Y sin embargo, Cuba sigue siendo.
Fue insólito. Periódicos y televisoras de medio mundo informaban del primer crucero que arribaba a Cuba procedente de Estados Unidos en más de 50 años. Medio siglo, apenas 90 millas, familias en ambas orillas y una Isla vedada para los estadounidenses. Paradojas de una política impuesta, hace casi seis décadas, por el país más poderoso del planeta contra un pequeño archipiélago en el Caribe.
Se movilizan ciudades europeas contra el bloqueo de EE. UU. a Cuba.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, tocó tierra europea este miércoles —casi cinco meses después de asumir su cargo— para iniciar la primera etapa de una gira en ese continente. El mandatario demócrata inició su recorrido por Londres; luego asistió a la cumbre del G7 en Cornualles; después participará en la Cumbre de la OTAN en Bruselas, y terminará el ciclo con una reunión en Ginebra con el presidente ruso, Vladímir Putin.
«Mi viaje a Europa es una oportunidad para que Estados Unidos movilice a las democracias del mundo», ha asegurado el mandatario.
Lo que continúa es la Revolución.
La continuidad no es hacer más de lo mismo, no es repetir lo que hemos estado haciendo nosotros en determinadas circunstancias; lo que continúa son los principios, lo que requiere nuestra Revolución para su fortaleza, para su futuro; la estabilidad; la firmeza que no claudica.Con esas palabras, el Comandante del Ejército Rebelde, José Ramón Machado Ventura, marcó este viernes el sentir de un sencillo, pero muy emotivo acto en el Palacio de la Revolución, donde se realizó de manera oficial la entrega y recepción de cargos de los miembros del Secretariado del Comité Central del Partido Comuni




