71 AGNU: Cuba en la Tercera Comisión sobre la “Eliminación del racismo, la discriminación Racial, la xenofobia y las formas conexas de intolerancia” y “Derecho de los pueblos a la libre determinación”.

Sra. Presidenta:

A 15 años de la adopción de la Declaración y Programa de Acción de Durban, en la Conferencia Mundial contra el Racismo, la Discriminación Racial, la Xenofobia y otras Formas conexas de Intolerancia, su plena aplicación continúa siendo una asignatura pendiente, en la lucha por la igualdad de derechos entre todos los seres humanos.

Vemos con preocupación que en muchas regiones y países del mundo, el racismo, la discriminación racial y la xenofobia, siguen manifestándose, incluso a través de nuevas y más sofisticadas formas.

Ello se refleja en la persistencia en la creación de asociaciones y partidos políticos con una plataforma racista, la construcción de monumentos y la organización de manifestaciones públicas para glorificar el pasado nazi y el neonazismo, la exclusión social y la marginación de pueblos, etnias, minorías u otras categorías de grupos sociales e individuos, el impacto negativo de los perfiles raciales en la elaboración y ejecución de políticas, la proliferación de políticas y leyes migratorias discriminatorias y la adopción de leyes antiterroristas que facilitan amplios espacios a la arbitrariedad y al ejercicio de la autoridad pública sobre bases discriminatorias, racistas y xenófobas.

Es hora ya de que cese la discriminación contra razas, etnias, naciones y comunidades enteras. El odio racial y la matanza o agresión física contra un grupo de personas por su origen, raza o credo, deben combatirse y eliminarse. Deben adoptarse medidas efectivas que respondan a las causas raigales de estos problemas y enfrenten las circunstancias agravantes que los potencian.

Debe establecerse una prohibición expresa de la utilización de perfiles raciales y étnicos por los organismos encargados de hacer cumplir la ley. No deben quedar impunes los asesinatos a sangre fría por parte de la policía o aquellos que agreden a determinadas personas sólo por pertenecer a una raza u origen étnico específico.

Es cada vez más urgente que se ponga  un mayor énfasis en el tratamiento de este tema, en sus manifestaciones y potencial impacto, tanto por parte de los Estados como de los órganos de Naciones Unidas que abordan esta cuestión u otras vinculadas. Ello podría contribuir a  promover acciones para conceder a esta cuestión la prioridad que merece en las agendas políticas de los países más afectados.

Compartimos el criterio de que la Década Internacional para las personas Afrodescendientes, brinda una oportunidad que debe ser aprovechada por todos los Estados para enfocarnos en los retos que debemos encarar en materia de lucha contra la discriminación racial; trazar políticas que permitan avanzar hacia la solución de los problemas identificados y fortalecer la cooperación internacional, en pro de un mundo en el que prevalezcan la igualdad, el respeto mutuo y la justicia social.

Reiteramos la voluntad, varias veces expresadas por Cuba, de seguir apoyando de manera práctica y decidida este esfuerzo, no sólo en palabras, sino con hechos concretos. Reafirmamos nuestra voluntad de continuar implementando a nivel nacional el Programa de Actividades de la Década Internacional para las personas Afrodescendientes y concediendo la prioridad debida enfrentamiento a las reminiscencias de prejuicios discriminatorios que aún puedan subsistir en nuestro país.

Reafirmamos, asimismo, nuestro compromiso de seguir llevando nuestra contribución a la lucha contra el racismo, más allá de nuestras fronteras, a través de la cooperación desinteresada, voluntaria y sacrificada de nuestros cooperantes, que nunca han reparado en el color de la piel o la condición social  de una persona, en cualquier lugar del planeta para extender la mano de la solidaridad internacional.

Sra. Presidenta:

Sobre el derecho a la libre determinación, reiteramos nuestro pleno apoyo al Grupo de Trabajo sobre Uso de mercenarios del Consejo de Derechos Humanos, para que continúe su labor sobre este fenómeno violatorio del derecho internacional.

Como cada año, Cuba está presentando el proyecto de resolución titulado “Utilización de mercenarios como medio de violar los derechos humanos y obstaculizar el ejercicio del Derecho de los pueblos a la libre determinación”. Invitamos a las delegaciones a apoyar y copatrocinar esta iniciativa.

Cuba no olvida que terroristas como Luis Posada Carriles, autor intelectual de la explosión en pleno vuelo de un avión de Cubana de Aviación el 6 de octubre de 1976, causando la muerte de 73 personas, sigue aún en libertad y sin responder judicialmente por ese horrendo crimen. Acciones mercenarias de esa naturaleza nos confirman la validez de reclamar ante esta sala que se ponga fin a tales prácticas.

Sr. Presidente:

Aunque las Naciones Unidas desde su surgimiento se plantearon el objetivo supremo de preservar a las generaciones venideras del flagelo de la guerra y de edificar una nueva forma de relacionarnos bajo la guía de un conjunto de propósitos y principios, entre los que figuraron el derecho a la libre determinación y el respeto pleno a la soberanía de los Estados, ello constituye aún una meta que no hemos logrado alcanzar.

Han sido constantes las guerras de agresión, la intervención en los asuntos internos de los Estados, el derrocamiento por la fuerza de gobiernos soberanos, los denominados “golpes suaves” y la recolonización de territorios, perfeccionados ahora con formas de actuar no convencionales, con el empleo de nuevas tecnologías y esgrimiendo supuestas violaciones de los derechos humanos.

El pueblo de Cuba, que ha debido enfrentar por más de medio siglo los efectos negativos de un criminal bloqueo económico, comercial y financiero y las más disímiles agresiones, ha pagado un alto precio por defender su derecho a la libre determinación.

Es desde esa experiencia y desde la solidaridad internacional recibida en nuestra propia lucha, que seguiremos apoyando la justa lucha por la libre determinación de los pueblos que hoy aún padecen la dominación extranjera.

De manera especial seguiremos pronunciándonos por una  solución justa y duradera al conflicto del Medio Oriente, lo cual exige, inexorablemente, el ejercicio real del derecho inalienable del pueblo palestino a construir su propio Estado y a decidir libremente su sistema político y económico.

También reiteramos nuestra solidaridad con el pueblo de Puerto Rico y con su derecho a la libre determinación.

Mientras persista la dominación y ocupación extranjera, se estarán violando los derechos humanos de los pueblos ocupados, que  requieren como condición previa para el ejercicio de todos los derechos humanos, la posibilidad de ejercer su derecho  a la libre determinación.

Muchas gracias.