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Como proyectos interesantes, que merecen tener seguimiento y además ampliarse, valoró el Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, dos experiencias sobre las que versó este miércoles, desde el Palacio de la Revolución, el habitual intercambio de la dirección del país con integrantes del claustro profesoral de la Universidad de Ciencias Pedagógicas “Enrique José Varona” (UCPEJV).

Solo imaginar el suceso estremece: una ciudad envuelta en llamas; miles de propiedades destruidas; un firmamento enrojecido por incontables brasas humeantes y, en el aire, el ardor patrio de un pueblo sublime que, aferrado a su independencia, decidió prender una antorcha de dignidad para todos los tiempos.

Era el 12 de enero de 1869. Bayamo sería fuego impetuoso y cuna de la más genuina nacionalidad al calor de una resolución: «¡Qué arda la ciudad antes de someterla de nuevo al yugo del tirano!».