71 AGNU: Intervención del Viceministro de Relaciones Exteriores de Cuba, S.E. Sr. Abelardo Moreno Fernández, en la Reunión de la Asamblea General de la ONU para conmemorar el Día Internacional para la Eliminación Total de las Armas Nucleares.

Señor Presidente:

La delegación cubana hace suyas las intervenciones realizadas por la República Bolivariana de Venezuela, a nombre del Movimiento de Países No Alineados y la República Dominicana, a nombre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC).

Vivimos el absurdo de un mundo que realiza gastos exorbitantes en armamentos, incluyendo armas nucleares cada vez más mortíferas, mientras se afirma que no hay recursos suficientes para promover el desarrollo y combatir el hambre, la pobreza y las enfermedades.

A 71 años del lanzamiento de las bombas atómicas que sembraron destrucción y muerte en Hiroshima y Nagasaki, nada puede justificar que la humanidad siga estando amenazada por la existencia de casi 16 mil armas nucleares, más de 4 mil de ellas listas para ser utilizadas de inmediato.

La ciencia ha llegado a conclusiones irrebatibles. No es posible prepararse adecuadamente para combatir o mitigar las consecuencias del uso de las armas nucleares. La detonación, intencional o no, de una parte ínfima de los arsenales existentes, tendría desastrosas consecuencias para nuestro planeta.

Urge eliminar, de una vez y para siempre, el papel de las armas nucleares en las doctrinas militares y las políticas de seguridad.

Señor Presidente:

El pasado 19 de agosto, los Estados Miembros tomaron la histórica decisión de recomendar a la Asamblea General de las Naciones Unidas iniciar, en 2017, las negociaciones de un instrumento legalmente vinculante para la prohibición de las armas nucleares, con vistas a su eliminación.

Esperamos que ese instrumento pueda ser formalmente adoptado en 2018, en ocasión de la Conferencia Internacional de Alto Nivel sobre Desarme Nuclear, convocada por la Asamblea General de la ONU.

La prohibición de las armas nucleares estaría plenamente justificada, pues su uso o amenaza de uso, bajo cualquier circunstancia, constituiría una violación del Derecho Internacional y delito de lesa humanidad.

Ahora bien, la prohibición de las armas nucleares sería un paso de avance importante, pero insuficiente. Cuba, al igual que la gran mayoría de la comunidad internacional, continuará abogando firmemente por la adopción, en el plazo más breve posible, de una Convención que establezca su eliminación en un plazo de tiempo determinado y bajo estricta verificación internacional.

La única manera de garantizar que la humanidad no sufrirá nunca más el terrible impacto de las armas nucleares, es su erradicación, de forma transparente e irreversible.

Hasta que se logre el objetivo del desarme nuclear total se requiere, con urgencia, de un instrumento internacional mediante el cual los Estados poseedores de armas nucleares den garantías incondicionales y jurídicamente vinculantes de que nunca las emplearán o amenazarán con emplearlas contra los Estados que no las poseen.

Igualmente, se debe poner fin a las declaraciones interpretativas por parte de los Estados nucleares a los Protocolos Adicionales de los tratados que establecen Zonas Libres de Armas Nucleares, incluyendo el Tratado de Tlatelolco, y celebrar, sin más demora, la Conferencia Internacional para el establecimiento en el Medio Oriente de una Zona Libre de Armas Nucleares y Otras Armas de Destrucción Masiva.

Señor Presidente:

América Latina y el Caribe ha estado a la vanguardia en la batalla internacional por la prohibición y eliminación de las armas nucleares.

Fue nuestra región la primera área densamente poblada en el mundo que se declaró como Zona Libre de Armas Nucleares por medio del Tratado de Tlatelolco. Más aún, en ocasión de la II Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, celebrada en La Habana el 29 de enero de 2014, se dio un paso histórico cuando nuestra región se proclamó formalmente como Zona de Paz. La Proclama incluye el firme compromiso de los Estados de la región con la promoción del desarme nuclear como objetivo prioritario.

El 26 de septiembre, Día Internacional para la Eliminación Total de las Armas Nucleares, debe ser una jornada de movilización y reflexión, un recordatorio de nuestra responsabilidad colectiva de salvar nuestro planeta del peligro de las armas nucleares, por el bien de las generaciones presentes y futuras.

Los seres humanos y los pueblos tienen legítimo derecho a vivir en paz, en un mundo sin armas nucleares.

Como destacara Fidel Castro Ruz, Líder Histórico de la Revolución Cubana, “(…) ningún país del mundo debe poseer armas nucleares, y esa energía debe ponerse al servicio de la especie humana. Sin ese espíritu de cooperación la humanidad marcha inexorablemente hacia su propia destrucción.”

Muchas gracias