71 AGNU: Intervención del Viceministro de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente de Cuba, S.E. Sr. José Fidel Santana Núñez, Jefe de la Delegación cubana a la Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Océanos.

Distinguido Sr. António Guterres, Secretario General de las Naciones Unidas,

Ministras, Ministros, Jefes de Delegaciones,

Delegadas y delegados,

Asistimos a esta Conferencia con la satisfacción de apreciar que la preocupación por la salud de nuestros océanos y mares ha logrado convocarnos aquí en aras de fortalecer la unidad de acción y apoyo para el cumplimiento del Objetivo de Desarrollo Sostenible 14, dirigido a ¨conservar y utilizar en forma sostenible los océanos, los mares y los recursos marinos para el desarrollo sostenible¨.

Los océanos absorben aproximadamente 25% del dióxido de carbono producido por los seres humanos, amortiguando los impactos del calentamiento global y constituyen la mayor fuente de proteínas del mundo, con más de 3 mil millones de personas que dependen de ellos como fuente primaria de vida, especialmente en los pequeños estados insulares en desarrollo.

Por tal motivo, Cuba otorga gran importancia al cumplimiento de este Objetivo; así como a los restantes 16 que conforman la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. La adopción de esta Agenda constituye un hito en el trabajo de las Naciones Unidas, al ser el documento que guiará el accionar de la comunidad internacional en pos del desarrollo sostenible en los próximos 15 años.

Para asegurar su cumplimiento se deben vencer grandes retos y realizar una labor tal que permita garantizar que nadie se quede atrás. Sobre todo teniendo en cuenta que su agenda antecesora: los Objetivos de Desarrollo del Milenio no fueron cumplidos plenamente. A pesara los avances que se registraron en el cumplimiento de ellos, quedaron muchas deudas; persisten grandes desigualdades dentro y entre los países y enormes desafíos para alcanzar el desarrollo sostenible.

Hace más de veinte años, el líder histórico de la Revolución cubana Fidel Castro Ruz, con su pensamiento previsor expresó en la primera Conferencia Mundial sobre el Desarrollo Sostenible de los Pequeños Estados Insulares en Desarrollo, en Barbados, el 5 de mayo de 1994, y cito:

El crecimiento sostenible de que se habla es imposible sin una distribución más justa entre todos los países. No puede haber crecimiento sostenible para una parte del mundo y subdesarrollo para todos los demás.Quiérase o no, la humanidad es hoy una sola familia, y todos tendremos el mismo destino...” (fin de la cita).

Unamos fuerzas de manera consciente para resolver los problemas que afectan a nuestros océanos y mares. La contaminación provocada por desechos provenientes de diferentes fuentes terrestres y marinas, la acidificación de los mares, la pesca ilegal y la sobrepesca son parte de ellos.

El 40% de los océanos está fuertemente afectado por la actividad humana, lo que incluye contaminación, bancos pesqueros agotados, y la pérdida de los hábitats costeros.

Se estima que, cada año, unas 9.1 millones de toneladas de plástico pasan directamente de la tierra al mar, miles de mamíferos marinos mueren a consecuencia del plástico y el 80 por ciento de las aves marinas lo han ingerido alguna vez y se estima que para el 2050 lo harán el 99 % de ellas.

Las imágenes de las gigantescas islas de plástico flotante son sólo la punta del iceberg de los miles de millones de microfragmentos de ese material, casi indestructible, que se acumulan en el fondo de los océanos. El plástico es ya parte de un ecosistema marino gravemente amenazado.

Las 7 metas del ODS 14 establecen compromisos sobre estos problemas y sólo con su estricto cumplimiento podría detenerse y revertirse el deterioro creciente de los recursos marinos.

Sin embargo, para asegurar que los países en desarrollo puedan cumplirlas es imprescindible que dispongan de los medios de implementación necesarios.

La gestión ambientalmente racional de los desechos, las actividades de limpieza, el conocimiento e identificación de las trayectorias de la basura marina, el reciclado de losdesechos, la introducción de productos reutilizables, reciclables o biodegradables y las soluciones a la adaptación al cambio climático en las zonas costeras requieren de tecnologías de avanzadas, conocimiento científico y financiamiento, con los cuales no contamos y se nos debe facilitar en condiciones preferenciales para cumplir oportunamente con estas metas. Los países más industrializados tienen el deber moral, los medios financieros y tecnológicos y la responsabilidad histórica de acompañarnos  en este propósito.

También el manejo, protección, conservación y recuperación de los ecosistemas marinos es complejo y costoso, incluso mucho más que la de los terrestres. En esto inciden factores como la existencia de un conocimiento relativamente menor de esos ecosistemas, la alta especialización de la infraestructura y el equipamiento requeridos y una mayor capacitación del personal.

La modesta experiencia de Cuba en relación con la meta 14.5 de conservar al menos el 10% de las zonas costeras y marinas nos reafirman lo anterior. Hoy ya tenemos esa meta cumplida, pues contamos con el 18,9 % de la superficie marina manejada como área protegida, gracias a la atención priorizada y la voluntad política en la atención de este tema; así como a las alianzas conformadas a través de proyectos financiados por el Fondo Mundial para el Medio Ambiente y organizaciones no gubernamentales.

Otra muestra de voluntad política de nuestro gobierno ha sido la aprobación reciente del Plan de Estado para el enfrentamiento al Cambio Climático en la República de Cuba, en el cual los avances más actuales y destacados de la ciencia cubana se convierten en acciones estratégicas y tareas a implementar gradualmente en el tiempo. Varias de ellas están dirigidas a recuperar los principales elementos protectores de nuestras costas: playas arenosas, manglares y arrecifes de coral; así como minimizar la contaminación de las bahías más afectadas en el país por fuentes contaminantes terrestres.

Señor Presidente,

Si bien es cierto que cada Estado debe asumir una mayor responsabilidad con respecto a su propio desarrollo, esa responsabilidad no es suficiente. Se requiere la voluntad y compromiso de la comunidad internacional.

Logremos establecer un mecanismo internacional que facilite la transferencia de tecnologías ambientalmente amigables, en condiciones favorables, para los países en desarrollo.

Cúmplanse de manera estable y creciente los compromisos de Ayuda Oficial al Desarrollo.

Redúzcase el gasto militar mundial, con lo cual, según estudios realizados, se asegura que un poco menos de la mitad de ese gasto sería suficiente para alcanzar la mayoría de los ODS.

Aplíquese de manera efectiva el principio de responsabilidades comunes pero diferenciadas entre países desarrollados y en desarrollo, reafirmado entre los principios de la Agenda 2030.

Aseguremos a las futuras generaciones océanos y mares limpios en los que puedan hacer uso de la biodiversidad marina para su subsistencia y desarrollo.

Muchas gracias.