionados en el país para asistir a la inauguración de la Capilla del Hombre, en Ecuador, comenta Humberto Hernández, artista de la plástica en Pinar del Río.
Recuerdo que coincidimos en el mismo vuelo, y vino a compartir con nosotros.
Posteriormente pude dialogar con él en otras ocasiones. Fue una experiencia muy grande.
Fidel fue un ser humano excepcional, y uno de los líderes más grandes que ha dado la Historia.
Uno no sabe qué cosa dejó de hacer. Tanto para la ciencia, como para la cultura, la educación, el deporte… Fue una persona que se adelantó a su tiempo, con una visión muy larga de la vida, que vio la realidad mucho antes de que se diera, predijo cosas que están sucediendo ahora.
Fue un transmisor de ideas, con principios, con sabiduría. A uno se le aprieta el corazón por el cariño que le tenemos. Lo vamos a adorar por siempre.
Luis Giraldo Casanova, una gloria deportiva de nuestro país, también expresa su sentir: Aquí en la casa todos nos pusimos muy tristes con la noticia, porque para nosotros el Comandante ha sido lo más grande.
Todos lo vamos a recordar y extrañar toda la vida, por lo que ha hecho por el pueblo cubano.
Creo que todo nuestro pueblo se siente muy dolido con esta pérdida.
Cuando era atleta tuve la oportunidad de conversar con él muchas veces. Cada vez que terminábamos una competencia nos mandaba a buscar al equipo entero, compartía con todos, nos tomábamos fotos. En la sala de mi casa tengo una foto con él, del mundial de La Habana, cuando nos puso la medalla.
Que el comandante fuera el hombre que nos premiara fue para mí y para todo el equipo, un orgullo muy grande. Primero se sentó a ver el juego completo y luego bajó a ponernos la medalla.
Antes de salir a las competencias fundamentales, siempre se reunía con el equipo, y cuando regresábamos igual, para compartir con nosotros y hacer anécdotas de cómo habían sido los juegos. Y hacía sugerencias como si fuera un director de equipo.
En el deporte se esmeró mucho, y no solo con el beisbol, sino que se interesaba por todos. Que Cuba se convirtiera en una potencia deportiva fue gracias a todo lo que él hizo (Granma).