En la inauguración participó en representación de la embajada Danae de Paz Grau. Este paseo rinde homenaje a la ciudad cubana de Cienfuegos, fundada el 22 de abril de 1819 por inmigrantes franceses procedentes de Burdeos. Este evento es una oportunidad para recordar la singular historia que une a las dos ciudades, una relación histórica poco conocida y rica en significado cultural y humano.
El paseo de Cienfuegos a Burdeos simboliza algo más que un homenaje histórico: refleja el deseo de ampliar las relaciones entre las dos ciudades más allá del pasado, imaginando futuros intercambios en los ámbitos de la cultura, la educación y el desarrollo económico. Esta apertura al mundo es característica tanto de Burdeos como de Cienfuegos, ambas con una historia portuaria cosmopolita.
En 2019, una delegación bordelesa viajó a Cienfuegos para celebrar el bicentenario de la fundación de la ciudad. Para conmemorar la ocasión, las dos ciudades expresaron su deseo de reforzar sus vínculos culturales y cooperar en proyectos conjuntos. El paseo de Cienfuegos es una prolongación natural de esta amistad internacional.
La creación del Paseo Marítimo de Cienfuegos es algo más que un recuerdo de la historia: allana el camino para una cooperación a largo plazo. Intercambios culturales, hermanamientos y proyectos conjuntos centrados en el desarrollo sostenible son sólo algunas de las posibilidades previstas entre ambas ciudades. Los sectores del arte, la gastronomía y el turismo también podrían beneficiarse de este acercamiento.
En definitiva, la historia de Cienfuegos y Burdeos demuestra lo fructíferos e inspiradores que pueden ser los intercambios entre culturas diferentes. Esta iniciativa es un recordatorio de la importancia de los vínculos humanos y patrimoniales que se están forjando en todo el mundo. Burdeos y Cienfuegos, unidas por una historia común y una voluntad de cooperación solidaria, diseñan un futuro común basado en los valores del respeto y el recuerdo.