El 24 de febrero de 1895 no se dejó morir el espíritu independentista cubano
El hecho de que el estallido y sostenimiento de la guerra en Santiago de Cuba, Guantánamo, Jiguaní-Baire, Manzanillo, Bayamo y Holguín, acontecieran a contrapelo de las múltiples adversidades fue un factor que facilitó, en la primera etapa del movimiento (febrero-abril de 1895), el crucial desembarco de los principales jefes de la revolución y la consecuente consolidación de la lucha armada en la Isla