Ahora sí eres dueño de la tierra.
El plano en contrapicada de la foto de Fidel, en el instante justo en que su firma concede fuerza de ley y de promesa cumplida a la cuestión de la tierra repartida, tiene la carga simbólica que lleva todo parteaguas de la historia.
Como tal, es probable que muy pocos, dentro del imaginario revolucionario cubano, hayan pensado en otra cosa significativa que pasara cerca de aquella mesa en que el 17 de mayo de 1959 el Comandante en Jefe rubricara en La Plata la primera Ley de Reforma Agraria.