71 AGNU: Intervención de Cuba en el Debate Conjunto Tema NEPAD y decenio para lograr la regresión de la malaria en los países en desarrollo, en particular en África.

Señor Presidente:

Primeramente agradecemos los informes que bajo ambos temas y subtemas de la agenda ha presentado  el Secretario General.

Cuba considera que la Nueva Alianza para el Desarrollo de África (NEPAD) es sin dudas una de las iniciativas más encomiables que se haya producido en el continente africano en las últimas décadas. Los propósitos de NEPAD reflejan el compromiso de los líderes políticos de la región con el progreso político, económico y social continental.

El presente informe del Secretario General sobre la NEPAD refleja las transformaciones económicas y sociales que está experimentando África. Sin embargo, hay que reconocer que los desafíos persisten en el camino hacia el desarrollo sostenible. En muchos casos, la falta crónica de recursos para la inversión pública dificulta la plena aplicación de los planes de desarrollo de la NEPAD. En el comercio internacional, los países africanos se enfrentan a numerosos obstáculos estructurales para su acceso a mercados globales. La falta de financiación del comercio, las barreras arancelarias y no arancelarias en los mercados de países desarrollados,  incluidas las subvenciones que distorsionan el comercio, siguen impidiendo que África alcanzar su potencial de exportación.

La continuada disminución de la asistencia oficial para el desarrollo (AOD) es otro motivo de preocupación para las iniciativas de desarrollo de África. Ello, unido a las condiciones económicas mundiales desfavorables durante el período que se examina, constituye un desafío para la aplicación  de la Agenda 2030, la Agenda 2063 de la Unión Africana  y pone en peligro los progresos alcanzados en la aplicación de los ODM.

Hacemos un llamamiento a todos los países desarrollados a cumplir sus compromisos de Ayuda Oficial al Desarrollo e intensificar el apoyo a la NEPAD.

Cuba siempre ha defendido la responsabilidad histórica y moral de la comunidad internacional con el desarrollo africano, luego de siglos de coloniaje, saqueo y drenaje de las riquezas africanas.

Señor Presidente:

Para algunos en el mundo, África sigue constituyendo sólo un mito y una verdadera mina de recursos para obtener jugosas ganancias, sin importarles el alto costo y las catastróficas consecuencias que ha traído para los pueblos africanos todo este proceso de explotación y saqueo durante siglos.

Para atender los problemas africanos, es necesario deshacerse de la filosofía de la ganancia y del despojo a toda costa que sustenta el injusto orden económico internacional impuesto al mundo.

África no sólo continúa marginada y en total desventaja en las relaciones económicas internacionales, sino que también sus niveles de pobreza continúan creciendo alarmantemente, unidos al auge de conflictos armados y la propagación de enfermedades que están diezmando  naciones enteras del continente africano.

Han sido las políticas económicas y financieras y las olas de privatización desenfrenada que acompañan el proceso de globalización neoliberal impuesto por los países desarrollados,  las que se han encargado de consolidar la precaria situación que vive y sufren los países de la región africana y no las debilidades de sus instituciones, como han querido hacernos creer.

Como se establece en el Informe del Secretario General durante el 2015 se emprendió la aplicación de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible en la que se reconocen los problemas concretos de África y se reafirma la importancia de apoyar la Agenda 2063 y la Nueva Alianza para el Desarrollo de África. Ambas agendas comparten principios estratégicos semejantes, centrados en las personas, la paz, la justicia, los derechos humanos, la prosperidad, la sostenibilidad ambiental y las asociaciones mutuamente responsables.

Cuba cree firmemente en la capacidad de los líderes africanos, en el contexto de la NEPAD, para solucionar las situaciones de conflicto que actualmente constituyen un obstáculo adicional para alcanzar las metas de desarrollo económico y social de la región

Señor Presidente:

El pueblo cubano es heredero directo y natural de la gallardía, el arrojo y la cultura de la resistencia de África, que se ha debatido heroicamente durante siglos entre desafíos y retos, de lo cual nos orgullecemos.

Para Cuba, África es algo muy entrañable, parte esencial de lo que somos. Es uno de los nutrientes de nuestra identidad  y de nuestra cultura. Allí están las raíces de gran parte de la población cubana.

Las más profundas convicciones internacionalistas de la Revolución cubana, han hecho posible que nuestro país haya estado siempre al lado de África, desde el apoyo incondicional a las luchas anticolonialistas, hasta los proyectos de cooperación en numerosas esferas del desarrollo económico y social del continente.

Señor Presidente:

Nuestro país continúa aportando, en el contexto de la Cooperación Sur-Sur, su capital humano y experiencia en la colaboración con los países del continente.

Por solo mencionar ejemplos más significativos, más de 2600 becarios africanos estudian en Cuba carreras universitarias, incluyendo las de Ciencias Médicas.

Más de 5000 colaboradores cubanos prestan servicios en 34 naciones africanas, con vistas a impulsar su desarrollo en áreas tan diversas como la salud pública, la educación, la agricultura, los deportes, la construcción, y otras.

Más de 27 000 pacientes africanos han recuperado la vista a través del Programa cubano-venezolano conocido como “Operación Milagro”.

Por su parte, África siempre ha estado con Cuba. En estos más de 50 años de bloqueo económico, comercial y financiero impuesto contra mi país, los gobiernos y pueblos africanos han cerrado filas en apoyo al derecho del pueblo cubano a decidir su destino.

Señor Presidente:

Cuba ha estado presente en los esfuerzos del continente africano por la erradicación de la Malaria,  a través del programa de lucha contra vectores que provocan esta epidemia,  que incluye la construcción de fábricas de biolarvicidas en territorios de la región, acciones de capacitación de personal, formación de agentes comunitarios y charlas educativas sobre saneamiento del medio ambiente.

El programa de lucha contra la malaria, tiene resultados relevantes, ya que redujo los índices de mortalidad infantil y materna, aspecto de relevancia  si se tiene en cuenta que el 90 por ciento de las muertes por paludismo en el mundo ocurren en ese continente y la mayoría son niños menores de cinco años.

Cuba continuará sus esfuerzos en apoyo a la lucha del continente Africano por la erradicación de esta epidemia.

Señor Presidente:

Nuestro país seguirá apoyando a la Unión Africana y a todos los mecanismos de concertación regional en su empeño por encontrar soluciones propias a los problemas africanos, y seguirá abogando por el respeto a la soberanía de ese continente y la no injerencia en los asuntos internos de sus países.

Esperamos que la Asamblea General, en sus análisis sobre África, aborde las causas profundas y reales de los retos que enfrenta ese continente, las consecuencias de décadas de colonización y saqueo.

Los países africanos necesitan con urgencia un trato especial y diferenciado, acceso a los mercados, estabilidad de los precios de los productos básicos, condonación de su deuda externa, acceso a las tecnologías, aumento sustantivo de la Ayuda Oficial al Desarrollo y los recursos financieros necesarios sin injerencias y sin condicionamientos.

África no puede seguir esperando. Actuemos ya!

Muchas gracias.