Estreno del documental "Médicos del otro mundo: un año con los médicos cubanos en Calabria"

Roma, 18 de junio de 2024.- Son cardiólogos, radiólogos, anestesistas, pediatras, ginecólogos, hematólogos, médicos generalistas. 13 mujeres y 38 hombres de toda Cuba: 51 médicos que aceptaron dejar a sus familias para embarcarse en una aventura al otro lado del mundo. A lo largo de 2023, estos especialistas trabajaron en los hospitales calabreses de Locri, Polistena, Gioia Tauro y Melito Porto Salvo para ayudar a la región a hacer frente a la emergencia sanitaria. Esta es la historia del año que pasaron en Italia. Entre nuevas amistades y añoranzas, meses de intenso trabajo en la sala y videollamadas diarias con Cuba.   

Documental de Antonio Nasso

https://www.repubblica.it/cronaca/2024/06/18/video/medici_dellaltro_mondo_un_anno_con_i_dottori_cubani_in_calabria-423248055/?ref=RHPS

Pasamos doce meses junto a los 51 especialistas que aceptaron dejar a sus familias para venir a trabajar a los hospitales calabreses. Nuevas amistades, añoranzas, mucho trabajo y muchas videollamadas con sus hijos y seres queridos que se quedaron en Cuba.

Seguir durante un año a los médicos cubanos llegados a Calabria significa contar día a día su crecimiento, su aclimatación en un país extranjero, las dificultades, los miedos y los éxitos. Significa observar de primera mano la aventura al otro lado del mundo de estos 51 especialistas, llegados de la isla caribeña en diciembre de 2022 para ayudar a la región a hacer frente a la emergencia sanitaria y a la escasez de personal en los hospitales.

Un viaje profesional pero también y sobre todo personal, relatado en el documental 'Médicos del otro mundo', producido por Gedi Visual y online en las webs de Gedi. Desde las primeras semanas del curso intensivo de italiano en la Universidad de Calabria, en el frío invierno de Cosenza, hasta la acogida en el trabajo en las instalaciones de Polistena, Gioia Tauro, Melito Porto Salvo y Locri. Los primeros meses los pasaron viviendo en albergues u hoteles y, finalmente, en pisos.

Durante todo el año 2023, los profesionales cubanos, 13 mujeres y 38 hombres, vivieron lejos de casa. La iniciativa fue deseada por el Presidente de la Región, Roberto Occhiuto, en un intento de hacer frente a la escasez crónica de personal. Doce meses de intenso trabajo, lejos de la familia y los amigos. Convivir con costumbres y culturas diferentes, adaptarse a una lengua extranjera y memorizar nuevos términos y procedimientos médicos. La espera de las infaltables videollamadas nocturnas con los hijos que quedan en Cuba, marcadas por las seis horas de diferencia horaria, pero también las nuevas amistades con colegas y pacientes. Algunos, en su (poco) tiempo libre, consiguieron visitar Venecia, Roma o Sicilia, otros se acercaron a comunidades religiosas para practicar su fe.

"Uno de los principios básicos de la medicina cubana es la solidaridad. Al principio fue difícil, sobre todo por la diferencia de idioma. Pero luego nos adaptamos, trabajamos bien con nuestros colegas italianos y los pacientes siempre nos dan las gracias. Los calabreses son muy parecidos a nosotros, los cubanos", dice Lianne Gutiérrez tomando un café. Ella y su marido, Julio César Guerra, han encontrado una casa de alquiler a pocos minutos a pie del hospital de Gioia Tauro y trabajan juntos en el departamento de medicina general.

Muchos de ellos, después del italiano, también han aprendido algunas palabras en dialecto calabrés. "Mi expresión favorita es 'focu miu', se la oía decir a todo el mundo pero al principio no entendía el significado. Ahora entiendo que se utiliza como exclamación para decir que algo no va bien", explica Dayli Ramos, especialista en radiología.

Y luego, al final de un año de duro trabajo y satisfacciones, las despedidas, los regalos por comprar y el esperado regreso a Cuba para las vacaciones. "Cada uno de ellos trae al menos dos maletas y un televisor. Creo que ni siquiera les dejan subir al avión", bromea Antonella Fiorenzi, que como paciente se ha hecho gran amiga de los médicos cubanos del Hospital de Locri.

Tras estas dos semanas en casa, les espera otro año de trabajo en Calabria. Pero también hay quien no volverá. Para Danay Tourt, médico de medicina general, la aventura ha terminado: "Me gustó Italia, fue una buena experiencia. Pero he decidido no volver, echo demasiado de menos a mi familia. Quiero quedarme en Cuba con mis dos hijos y verlos crecer día a día'.

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