Sr. Presidente:
Cuba se asocia a las intervenciones realizadas por Marruecos, en nombre del Movimiento de Países No Alineados y por El Salvador, en nombre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC).
Agradecemos las presentaciones realizadas por el señor Jean-Pierre Lacroix, Secretario General Adjunto para las Operaciones de Mantenimiento de la Paz, y el señor Atul Khare, Secretario General Adjunto para el Apoyo a las Actividades sobre el Terreno.
Para Cuba, la responsabilidad principal en el mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales recae en las Naciones Unidas, en estricto cumplimiento de los propósitos y principios consagrados en su Carta, en particular la igualdad soberana, la independencia política y la integridad territorial de todos los Estados.
De igual manera, deben ser estrictamente respetados y preservados los principios básicos que se han establecido para el desarrollo de las OMP, como la imparcialidad, el consentimiento de las partes y el no uso de la fuerza, excepto en casos de autodefensa.
La delegación de Cuba ratifica el rol primario de la Asamblea General en la formulación de conceptos, políticas, doctrinas, estrategias y asuntos presupuestarios en relación con el mantenimiento de la paz. En tal sentido, resaltamos que es el Comité Especial de Operaciones de Mantenimiento de la Paz el único foro de la ONU con mandato para analizar de forma amplia la cuestión de las OMP en todos sus aspectos.
Sr. Presidente:
En los últimos años, las operaciones de mantenimiento de la paz han devenido en operaciones multidimensionales, con mandatos cada vez más amplios y complejos, que en ocasiones han traído consigo contradicciones con los principios fundamentales del mantenimiento de la paz.
El establecimiento de nuevas y más complejas operaciones de mantenimiento de la paz no puede ser un sustituto de la atención y solución a las causas profundas de los conflictos.
Resulta preocupante el interés en utilizar estas operaciones en tareas de imposición de la paz, lucha contra el terrorismo, el extremismo y la delincuencia organizada internacional, lo que sólo podrá aumentar el riesgo de amenazas y ataques contra el personal de mantenimiento de la paz, incluidos el personal civil y las organizaciones asociadas.
Reiteramos que estas operaciones no pueden ser un fin en sí mismas, sino una medida temporal para crear un marco de seguridad que permita aplicar una estrategia a largo plazo hacia el desarrollo económico y social sostenible.De otra manera, no se podrá superar el círculo vicioso de nuevos conflictos y nuevas operaciones, con los altos costos humanos y materiales que ello conlleva.
Señor Presidente:
Con relación a la protección de civiles en las operaciones de mantenimiento de la paz, Cuba reitera que la responsabilidad primaria descansa en los Estados. Es inaceptable que se utilicen cuestiones relacionadas con la protección de los civiles y los derechos humanos en general, para lograr objetivos políticos e interferir en los asuntos internos de los Estados soberanos.
Es de gran importancia también continuar intensificando la cooperación entre los países que aportan contingentes, el Consejo de Seguridad y la Secretaría. A los países contribuyentes de tropas, en la mayoría de los casos, no se les garantiza una participación realmente activa en todas las etapas del proceso de toma de decisiones de las operaciones de mantenimiento de la paz.
En relación con el uso de las nuevas tecnologías en las operaciones de mantenimiento de la paz, consideramos que este uso debe ser a partir de un análisis caso a caso y debe mantenerse en el contexto de los principios inscritos en la Carta de la ONU, en particular el respeto a la soberanía y la integridad territorial de los Estados miembros. Además, debe estar en correspondencia con los principios de las OMP de las Naciones Unidas, incluido el pleno consentimiento del país sede.
Si bien se reconoce que las nuevas tecnologías pueden mejorar el conocimiento del entorno y la seguridad del personal de paz, se han planteado legítimas preocupaciones con relación al uso de drones en las operaciones de la ONU.
Nuestra delegación es del criterio que deben definirse los aspectos legales, operacionales, técnicos y financieros relativos al uso de la tecnología moderna, al tiempo que considera que el uso de la misma en el marco antes señalado puede complementar la labor de las tropas en el terreno, pero no sustituirla.
Señor Presidente:
Al tener presente los riesgos a los que deben enfrentarse los que participan en las operaciones de mantenimiento de la paz, deseamos dejar constancia de la preocupación por el alto número de bajas que se percibe en los últimos años entre los participantes en este tipo de operaciones. En tal sentido, enfatizamos la necesidad de desarrollar aún más los arreglos efectivos de seguridad y protección a los participantes en las operaciones.
Muchas gracias.