Reunido el 25 de noviembre de 2017 en San José, Costa Rica, el movimiento costarricense de solidaridad con Cuba, integrado por distintas organizaciones y personas, en cumplimiento con los acuerdos del X Encuentro Nacional de Solidaridad con Cuba celebrado en el año 2016, ha sesionado con el propósito de evaluar críticamente el cumplimiento del “PLAN DE ACCIÓN” y la “DECLARACIÓN FINAL” emanados de dicho evento.
A un año del momento infinito en que el Comandante en Jefe de la Revolución Cubana Fidel Castro Ruz remontara la senda inexorable de la existencia, y ascendiera para siempre a la cumbre de la historia, manifestamos nuestro compromiso ineludible e incondicional de mantener firme y en lo más alto las banderas de solidaridad con Cuba revolucionaria y su pueblo indómito, paradigma de cultura rebelde y dignidad.
Hoy Fidel Castro Ruz está a nuestro lado sembrando los inexpugnables principios de la camaradería, la iniciativa, la disciplina, el optimismo, la resistencia y la fe incontrastable en la victoria.
En momentos en que los halcones de la guerra en Washington arremeten contra la Revolución Cubana y los procesos revolucionarios del continente declaramos:
Nuestra decisión de mantener la solidaridad inalterable con Cuba socialista, su pueblo soberano y el respaldo pleno a los avances incuestionables del proyecto social de la Revolución en todos los ámbitos del desarrollo humano integral.
Consecuentemente exigimos a los Estados Unidos el cese del ilegal y magnicida bloqueo a Cuba y la compensación absoluta por los daños materiales, psicológicos, y espirituales causados por el asedio bestial y la barbarie desencadenada contra el pueblo cubano, demanda que han apoyado los pueblos del mundo y ha recibido el respaldo universal en la ONU, a lo largo de 26 años.
Ratificamos la necesaria devolución del territorio ocupado ilegalmente por una base naval del Pentágono, en la provincia de Guantánamo.
Demandamos la impostergable derogación de la arbitraria y criminal “Ley de Ajuste Cubano”.
Repudiamos el recrudecimiento impune por parte de la administración de Donald Trump de las medidas draconianas que han agravado el cerco económico, comercial y financiero, y que han orquestado insólitos desafueros contra la integridad de Cuba; con la perversa intención de entorpecer el diálogo bilateral y obstaculizar la ruta hacia la normalización de las relaciones entre ambos países.
Denunciamos la actividad siniestra de las bandas terroristas y mercenarias cubano-americanas, que desde la Florida auspician la agresión washingtoniana y conspiran, de forma abierta o encubierta, contra Cuba.
Rechazamos la guerra no convencional que el imperialismo ha intensificado contra Cuba, ya sea mediante la agresión psicológica, electrónica, mediática, migratoria y de otros géneros; como mediante los misteriosos ataques acústicos contra la embajada de EE UU en la Habana, que se inscriben en la nueva escalada contrarrevolucionaria y belicista con el propósito de tumbar la Revolución Cubana.
Condenamos toda confabulación diplomática, complot internacional o estratagema militar que atente contra la autodeterminación e intente mancillar la integridad territorial e independencia de Cuba y pretenda negar al pueblo cubano la libertad conquistada y el derecho soberano a desarrollar el socialismo.
Repudiamos las amenazas inmorales y la prepotencia de Estados Unidos que en componenda con las oligarquías regionales, asedia los procesos de cambio en Bolivia, El Salvador, Ecuador y Nicaragua y, a través de maquinaciones terroristas, se ensaña con derrocar el gobierno legítimo de Venezuela y destruir la Revolución bolivariana y chavista.
Exigimos la liberación inmediata de la luchadora social Ana Belén Montes, gran amiga del proceso revolucionario, encarcelada injustamente en Estados Unidos.
Así, a la luz de los extraordinarios logros alcanzados por el proyecto social de la Revolución Cubana, inspirados en los sueños de libertad primero de Agramonte, Céspedes, Martí, Maceo, Loynaz y Crombet, y luego concretados por Fidel, Camilo, El Che, Almeida, Vilma, Aidée, Celia, Piñeiro, Raúl, Ramiro, Melba, Abel y Frank País, y labrados por las aspiraciones, las manos y la dignidad del pueblo cubano, reiteramos nuestra solidaridad eterna con ese ejemplo internacionalista que ha vencido la ignorancia, la miseria, el oscurantismo y la guerra secreta y cínica del imperialismo.
Hoy redoblamos nuestro compromiso histórico de solidaridad y cariño con la Revolución Cubana y su pueblo singular.
Estamos seguros de que avanzamos con la certeza de elevar a nuevos planos los esfuerzos unitarios y alianzas de las diferentes fuerzas revolucionarias, colectivos sociales y movimientos populares, hacia la estructuración de un movimiento de Solidaridad con Cuba más organizado, activo y cohesionado.
En comunión con el movimiento internacional de solidaridad, la colaboración y hermandad del pueblo cubano y la magnificencia del libertador de los pueblos Fidel Castro Ruz, estaremos elevando la solidaridad a un estadio superior.
Seguiremos la huella humanitaria de Fidel y, en compañía del soldado de las ideas, seremos insumisos en la batalla de la solidaridad y la emancipación.
¡Fidel es Fidel!
¡Vivan Fidel y Raúl!
¡Viva la Revolución Cubana!
¡Viva la amistad entre los pueblos de Costa Rica y Cuba!
¡Viva la solidaridad y la unidad de los pueblos!
San José, Costa Rica
25 de noviembre de 2017.