La Asociación Dano-Cubana expresa su inconformidad por las noticias del 30 de abril de 2020 sobre un ataque armado contra la Embajada de Cuba en Washington DC, EE. UU.
Un ciudadano de origen cubano en los Estados Unidos efectuó 32 disparos contra la Embajada, una noticia de la que lo menos que se puede decir es que resulta impactante. Que tal ataque pudiera llevarse a cabo contra una Embajada a solo unos cientos de metros de la Casa Blanca ha sido espantoso.
Por fortuna en el intento solo hubo daños materiales. Todos los empleados y las personas que se encontraban en la Embajada de Cuba en Washington han salido ilesos. El terrorista, un cubano exiliado llamado Alazo Baró, fue arrestado por la policía minutos después.
La Asociación Dano-Cubana ha estado esperando con impaciencia las reacciones e información de las autoridades estadounidenses sobre el acto terrorista y el terrorista arrestado. Pero hay un silencio ominoso que contrasta fuertemente con la respuesta de Estados Unidos al terrorismo. Estamos presenciando otro ejemplo del doble rasero con el actúan los Estados Unidos enjuiciando por una parte el "terrorismo malvado" que es el que solo afecta los intereses de los Estados Unidos, y de la otra, actuando como si hubiera un "terrorismo bueno", que es el que afecta en este caso a un país como Cuba visto por los Estados Unidos como el enemigo.
Como amigos de Cuba durante muchos años reconocemos esta conducta. Recordamos cómo el 12 de septiembre de 1998, Estados Unidos arrestó a cinco cubanos que vigilaban pacíficamente las actividades de grupos terroristas que atacaban a Cuba desde Florida. Los cinco antiterroristas cubanos fueron condenados a penas de prisión extremadamente largas, mientras que los terroristas de Miami fueron liberados.
La Asociación Dano-Cubana condena el silencio y la pasividad de las autoridades estadounidenses. Tememos que podamos presenciar nuevamente la liberación del terrorista y que el castigo que se merece el culpable quede impune.
No hay terrorismo bueno, y los Estados Unidos están obligados por las convenciones y resoluciones internacionales, adoptadas por el Consejo de Seguridad de la ONU, a prevenir, condenar, combatir y enjuiciar cualquier acto terrorista, y a trabajar con otros países en esta materia.
En este caso, entendemos que es un hecho grave que una Embajada haya sido objeto de un acto terrorista y que, Estados Unidos, como país anfitrión, tiene la obligación de protegerla tanto física como políticamente.
Requerimos que Estados Unidos cumpla con sus obligaciones.
Asociación Dano-Cubana
@CubaMINREX