Interviene Embajador de Cuba en Acto por el 165 Aniversario del natalicio de José Martí.

INTERVENCIÓN DEL EMBAJADOR DE CUBA EN SUDÁFRICA, RODOLFO BENÍTEZ VERSON, EN OCASIÓN DEL ACTO POR EL 165 ANIVERSARIO DEL NATALICIO DEL HÉROE NACIONAL DE CUBA, JOSÉ MARTÍ. Pretoria, 28 de enero de 2018.

 

Estimados compañeros:

Hoy es un día especial. Se cumple el 160 Aniversario del Natalicio de José Martí, nuestro Héroe Nacional.

Además del colectivo de la Embajada de Cuba en Sudáfrica, nos acompañan en esta celebración representantes de los queridos cooperantes cubanos en los sectores de la salud, educación, construcción, hidráulica y las fuerzas armadas revolucionarias.

También están con nosotros miembros de la comunidad cubana residente y hermanos sudafricanos graduados en Cuba. 

El 28 de enero no solo se celebra en nuestra Isla, sino también en muchas otras partes del mundo. Y es que nuestro Apóstol es mucho más que cubano e incluso más que latinoamericano.

Como dijera Fidel, José Martí es el más universal de los cubanos. Rebasó las fronteras de la época para pertenecer a toda América, Asia, Europa, África y a cualquier lugar del mundo donde haya oprimidos, guerras injustas y hombres y mujeres que luchen en defensa de la justicia y contra la desigualdad.

En los apenas 42 años que vivió, Martí fue un hombre comprometido, sensible y profundo. Intelectual de vasta cultura, brillante orador, agudo crítico de arte, poeta precursor del modernismo, maestro, ensayista,  periodista agudo, escritor de vibrante prosa,  excelente traductor y diplomático.

Autor de una asombrosa obra, imprescindible como fuente de conocimientos y de consulta, nos legó una rica herencia cultural para todos los tiempos. Sus Obras Completas suman más de 11 000 páginas y se aprende en cada una de ellas.

Nada de lo humano le fue ajeno. Trascendió la geografía y la historia cuando dijo “Patria es Humanidad”, sintetizando en esa frase magistral los principios más nobles y solidarios de la cultura humana.

Pero por sobre todas las cosas, Martí fue un precursor. Su mérito histórico no sólo reside en haber sido el organizador de la Guerra de Independencia de Cuba en el siglo XIX, sino también el de alertar sobre el peligro del imperialismo a todos los pueblos de Nuestra América, de la que dijo “De América soy hijo: a ella me debo”.

Martí fue el primer militante antimperialista de nuestro continente. Denunció, antes que ningún otro, el peligro de los Estados Unidos para América Latina y el mundo.

Su alerta fue más clara que nunca, cuando a pocas horas de caer en el campo de batalla en Cuba, escribe a su queridísimo amigo mexicano Manuel Mercado: “Ya estoy todos los días en peligro de dar mi vida por mi país y por mi deber, -puesto que lo entiendo y tengo ánimos con que realizarlo- de impedir a tiempo con la independencia de Cuba que se extiendan por las Antillas los Estados Unidos y caigan, con esa fuerza más, sobre nuestras tierras de América. Cuanto hice hasta hoy, y haré, es para eso…”

La profunda visión y el genial talento de Martí advirtieron sobre los riesgos que se avecinaban y la historia contemporánea los ha corroborado.

Más aún. Nuestro Héroe Nacional ya desde el siglo XIX advirtió que la única manera de enfrentar exitosamente el peligro imperial, era la unión y la integración de América Latina y el Caribe. Al respecto enfatizó: “La América es una sola y todos sus hijos tenemos el deber de mantenerla unida, para que ningún gobierno imperial pueda dividirla y hacerla suya. La mejor manera de lograr esta unificación es a través de la ayuda solidaria de quienes la integran.”

