Señor Presidente:
En Cuba se reconoce, respeta y garantiza el derecho constitucional de las personas a la libertad de pensamiento, conciencia y expresión; los derechos de reunión, manifestación y asociación; así como la libertad de prensa con fines lícitos y pacíficos.
Coincidimos en la importancia de que, durante los procesos electorales, se brinde toda la información veraz a la población y los periodistas, incluidos los procedimientos de votación, los derechos electorales, los diferentes candidatos y los resultados electorales.
Al mismo tiempo, abogamos por una conducta responsable de todos los actores en el manejo de esta información, evitando su manipulación política como herramienta para subvertir el orden, desinformar o llamar al desconocimiento de la autoridad de las instituciones electorales.
El ejercicio de la libertad de opinión y expresión, como establece el Derecho Internacional, no justifica la violación de otros derechos individuales o colectivos. En ese contexto, reiteramos nuestra condena a los discursos y actos de odio que promueven la violencia social, la intolerancia religiosa, incluida la Islamofobia y cualquier tipo de discriminación contra las personas.
El criminal bloqueo que se impone contra nuestro país, además de constituir una violación masiva y flagrante de los derechos humanos de nuestro pueblo, cercena la libertad de viajar a Cuba de los ciudadanos estadounidenses e interfiere en su derecho a la libertad de información y de formarse su propia opinión sobre la realidad de nuestro país. Esa política debe cesar.
Muchas gracias.