Señor Presidente:
Son preocupantes las elevadas cifras de desplazados internos a nivel internacional, que continúan creciendo aceleradamente como consecuencia de los conflictos armados, las distintas formas de violencia y discriminación, la violación sistemática de los derechos humanos, el terrorismo, el cambio climático y los desastres naturales, entre otros factores.
En Cuba, la expresión de este fenómeno es muy escasa. Las cifras registradas de desplazados internos se deben a la ocurrencia de fenómenos naturales, como los huracanes y las tormentas tropicales.
En el país se implementan el Plan de Estado para el Enfrentamiento al Cambio Climático “Tarea Vida”, y acciones para enfrentar la temporada ciclónica, lo que implica el desarrollo de los sistemas de alerta temprana, la reducción del riesgo de desastres y la preparación de las diferentes estructuras que participan en las distintas fases ciclónicas.
Ante la ocurrencia de huracanes o tormentas tropicales severas, las estructuras de la defensa civil cubana coordinan y ejecutan, con el consentimiento de las personas implicadas, su traslado a lugares seguros, como medida excepcional para garantizar la protección del derecho a la vida.
El estatus de desplazados internos de estas personas es temporal, en tanto se confirme la seguridad y factibilidad para el retorno a sus hogares. Cuando la gravedad de los fenómenos naturales resulta en la destrucción parcial o total de las viviendas e impide el regreso inmediato a los hogares, el Estado cubano subsidia y asiste a los damnificados en el proceso de reconstrucción y retorno.
En ninguna circunstancia, la condición de desplazado interno significa una modificación de los derechos y deberes reconocidos por la Constitución y las leyes.
Nuestro país exhorta a las Naciones Unidas a continuar fortaleciendo las iniciativas y la cooperación con los gobiernos locales para la atención de las necesidades de los desplazados internos y la protección de sus derechos humanos.
Muchas gracias.