Señor Presidente:
La delegación de Cuba agradece y toma nota del Informe del Comité Científico de las Naciones Unidas para el Estudio de los Efectos de las Radiaciones Atómicas, contenido en el documento A/73/46.
El informe constituye un referente en materia de información sobre las labores del Comité de acuerdo con su programa actual que contempla, entre otros aspectos, las “Evaluaciones de los efectos en la salud y de la inferencia de riesgos derivados de la exposición a la radiación”, la “Aplicación de la Estrategia de Información Pública y Divulgación (2014–2019)” y la “Aplicación de las directrices estratégicas de largo plazo del Comité”.
Los resultados de los estudios del Comité podrían contribuir a satisfacer determinadas demandas de la comunidad científica y usarse como base para formular normas nacionales e internacionales destinadas a proteger a la población contra los efectos nocivos de las radiaciones ionizantes.
Señor Presidente:
Lamentablemente, hoy, a más de 73 años de los criminales bombardeos atómicos contra Hiroshima y Nagasaki, la especie humana continúa amenazada por el peligro latente de las armas nucleares. Su eliminación total es la única manera de garantizar que la humanidad no sufrirá nunca más su terrible impacto.
Cuba mantiene su firme compromiso con la meta de alcanzar un mundo libre de armas nucleares. Como muestra de esta voluntad, el 31 de enero de 2018 nuestro país se convirtió en el quinto Estado en ratificar el Tratado sobre la Prohibición de las Armas Nucleares, cuya adopción fue respaldada por la inmensa mayoría de la comunidad internacional y su aplicación deberá constituir una contribución efectiva a la paz y la seguridad internacionales.
Señor Presidente:
Cuba, a pesar de las limitaciones provocadas por el prolongado e injusto bloqueo económico, comercial y financiero que se le ha impuesto por el Gobierno de los Estados Unidos, brindó su colaboración modesta y solidaria al hermano pueblo de Ucrania a través del “Programa Humanitario Tarará”, diseñado para prestar atención médica integral a pacientes afectados por el accidente nuclear de Chernóbil. Dicho programa posibilitó la rehabilitación de más de 20 mil personas, en su mayoría niños, víctimas de los efectos nocivos de las radiaciones atómicas.
Este proyecto no se limitó al territorio nacional. En el año 1998, se inauguró en la ciudad de Evpatoria, un sanatorio destinado al mismo fin. En este centro, que recibe cada año entre 5,000 y 6,000 personas, ha estado presente una brigada de médicos cubanos.
El proyecto, además de su principal vertiente, la de carácter humanitario, ha tenido un significativo impacto científico. Ha aportado información que se ha difundido en importantes eventos científicos y que ha sido útil para valoraciones de varios organismos del sistema de Naciones Unidas, como el Comité Científico de las Naciones Unidas para el Estudio de los Efectos de las Radiaciones Atómicas (UNSCEAR) y el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA).
Señor Presidente:
Debe preservarse y fortalecerse la colaboración entre el Comité Científico y los diferentes organismos e instituciones competentes del sistema de las Naciones Unidas, entre ellos la Organización Mundial de la Salud, el Organismo Internacional de Energía Atómica y el Programa Mundial de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente.
Se ha demostrado que el trabajo conjunto de estos actores ha favorecido la implementación de las directrices estratégicas del Comité. De esta forma, se han generado visibles beneficios mediante la aplicación de avances tecnológicos en diversas esferas de la vida, especialmente en la salud y en la protección del medio ambiente.
Es indiscutible la contribución del empleo de la energía y la tecnología nucleares al desarrollo socioeconómico de nuestras naciones. En consecuencia, reafirmamos el derecho al uso pacífico de la energía nuclear, sin discriminación. Tenemos la convicción de que la cooperación seria y amplia en este sentido es el camino para eliminar los peligros potenciales que representan las radiaciones ionizantes.
Muchas gracias.