Señor Presidente:
Agradecemos la presentación de la Memoria del Secretario General sobre la labor de la Organización y los esfuerzos en su realización.
Este será la última Memoria que presentará el actual Secretario General Excmo. Sr. Ban Ki-Moon. Permítame aprovechar la ocasión para reconocer su dedicación hacia la promoción y protección de la causa del multilateralismo, su contribución a la paz y la seguridad internacionales y su dedicación por lograr un mundo mejor.
Señor Presidente:
La adopción de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, la Agenda de Acción de Addis Abeba, el Acuerdo de París sobre Cambio Climático, el Marco de Sendai para la Reducción del Riesgo de Desastres de 2015-2030, marcaron un hito en la historia de nuestra organización y ratificaron la importancia del multilateralismo, la vigencia de las Naciones Unidas y de los principios y propósitos consagrados en su Carta.
Sin embargo, queda un largo camino para cumplir los compromisos acordados No se debe pasar por alto que aún persisten obstáculos en el camino que impiden avanzar hacia un desarrollo sostenible de los pueblos
Nos enfrentamos a un mundo donde el multilateralismo es cada día puesto a prueba. Prevalecen la guerra, la agresión, los golpes blandos y los intentos de cambio de régimen promovidos por algunas naciones hegemónicas, la injerencia en los asuntos internos de los Estados y las violaciones a su soberanía bajo el pretexto de la lucha contra el terrorismo.
La prevención de los conflictos armados es un reto que enfrenta la Organización como nunca antes. Para Cuba, la consolidación de los principios y objetivos de la Carta de las Naciones Unidas y del derecho internacional continúan siendo pilares básicos de la seguridad internacional. Ello implica básicamente el pleno respeto a la soberanía, la integridad territorial de los Estados, el no uso de la fuerza en las relaciones internacionales y la no injerencia en los asuntos internos de los Estados.
Los esfuerzos internacionales para preservar a las venideras generaciones del flagelo de la guerra, mantener la paz y la seguridad internacionales y lograr el progreso económico social y el ejercicio de todos los derechos humanos fundamentales aún son insuficientes.
De ello dan fe los 795 millones de personas que sufren hambre, los 781 millones de adultos analfabetos, 17 mil niños mueren cada día de enfermedades curables.
Para efectivamente no dejar a nadie atrás, se requiere cambiar el actual orden internacional, injusto y profundamente desigual, en lo que las Naciones Unidas deben desempeñar un papel esencial. Se requiere de forma urgente el cese de la aplicación de medidas coercitivas unilaterales a los países en desarrollo, el fin del colonialismo y la ocupación extranjera, el rechazo al intervencionismo disfrazado con pretextos humanitarios, el cese de la manipulación política de los derechos humanos, que se impongan la imparcialidad, la objetividad y la no selectividad. Es inaceptable la imposición de concepciones únicas e imperfectas sobre la democracia, siguiendo modelos que desconocen las particulares de cada sociedad y sirven al control de los centros de poder mundial.
Cuba considera que un clima de paz y de seguridad internacional, donde se respete el estado de derecho a nivel internacional, constituye una condición imprescindible para el logro del desarrollo sostenible.
Presupone, el reconocimiento irrestricto a la igualdad soberana de los Estados, la solución pacífica de las controversias internacionales, el respeto a la independencia política y al sistema político, económico, social y cultural que las naciones han libremente decidido para sí, y el rechazo a la amenaza o al uso de fuerza contra otro Estado.
Es impostergable también contar con recursos financieros nuevos adicionales y predecibles que permitan la aplicación de la ambiciosa Agenda 2030 para el Desarrollo. La plena implementación de la Agenda y los Objetivos de Desarrollo Sostenible requiere la creación de capacidades y el establecimiento de un mecanismo internacional que facilite la transferencia de tecnologías ambientalmente amigables, en condiciones favorables, para los países en desarrollo
Señor Presidente:
Tal y como se señala en el informe el pasado año fue el peor en cuanto al cambio climático, con el incremento del deshielo polar, del nivel de los océanos y el crecimiento de los volúmenes de emisión de gases de efecto invernadero. Urgen acciones concretas e inmediatas para revertir esta situación. El Acuerdo de París constituye un punto de partida y no resulta suficiente si queremos preservar nuestro planeta para las futuras generaciones. Corresponde a las naciones industrializadas asumir su deuda ecológica, modificar sus irracionales patrones de producción y consumo, reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero.
Otra amenaza que enfrenta la humanidad es la existencia de las armas nucleares. La única manera de salvar la humanidad del terrible impacto de las armas nucleares, es su prohibición completa y eliminación total.
Cuba está firmemente comprometida con los esfuerzos internacionales para lograr ese objetivo prioritario y apoya la recomendación de convocar una Conferencia Internacional en 2017, para las negociaciones de un instrumento legalmente vinculante para la prohibición de las armas nucleares, con vista a su eliminación. Esperamos que ese instrumento pueda ser formalmente adoptado en 2018, en ocasión de la Conferencia Internacional de Alto Nivel sobre Desarme Nuclear, convocada por la Asamblea General de la ONU.
Reconocemos que aún falta mucho por hacer en materia de lucha contra el terrorismo. La comunidad internacional debe dar pasos concretos hacia la adopción de una Convención General sobre Terrorismo, que defina este flagelo en su integridad.
Es inaceptable que la supuesta lucha contra el terrorismo, sirva de bandera para cometer actos de agresión e injerencia en los asuntos internos de los Estados o para perpetrar violaciones flagrantes a los derechos humanos y el derecho internacional humanitario.
Señor Presidente:
El Nuevo Orden Internacional verdaderamente justo, democrático y equitativo al que aspiramos requiere de una ONU profundamente reformada.
Para que Naciones Unidas sea más democrática y efectiva, la Asamblea General debe ser revitalizada y fortalecida y ejercer plenamente las facultades que le confiere la Carta, sin intromisión del Consejo de Seguridad en su labor y en la de sus órganos.
La reforma del Consejo de Seguridad, a fin de hacerlo más democrático y representativo, requiere modificar su composición y métodos de trabajo, tarea que no debemos continuar posponiendo.
Señor Presidente:
Orgullosos de pertenecer a una Zona de Paz, como fuera proclamada la América Latina y el Caribe en la Segunda Cumbre de CELAC efectuada en La Habana en enero de 2014, Cuba reitera que las reglas de convivencia basadas en la amistad, cooperación y respeto son indispensables en las relaciones internacionales entre los Estadosy para alcanzar la realización del derecho de a la paz y el desarrollo de sus pueblos.
Muchas Gracias