La Habana, 21 de Diciembre de 2024.- A las 4 de la tarde de este 20 de diciembre comenzaba la mayor movilización popular de los últimos tiempos. Frente a la Tribuna Antiimperialista y profundamente martiana, se reunieron cubanos de varias generaciones, inundando la explanada con los colores de nuestra bandera.Y es que eso somos, un archipiélago colorido, que irradia luz y se crece, en medio de las dificultades.
Raúl y Díaz-Canel llegaron a ocupar sus lugares, de pie, junto al pueblo capitalino. Junto a ellos, estaban el Comandante del Ejército Rebelde, José Ramón Machado Ventura, dirigentes del Partido, el Estado, el Gobierno, las organizaciones juveniles, estudiantiles y de masas, oficiales de las Fuerzas Armadas Revolucionarias y el Ministerio del Interior.
El General de Ejército, guerrillero incansable, vistiendo su uniforme militar; y el mandatario cubano, llevando en su pecho la bandera de la estrella solitaria, se sumaron a la multitud con la misma hidalguía con la que 20 años atrás, el 14 de mayo de 2004, en este mismo escenario habanero de luchas por la Patria, el Comandante en Jefe Fidel Castro había advertido al Imperio:«Esta es solo una pequeña parte de todo un pueblo valiente y heroico que quisiera estar aquí, junto a nosotros, si físicamente fuese posible».
Entonces, esta vez, fue Díaz-Canel, continuador de las ideas de Fidel y Raúl, quien caminó hasta la plataforma ubicada, justamente, frente a la escultura de José Martí, que muestra al Héroe Nacional de pie, con el coraje que nos ha acompañado desde la manigua mambisa hasta las hazañas que protagoniza nuestro pueblo todos los días.
Al hablar a sus compatriotas, el mandatario cubano recordó que la actual administración norteamericana, a la que a partir de este 20 de diciembre le queda exactamente un mes en la Casa Blanca, «no ha hecho nada por alejarse de la línea de bloqueo reforzado y asfixia económica a Cuba, que le dejó como herencia la administración republicana que en enero regresa a la Oficina Oval».
Una hora y 45 minutos desfiló el pueblo de la capital, por el Malecón de todos los cubanos. Fue una marcha por la vida, el honor y la dignidad. Fue una marcha por el futuro de este pueblo Gigante, que sigue repartiendo alegría, confianza y optimismo, aun en medio de la adversidad
(Cubaminrex-Granma)