Aquel fatídico domingo 19 de mayo de 1895, cayó combatiendo en la manigua cubana, de cara al sol, como quería. Pero todos sabemos que en realidad Martí no murió en Dos Ríos. Por el contrario, desde ese momento pasó para siempre a la historia por su entrega a la causa de los pobres y a la libertad de los pueblos, y se convirtió en un símbolo de la nacionalidad e identidad cubanas y de todos aquellos que sueñan y luchan por un mundo mejor.

Martí nos sigue hablando y enseñando hoy. Porque eso tienen de grande los grandes pensadores y revolucionarios: nunca mueren. Sus ideas y su legado no envejecen con los años.

Queridos compañeros:

Cuando se cumplían cien años del nacimiento de Martí, Fidel Castro y sus compañeros reanudaron el 26 de julio de 1953 la lucha por la independencia de Cuba, iniciada el 10 de octubre de 1868.

No fue una casualidad. Los atacantes del Moncada y después los guerrilleros de la Sierra Maestra, se inspiraron para hacer la Revolución en los principios éticos de Martí, y en su alto sentido del honor y de la dignidad humana.

En la prédica revolucionaria martiana encontró Fidel el fundamento moral y la legitimidad histórica para iniciar la última y definitiva guerra por nuestra independencia.

La Revolución cubana no es otra cosa que el proyecto de materialización del pensamiento de José Martí. La nuestra es una Revolución Martiana.

Compañeros:

Como dijo sabiamente el Maestro: “Honrar, honra”. Hay muchas formas de honrar a Martí. Se le puede honrar citando sus frases magistrales o recordando cada año la fecha de su nacimiento, como hacemos hoy.

Pero sobre todo, se debe honrar a Martí en la forma en que él preferiría que se le honrara, cuando dijo: “La mejor manera de decir, es hacer”.

Podemos y debemos revivirlo con nuestra conducta y acciones diarias.El mejor homenaje que podemos hacerle a Martí es profundizar en el estudio de su pensamiento siempre vigente y seguir su ejemplo de lucha por la justicia, por la igualdad y por el decoro del ser humano.

Quisiera ahora compartir con ustedes una idea sobre la que hemos estado pensando y que esperamos pueda convertirse lo antes posible, con el apoyo de todos, en una realidad.

Seguramente muchos conocen que la primera estatua de José Martí fue la que se emplazó en el Parque Central de La Habana, el  24 de febrero de 1905, lo que se logró como resultado de una colecta popular.

Desde aquella fecha,  y con particular fuerza después del Triunfo de la Revolución Cubana, miles de bustos y estatuas del Maestro, han pasado a ocupar lugares prominentes en plazas, parques escuelas, centros de trabajo y otros lugares de toda nuestra Isla.

Precisamente hoy se estará inaugurando oficialmente en el Parque 13 de Marzo de la Habana, la majestuosa estatua en bronce  de José Martí, réplica exacta de la que existe en Nueva York, en la que aparece montado sobre su caballo  “Baconao”, en el  instante fatal en  que es abatido en Dos Ríos.

También se han logrado emplazar hasta el momento 88 bustos y estatuas de José Martí en diferentes países del mundo, de todos los continentes. Ese esfuerzo ha contribuido a la divulgación de la obra y el pensamiento martiano a nivel internacional.

Hasta el momento, Sudáfrica no figura entre los países que honran a nuestro Héroe Nacional con un monumento en su memoria.

Nuestra intención es iniciar sin demora un proyecto para que la figura de nuestro Héroe Nacional también esté presente en un lugar público prominente de Sudáfrica.

Queremos que este sea un proyecto colectivo, al que puedan contribuir de manera voluntaria todos los amigos de Cuba y de José Martí presentes en Sudáfrica, país al que nos unen estrechos lazos históricos y de solidaridad.

Para concluir, estimados compañeros, quisiera recordar que de todos los amores de Martí, su amor más grande siempre fue para los niños y jóvenes. A ellos dedicó sus páginas más tiernas.

Para los niños trabajamos, porque ellos son los que saben querer, porque ellos son la esperanza del mundo”, dijo.

Es por ello que esta celebración del cumpleaños de Martí se la dedicamos en especial a nuestros niños, que son el futuro.

 

Gracias a todos por acompañarnos hoy.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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