71 AGNU: Cuba ante el Plenario de la Asamblea General ONU en el Debate General del tema “Cuestión de la representación equitativa en el Consejo de Seguridad y del aumento del número de sus miembros y cuestiones conexas”.

Señor Presidente,

Agradecemos la convocatoria de este debate.

Reconocemos los esfuerzos de la Representante Permanente de Luxemburgo, el Representante Permanente de Jamaica y sus predecesores en la Presidencia de las negociaciones intergubernamentales (IGN) sobre la reforma del Consejo de Seguridad.

Saludamos el nombramiento de los Representantes Permanentes de Rumanía y Líbano como Co-presidentes de las negociaciones intergubernamentales sobre el tema que no convoca hoy. Brindaremos  toda la colaboración que se posible para hacer exitosa la labor  negociadora.

Cuba apoya una verdadera y profunda reforma del Consejo de Seguridad que lo transforme en un órgano eficaz, transparente, representativo y democrático.

Apoyamos renovados y sostenidos esfuerzos dirigidos a acelerar las negociaciones sobre la reforma del Consejo de Seguridad, un tema que ha estado en la Agenda de la Asamblea General durante más de 20 años.

Debemos continuar abogando por ajustar el Consejo de Seguridad a la evolución de las relaciones internacionales y de las Naciones Unidas en las últimas siete décadas.

Conforme, al Artículo 24 de la Carta, el Consejo tiene Ia responsabilidad de actuar a nombre de los Estados miembros; sin embargo es una realidad que los 193 Estados miembros de la ONU no se sienten representados con las decisiones del Consejo y es difícil sostener el status quo establecido en 1945.

Cuba reitera que la labor del Consejo es una responsabilidad colectiva de todos los Estados Miembros, y se les debe garantizar la verdadera participación en el trabajo y la toma de decisiones de este órgano.

Lo anterior requiere cumplir cabalmente el mandato conferido por la Asamblea General a través de varias decisiones, incluida la más reciente del 21 de julio, sobre la cuestión de la representación equitativa en el Consejo de Seguridad y del aumento del número de sus miembros y cuestiones conexas.

Las rondas de discusiones celebradas hasta ahora y las compilaciones de posiciones que han producido confirman, a nuestro juicio, que la inmensa mayoría de los Estados Miembros apoya, como mínimo, la ampliación del Consejo de Seguridad en sus dos categorías, miembros permanentes y no permanentes; eliminar el derecho de veto; reformar profundamente los métodos de trabajo que contemplaría también aprobar definitivamente las Reglas de Procedimiento del Consejo para que dejen de ser provisionales; y respetar los mandatos respectivos de la Asamblea General y el Consejo de Seguridad conforme a lo dispuesto en la Carta de la ONU.

Señor Presidente:

Cuba está preparada para emprender las negociaciones que este proceso requiere sin más dilaciones; y coincide con la mayoría de las delegaciones en que se deben tomar en cuenta todas las propuestas formuladas a lo largo de las deliberaciones del grupo intergubernamental. Este proceso debe ser inclusivo y transparente.

Si bien las posiciones de Cuba son bien conocidas, me permito reiterarlas para beneficio del nuevo ciclo de discusión.

Favorecemos un incremento amplio de la membresía del Consejo de Seguridad alrededor de los 25 a 26 Estados. La ampliación debe tener Iugar en ambas categorías de miembros y el incremento básico debe recaer en los países en desarrollo.

El objetivo fundamental debe ser superar la injustificable falta de representación de los países en desarrollo en el Consejo de Seguridad.

Los nuevos miembros de un Consejo ampliado, tanto permanentes como no permanentes, deberán contar exactamente con los mismos deberes y prerrogativas que los actuales miembros de ese órgano, incluido el veto si el mismo no pudiera ser eliminado. Cuba no se opondría a la posibilidad de reelección inmediata de los miembros no permanentes.

Cuba no favorece la creación de nuevas categorías de miembros porque ahondaría aún más las diferencias existentes y fomentaría la división al interior de ese órgano. En lo que se refiere al veto, son bien conocidos los criterios de Cuba respecto a ese antidemocrático y anacrónico privilegio y nuestra firme convicción de que debe ser eliminado.

La reforma del Consejo tendrá que incluir como prioridad Ia reforma de sus métodos de trabajo. Abogamos por un Consejo de Seguridad transparente, en el que las consultas a puertas cerradas sean la excepción y no la regla. Aspiramos a un Consejo que se ocupe de los temas que Ie corresponden y no invada los de otros órganos principales de la ONU.

Señor Presidente:

Reitero que Cuba no aspira a lograr un acuerdo inmediato, comprendemos perfectamente las complejidades y sensibilidades de este proceso que necesitará tiempo, esfuerzo y, sobre todo, espíritu de flexibilidad en las negociaciones.

No obstante, pretender que aceptemos como válidos Ia estructura y los procedimientos del Consejo de Seguridad, configurados en 1945 para un orden mundial que ya no existe, y ante desafíos y amenazas actuales inimaginables en los orígenes de la Organización, seria desconocer la dramática evolución de las relaciones internacionales y, junto a ellas, de las Naciones Unidas, en los últimos 70 años.

Cuba está Iista para superar con éxito ese reto.

Muchas gracias