Un reclamo de justicia: romper el silencio cómplice.
El terrorismo continúa siendo un grave desafío para la comunidad Internacional. No podrá ser eliminado si prevalecen dobles raseros, la manipulación, el oportunismo político, y la selectividad para hacerle frente.
No hay terrorismo bueno y terrorismo malo. Los hechos terroristas son crimines de lesa humanidad. Es necesario responder a este fenómeno con apego a los principios y las normas internacionales.
Por casi seis décadas, Cuba ha sido objeto de continuos actos de terrorismo que ha costado la vida de sus valiosos hijos. Las acciones perpetradas, hoy causan el dolor a familias enteras y a todo un pueblo.
No olvidamos larga historia de penosos sucesos contra nuestros diplomáticos, incluso, en los propios Estados Unidos.
El más reciente de todos los actos contra Cuba fue un ataque, en la madrugada del pasado 30 de abril, a la Sede diplomática de Cuba en la capital de los Estados Unidos, protagonizado por un ciudadano nombrado Alexander Alazo, quien disparó con un fusil de asalto AKM 32 disparos indiscriminadamente.
Cuba condenó este hecho desde el primer momento, calificándolo como un "acto terrorista con intención de matar".
Que sea posible una acción de este tipo, es uno de los resultados directos de la política agresiva del Gobierno de los Estados Unidos contra Cuba, y parte de la instigación a la violencia de políticos y grupos hostiles extremistas anticubanos asentados en ese país.
El gobierno de los Estados Unidos debe reconocer y denunciar el carácter terrorista de este ataque contra nuestra Embajada y compartir con Cuba toda la información de lo sucedido. Lo contrario equivale al silencio cómplice sospechoso y a la tolerancia del terrorismo.
La actitud asumida contradice la propia retórica antiterrorista del gobierno de los Estados Unidos. Mientras incluyen a Cuba en una lista espuria de países que no cooperan plenamente con los esfuerzos antiterroristas de los Estados Unidos, no reconocen el carácter terrorista del ataque a nuestra Embajada. Ocultan su historia de Terrorismo de Estado contra Cuba y la impunidad de grupos violentos en su territorio.
Con independencia de las conocidas divergencias existentes, hay evidencias concretas de la colaboración bilateral de Cuba con Estados Unidos en el combate contra el terrorismo y los esfuerzos conjuntos de aplicación y cumplimiento de la ley.
Hay brilla más que nunca el comportamiento del líder histórico de la Revolución cubana, Fidel Castro, quien alertó en el pasado al presidente Ronald Reagan, uno de sus adversarios más enconados, de un atentado contra su vida, o cuando ofreció al Gobierno de otro adversario, George W. Bush, los aeropuertos cubanos para acoger a los aviones que buscaban dónde aterrizar tras el ataque terrorista a las Torres Gemelas de Nueva York.
Cuba ha expresado reiteradamente su más profundo rechazo y condena a todos los actos, métodos y prácticas terroristas en todas sus formas y manifestaciones, por quien quiera, y donde quiera que se cometan, sean cuales fueren sus motivaciones, incluidos aquellos casos en los que hay Estados directa o indirectamente involucrados.
EE.UU. conoce, así como la comunidad internacional, que Cuba tiene una posición de rechazo firme contra el terrorismo, y nuestra intolerancia absoluta con cualquiera de sus manifestaciones.
Roger López García, Embajador de Cuba
6 de Octubre de 2020
@CubaMINREX
Solidaritet, link: https://solidaritet.dk/cubas-ambassadoer-bryd-tavsheden-om-ambassade-angrebet/


