Intervención de la Segunda Secretaria Greisy Cordero Suárez en el debate temático sobre “Crisis de la deuda externa y el derecho al desarrollo” - 26° período de sesiones el Grupo de Trabajo intergubernamental sobre el derecho al desarrollo.

Señor Presidente:

La arquitectura financiera global actual no está diseñada para responder a las necesidades urgentes de los países del Sur. Para Cuba, la reforma inclusiva de este sistema es una demanda histórica, orientada a garantizar el respeto de los principios de la Carta de las Naciones Unidas y del Derecho Internacional.

Las naciones en desarrollo, incluidas muchas de América Latina y el Caribe, continúan destinando más recursos al pago de la deuda externa que a inversiones esenciales en salud, educación y bienestar social. Esta carga financiera no solo limita los esfuerzos nacionales, sino que, en muchos casos, los hace inviables.

Actualmente 52 países en desarrollo enfrentan una crisis severa por sus niveles de endeudamiento, a pesar de que el monto principal de sus deudas ha sido pagado varias veces. Si bien algunas iniciativas han buscado aliviar esta situación, su alcance sigue siendo insuficiente. Es imprescindible que los acreedores privados se involucren, que se amplíen estas iniciativas al marco multilateral y a más países, incluyendo aquellos de renta media, y que se extiendan a los Pequeños Estados Insulares en Desarrollo, que enfrentan desafíos adicionales.

Cuba apoya las iniciativas que se han implementado para ampliar el alcance y las condiciones de alivio de la deuda, aunque aún resultan insuficientes.

Nuestro país ha abogado firmemente por la creación de un mecanismo multilateral de renegociación de deudas soberanas, donde los países del Sur tengan una participación justa y decisiva, permitiendo soluciones equitativas orientadas al desarrollo sostenible.

La arquitectura ad hoc que se ha empleado para hacer frente a las crisis de endeudamiento, favorece de manera desproporcionada a los acreedores, con políticas de austeridad pro-cíclicas, que agravan las vulnerabilidades financieras cada vez más crónicas del Sur.

Ante este escenario, Cuba se ha sumado, en el marco del proceso preparatorio de la Cuarta Conferencia Internacional sobre Financiación para el Desarrollo, al llamado a los acreedores públicos, multilaterales y privados para refinanciar la deuda a través de garantías de crédito, tipos de interés más bajos y plazos de vencimiento más largos. Estas facilidades deben ampliarse a los países de renta media, entre los que se incluyen varias de las naciones más vulnerables al cambio climático.

Es necesario rediseñar los contratos e instrumentos de deuda, incorporando cláusulas de alivio automático que permitan respuestas inmediatas cuando un país se vea afectado por desastres naturales, choques macroeconómicos o una eventualidad con impacto directo en sus perspectivas de crecimiento del Producto Interno Bruto, protegiendo sus perspectivas de desarrollo.

Sin embargo, la reducción, transformación o condonación de la deuda externa, será insuficiente si no va acompañada de un rediseño de los actuales patrones de funcionamiento de la economía, el comercio y las finanzas internacionales.

El sistema de gobernanza actual, creado hace casi un siglo, no refleja la realidad de las estructuras multilaterales de hoy. En ese sentido, Cuba aboga por avanzar en los siguientes aspectos:

1- La reforma de la estructura de gobernanza de las instituciones financieras internacionales, especialmente el Fondo Monetario Internacional, para eliminar el sistema de votaciones basado en poder económico-financiero, que no es ya sostenible.

2- Creación de una arquitectura financiera global más equitativa, con participación significativa de los países en desarrollo.

3- Plataformas inclusivas y eficaces en el marco de la Organización de las Naciones Unidas, para diseñar y debatir normas y regulaciones financieras internacionales que respondan a los intereses de todos los países.

La deuda externa no debe convertirse en un instrumento de dominación ni perpetuar las desigualdades históricas. Cuba reafirma su compromiso con la justicia económica global y la cooperación internacional para garantizar el derecho al desarrollo de todos los pueblos.

Muchas gracias.