Una correcta comprensión de la experiencia cubana

*Artículo de Xu Yicong, ex embajador de China en Cuba, 26 de diciembre del 2024

Mientras el año 2024 está a punto de concluir, el 2025 ya se da a conocer.

Al final del año, mirando al mundo, el mundo siempre cambiante, se puede ver que una pequeña flor vuelve a emitir su propio color, atrayendo la atención del mundo, haciendo suspirar a la gente y generando respeto.

Es admirable cómo Cuba, situada en el hemisferio occidental, justo al lado de Estados Unidos, representante del poderoso mundo capitalista, insiste con valentía y sin miedo en construir su propio rumbo y camino.

Se trata de un país pequeño, una nación insular de más de 110.000 kilómetros cuadrados, con una población de más de 10 millones de personas, que, bajo el liderazgo de una generación de héroes, ha conseguido la independencia y la soberanía a través de su propia y ardua lucha armada y, en un hecho insólito, ha proclamado abiertamente su creencia en el marxismo y en el camino científico hacia el comunismo a través de la Gran Ley del Estado. Además, Cuba ha resistido el brutal bloqueo y los embargos de los países vecinos durante mucho tiempo y, a pesar de los enemigos más fuertes, los huracanes, terremotos y otras catástrofes naturales de gran escala, se ha desarrollado en un entorno exterior extremadamente difícil, creando «su propio milagro en la tierra».

De hecho, la experiencia cubana es admirada con afecto, admiración y solidaridad por los países y pueblos del mundo amantes de la independencia y la justicia. China, uno de ellos, ha elegido y se adhiere a las mismas teorías, principios, caminos y liderazgo. Los chinos debemos sin duda comprender mejor y con mayor precisión la experiencia que Cuba ha ofrecido al mundo y a la gran causa socialista.

En el mundo actual, la lucha entre los dos sistemas, el socialismo y el capitalismo, se ha hecho aún más intensa, llegando a todos los aspectos y a todos los rincones. Se puede ver y constatar claramente que en Cuba la intensidad y profundidad de esta lucha es particularmente visible y especial, e incluso influye en el éxito o fracaso final del socialismo mundial.

Los hechos ocurridos en Cuba durante más de seis décadas llevan a esperar que el pueblo cubano y el Partido Comunista de Cuba, a pesar del pequeño tamaño del país, la población pequeña, la escasez de recursos naturales y la falta de margen de maniobra, se adhieran a su propio camino y a su propio modelo de desarrollo y hagan todo lo posible por luchar por consolidar su propia causa, a pesar de las muy difíciles condiciones.

Es gratificante y satisfactorio que varias generaciones de dirigentes chinos hayan creído claramente que China y Cuba son «buenos amigos, buenos camaradas y buenos hermanos», y que la dirección cubana haya subrayado repetidamente que «el futuro del socialismo está en China», y que consideren a China como un compañero de viaje y un socio fiable en nuestros empeños comunes. Tales circunstancias deben servirnos de base para comprender la experiencia cubana y ser el motor que nos impulse a hacer todo lo posible para fortalecer el entendimiento mutuo y la solidaridad en diversos aspectos.

Tras haber observado al pueblo cubano durante décadas y haber convivido con él durante algún tiempo, así como haber tenido contacto e interacción directa con la primera generación de su liderazgo revolucionario, me enorgullece compartir mis propias percepciones e ideas que pueden servir de referencia para otros.

(CubaMinrex-EmbaCubaChina)

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