71 AGNU: Cuba en el tema “Fortalecimiento de la coordinación de la asistencia humanitaria y de socorro en casos de desastre que prestan las Naciones Unidas, incluida la asistencia económica especial."

Señor Presidente:

La asistencia humanitaria debe llevarse a cabo a solicitud y con el consentimiento del Estado afectado, ya que este desempeña el rol principal en la coordinación de todas las actividades humanitarias en su territorio. En este sentido, Cuba reconoce la plena vigencia de los principios rectores de la asistencia humanitaria refrendados en la resolución 46/182 de la Asamblea General. 

Es obligación de los Estados Miembros y de las Naciones Unidas velar porque la asistencia humanitaria sea proveída de acuerdo con los principios de humanidad, neutralidad e imparcialidad; por tanto, rechazamos los dobles raceros que se esconden bajo el noble manto humanitario.

La Carta de las Naciones Unidas debe ser respetada, y sus propósitos y principios no pueden ser vulnerados o tergiversados, restringidos o condicionados a la hora de brindar asistencia humanitaria. En este sentido, nos oponemos al endoso de conceptos no acordados y ambiguos para justificar acciones contrarias a los principios de soberanía, integridad territorial y no injerencia en los asuntos internos de los Estados.

Señor Presidente:

A los daños humanos y materiales ocasionados por los desastres naturales se adicionan  los desastres provocados por la acción directa del hombre, como el hambre, la pobreza y la guerra, que ponen en situación de suma fragilidad a miles de millones de personas en el mundo.

Urge fortalecer los programas de cooperación internacional y transferencia de recursos,   tecnologías y conocimientos hacia los países en desarrollo, en aras de completar sus capacidades nacionales frente a las emergencias humanitarias. Esta cooperación internacional debe realizarse en apego a los principios de la Carta de las Naciones Unidas y sin mediar condicionamientos.  

Cuba considera que la asistencia humanitaria en situaciones de emergencias debe contribuir al desarrollo sostenible del Estado afectado; por tanto, esta debe dirigirse, también, hacia las causas profundas que limitan la capacidad de los países para prevenir, mitigar y enfrentar las diversas emergencias humanitarias en sus territorios; en particular, aquellas que tienen su origen en la desigualdad, el injusto orden económico internacional, la pobreza, el subdesarrollo y la instigación y sostenimiento desde el exterior de conflictos armados.

Es importante también, evitar que la respuesta a las emergencias humanitarias se produzca en detrimento de las actividades, programas y recursos comprometidos y destinados al desarrollo.

Sr. Presidente:

Es conocida la experiencia y el papel central que juega el gobierno cubano en la iniciación, organización, coordinación y prestación de asistencia humanitaria cuando el país es  afectado por desastres naturales.

Nuestra experiencia demuestra la necesidad de un Sistema de Defensa Civil en el que se integren todas las instituciones y recursos de la sociedad para la protección de las personas, sus bienes y la infraestructura social y económica. Cuba ha trabajado en la actualización de los marcos institucionales y normativos para la reducción del riesgo de desastres a nivel local, en el perfeccionamiento de los sistemas nacionales y locales de alerta temprana y en la organización de las acciones de respuesta y recuperación.

Los frutos de nuestra experiencia son palpables: nótese que a pesar de las cuantiosas pérdidas materiales provocadas por el reciente paso del huracán  Matthew, nuestro país avanza en la recuperación con la tranquilidad y orgullo de no haber tenido que lamentar la pérdida de una sola vida humana.

Señor Presidente:

En relación con el inciso b) de este tema, mi delegación quisiera reiterar su incondicional apoyo al heroico esfuerzo de los palestinos en su lucha por ejercer su derecho inalienable a la libre deter­minación. El pueblo palestino es víctima de una de las más prolongadas emergencias humanitarias que enfrenta nuestra Organización, y requiere de particular atención en este debate. Es im­prescindible que se redoblen los esfuerzos que conduz­can a poner fin a la injusticia que se comete contra este pueblo y se solucione la cuestión de Palestina en todos sus aspectos, incluida una solución justa a la difícil si­tuación de los refugiados.

Señor presidente,

Cuba reitera su disposición a seguir apoyando de forma solidaria y desinteresada a los países afectados por desastres naturales y otras emergencias.

Muchas gracias.